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Uno de los países más pobres del mundo se enfrenta a un atroz genocidio

Por Omar Waraich | The Washington Post | Infobae Cox’s Bazar, Bangladesh. – Pueden estar fuera de peligro, por ahora, pero su sufrimiento continúa. En los últimos dos meses, más de 600,000 refugiados han cruzado la frontera desde Myanmar, también conocida como Birmania, para buscar refugio en Bangladesh. Desde el genocidio de Ruanda no se ha desencadenado una crisis humanitaria de tal escala y tan rápido. Si uno cuenta los cientos de miles que ya tenían su base aquí, expulsados por oleadas de violencia anteriores en el estado de Rakhine, ahora hay más de un millón de refugiados en Bangladesh. Al principio, los recién llegados fueron bienvenidos. En todo Bangladesh hay una gran simpatía por la minoría perseguida que ha sido expulsada de sus hogares por una horrenda campaña de tortura, violación, homicidio, incendio premeditado y otras violaciones de los derechos humanos. El gobierno de Bangladesh, que durante mucho tiempo había sido ambivalente con los Rohingya, los acogió. En una visita a los campamentos, hace unas semanas, el primer ministro Sheikh Hasina declaró que si (leer más)