Política

Fuga y misterio

La huida de un penal de alta seguridad de El Chapo Guzmán, cuya extradición a los Estados Unidos había sido denegada por razones soberanas, pone en un aprieto a las autoridades mexicanas Desde que huyó del penal de alta seguridad de Puente Grande, en Jalisco, el 19 de enero de 2001, Joaquín Guzmán Loera, alias El Chapo, gozaba de una libertad rayana en la impunidad. En esos tiempos, los primeros del gobierno de Vicente Fox tras las siete décadas de hegemonía del Partido Revolucionario Institucional (PRI), comenzaron los ajustes de cuentas entre sicarios de los carteles mexicanos por el control de las rutas del tráfico de la droga. El despliegue del ejército no alcanzó a mitigar la ola de violencia, abonada por la extradición de los capos a los Estados Unidos. El Chapo, prófugo durante buena parte del gobierno de Fox y durante el sexenio completo de Felipe Calderón, cayó el 22 de febrero de 2014. Se escapó un año, cuatro meses y diecinueve días después. Esta vez, del penal de alta seguridad de El (leer más)