Política

Presos políticos y políticos presos

Por Jorge Elías Cuando oye hablar de Leopoldo López, privado de la libertad desde febrero de 2014 y condenado a 13 años de prisión, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, frunce el ceño y procura establecer una sutil diferencia entre preso político y político preso. Lo llama político preso. En la cabeza del sucesor del difunto Hugo Chávez, reencarnado en un pajarito, no cabe la posibilidad de que en su país haya un solo preso político o de que se violen los derechos humanos. Se trata, como el juego de los dispositivos móviles Pokémon Go, de otra vileza de “la cultura de la muerte que ha creado el capitalismo”. Desde mayo de 2016, el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) y la Guardia Nacional han detenido a 21 personas, según documentó la organización Human Rights Watch (HRW). Las acusan de planificar, instigar o participar de acciones violentas contra el gobierno, La mayoría sufrió golpizas, descargas eléctricas y amenazas de violación sexual y de muerte. El ministerio público no presentó evidencias creíbles contra los imputados. El (leer más)

Política

No sos vos, soy yo

Por Jorge Elías Con un rival tildado de misógino y de hostigador, Hillary Clinton debería contar con el apoyo masivo de las mujeres. Debería, pero… El apoyo de los hombres a Donald Trump supera el apoyo de las mujeres a Hillary. No sólo eso. Hillary, la primera mujer en la historia que puede ser presidenta de los Estados Unidos, tiene apenas un 36 por ciento de imagen positiva y un preocupante 59 por ciento de imagen negativa, según Gallup. Son los peores índices de popularidad en 24 años. Los de su carrera política. Lejos quedó el 67 por ciento de opiniones favorables de 1998, cuando decidió defender su matrimonio en lugar de dinamitarlo por los embustes de su marido, al borde de ser destituido por negar su relación con Monica Lewinsky. La carrera de Hillary está atada a la de Bill Clinton. Los llaman Billary. Eso crea adhesiones y rechazos, así como los estrechos vínculos de ambos con el establishment, cara y cruz con el adversario de Hillary en las primarias, Bernie Sanders. En 2008, (leer más)

Política

La rebelión global

Por Jorge Elías Contra la democracia no sólo atenta un terrorista que ejecuta una masacre por cuenta propia o en nombre de una organización sombría. También atenta contra la democracia aquel que, desde una posición de poder, confunde adrede el patriotismo con el nacionalismo y promueve el desprecio a las instituciones internacionales o aquel que aprieta aún más el tornillo autoritario después de un fallido golpe militar o aquel que levanta un paredón con ladrillos horneados en el miedo frente a una legión de desamparados que, como cualquier ser humano, pretende huir de la guerra o de la miseria, dejando detrás afectos y bienes, y vivir en paz. En un mundo sacudido a diario por las esquirlas de la Tercera Guerra Mundial “en partes”, como supo llamarla el papa Francisco, la beligerancia nacional trasciende fronteras y, de pronto, un asunto específico como el Brexit (la salida del Reino Unido de la Unión Europea) o una matanza en Francia, Alemania o Medio Oriente cobra relieve en otros confines en beneficio de un plan o de una (leer más)

Política

Varones blancos enojados

Donald Trump dice que los Estados Unidos volverán a ser un gran país. Hillary Clinton replica que nunca dejaron de serlo. Para Trump, Hillary es “la chueca”. Para Hillary, Trump es “un fraude”. Sólo uno de cada cuatro norteamericanos tiene una buena impresión de ambos candidatos. Está bien: son los pocos que votan en las presidenciales mientras corta clavos el resto de la humanidad, algo así como 7.000 millones de personas. ¿Por qué tanta expectativa? Porque, nos guste o no, el forcejeo entre la libertad y la equidad en ese país, así como el tono de la campaña, define la tendencia de la democracia en otras latitudes. En casi todas, diría yo. La campaña quedó a trasluz en la convención republicana realizada Cleveland, Ohio, donde Trump aceptó la candidatura. “¡Que la encierren!”, clamaba la multitud, convencida de las faltas de Hillary como secretaria de Estado durante el primer período de Barack Obama en Libia, Nigeria, China, Siria, Rusia y Cuba. Más que errores, crímenes, como el ataque en 2012 contra el consulado norteamericano de Bengasi, (leer más)

