Economía

El nuevo realismo, versión Trump

Lo llaman nuevo realismo. Se trata de una forma elegante de explicar la política exterior de Estados Unidos. Algo así como un reconocimiento de las esferas de influencia sin incurrir en el intervencionismo del pasado con el fin de evitar conflictos con grandes potencias, como China, más allá del zarandeo mutuo de porcentajes y sanciones. La guerra comercial transita ahora por otra vía: Donald Trump amenazó con imponerles aranceles desproporcionados a las importaciones de 14 países. Entre ellos, aliados como Japón, Corea del Sur, Tailandia y Bangladesh. ¿Cómo lo comunica? Por carta. A la antigua. Por esa razón, el secretario de Estado, Marco Rubio, canceló sus visitas a Tokio y Seúl. Una señal de las renovadas tensiones. En respuesta, el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, sometido a acusaciones sin fundamento de persecución de blancos en su país cuando estuvo en el Salón Oval con la ingrata compañía de su compatriota Elon Musk, luego separado del gobierno norteamericano, sostuvo que el arancel del 30% que Trump pretendía imponerle lejos estaba de ser acertado. El presidente en (leer más)

Catalejo

Volver a los libros

Le pregunté a una estudiante universitaria de 27 años cuánto era ocho por siete. Me respondió que no sabía. ¿Para qué, en realidad? Podía consultarlo en la calculadora de su teléfono inteligente. Más inteligente que nosotros, supuse. Desde ese momento, a falta de un libro o de un periódico impreso en cada viaje más o menos largo en el transporte público, repaso mentalmente las tablas de multiplicar de atrás para adelante y viceversa. No sea que caiga en la ignorancia frente a una inquietud similar o, peor aún, que responda 87. En un mundo a golpes de tuits parece cumplirse la profecía de los gordos que viven sentados frente a las pantallas. Pasó a ser una rareza hacer cuentas en un papel, escribir a mano y leer impresos. La tecnología, eficaz en muchos aspectos, desplazó todo tipo de ejercicio mental. Una sociedad hiperdigital como la sueca decidió desechar los dispositivos electrónicos en preescolar, por más que sus niños obtengan mejores resultados en niveles de lectura que el promedio europeo. Entre 2016 y 2021, las autoridades (leer más)

Otras voces

Contra los secretos de Estado

Poco más de dos siglos y medio atrás –el 2 de diciembre de 1766, aunque algunos historiadores sostienen que fue en 1776– en Suecia, se promulgó la primera ley de libertad de información de la que se tenga registro en la historia universal. Aquella fue la “Ley de Libertad de Prensa y Expresión y del Derecho a Acceso a Documentos Públicos”, que fue el resultado de los esfuerzos realizados para alcanzar ese objetivo por el sacerdote sueco-finlandés Anders Chydenius, quien además era tabernero, diputado, economista y viajero incansable. La llamó “Ley para la Libertad de Prensa y del Derecho de Acceso a las Actas Públicas”. Casi un cuarto de siglo más tarde, en la Asamblea Nacional, en Francia, los representantes del pueblo francés, declaran que “la ignorancia, el olvido o el desprecio de los derechos del hombre son las únicas causas de las desgracias públicas y de la corrupción de los Gobiernos”. De aquella reflexión, emergió la “Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano”. Desde entonces, se reconoce que “la sociedad tiene derecho (leer más)