Política

Golpe y desmesura

Por Jorge Elías Tras el conato de golpe militar en Turquía, el presidente Recep Tayyip Erdogan se apresuró a identificar al virtual culpable: Fethullah Gülen, su socio “hasta que en 2013 se rompió esa alianza luego de que los medios de comunicación del movimiento Hizmet (Servicio) revelaron investigaciones de corrupción en el gobierno de Erdogan”, entonces primer ministro, explica Pablo Kendikian, director de la Agencia Prensa Armenia y autor de un libro sobre el líder religioso musulmán que lleva su nombre (Ediciones Ciccus, 2014). Desde entonces, continúa Kendikian, “Erdogan señaló a Gülen como el organizador de una campaña en su contra y lo acusó de terrorista”. Hizmet es una multimillonaria red de empresas, medios de comunicación, escuelas y centros educativos repartida por 140 países. Gülen, acusado de haber creado una suerte de Estado paralelo en Turquía, es un islamista, ex imán, más moderado que Erdogan. Tiene 75 años de edad y una salud delicada. Está exiliado desde 1999 en Pensilvania, Estados Unidos, donde, apunta Kendikian, todo indica que mantiene estrechos lazos con la Agencia Central (leer más)

Política

Mucho humano, poca humanidad

Por Jorge Elías ¿En qué se parecen Niza, Francia, y Orlando, Estados Unidos? Son ciudades turísticas. En ambas, con un mes y monedas de diferencia, dos trastornados mataron civiles a mansalva. Lo hicieron, en principio, por cuenta propia, más allá de sus presuntas simpatías o conexiones con grupos jihadistas. Fueron abatidos por las fuerzas de seguridad. Tras los atentados, tanto Barack Obama como François Hollande dejaron entrever que el terrorismo internacional pudo haber estado detrás, quizá con más fundamentos en Francia que en los Estados Unidos. El autor de la masacre de Niza, Mohamed Lahouaiej Bouhlel, tunecino radicado en Francia, había alquilado el camión con el cual embistió contra la multitud en el paseo marítimo. El de Orlando, Omar Mir Seddique Mateen, norteamericano de origen afgano, juró lealtad al Estado Islámico (EI) poco antes de irrumpir a tiros en la discoteca Pulse, concurrida por latinos y gays. Los orígenes y los nombres de ambos, de ascendencia árabe, despertaron todas las sospechas. En Francia, el atentado del 14 de julio, Día de la Bastilla, resultó ser (leer más)

Catalejo

Sí, querida

Por Jorge Elías Por dos razones Colón descubrió América: era soltero y no era japonés. De haber sido casado, la mujer no hubiera vacilado en preguntarle por qué no mandaban a otro, por qué iba a tardar tanto y por qué no podía acompañarlo. Le hubiera hecho el viaje imposible, convencida de que, con el absurdo pretexto de hacerle creer a su jefe que la Tierra era redonda, tramaba un ardid para emborracharse con los amigos o engañarla con esas tres locas que se hacían llamar la Pinta, la Santa María y, “¡una niña, Cristóbal! –lo hubiera increpado, desencajada–. No tienes derecho”. Antes de salir de casa, más allá del revuelo, le hubiera pedido dinero para pagar la tarjeta de crédito, y pelos y señales del hotel en el que iba a alojarse. Lo usual, digamos. De haber sido japonés, Colón hubiera tenido un problema adicional: las amas de casa niponas, responsables de la economía familiar, reciben el salario de sus maridos, a los cuales les entregan el kozukai (dinero de bolsillo para sus gastos). (leer más)

Sociedad

El horror después del horror en Dallas

Por Jorge Elías Micah Johnson tenía 25 años de edad y una obsesión: matar policías blancos. Lo confesó en su página de Facebook antes de ser abatido con un explosivo detonado a control remoto. Había liquidado a cinco agentes del orden y herido a otros siete durante una protesta del colectivo Black Lives Matter (Las vidas negras importan) por el asesinato en Minnesota y Lousiana de dos ciudadanos afroamericanos como él a manos de policías blancos. El horror después del horror se desató en el centro de Dallas, Texas, cerca de Dealey Plaza, donde fue asesinado John F. Kennedy por un francotirador como Johnson, soldado en Afganistán. Dos años después de los disturbios en Ferguson, Misuri, por la muerte de Michael Brown, un muchacho de 18 años de edad que iba desarmado y perdió la vida por los disparos de un policía blanco, y apenas unas semanas después de la masacre de medio centenar de personas en Orlando, Florida, consumada por un trastornado que congeniaba con radicales islámicos contra una discoteca concurrida por la comunidad (leer más)

Política

La utopía por otros medios

Por Jorge Elías En América latina, la lucha armada contemporánea empezó el 26 de julio de 1953 con el asalto al cuartel Moncada, prólogo de la Revolución Cubana, y terminó el 23 de junio de 2016 con el anuncio del acuerdo de paz entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en La Habana. Es la impresión del ex guerrillero Joaquín Villalobos, reflejo del cambio después de haber sido uno de los principales estrategas del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) en su país, El Salvador, y de haberse convertido en profesor de la Universidad de Oxford y consultor para la resolución de conflictos internacionales. Al FMLN, transformado en partido político, pertenece el presidente de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén. En los años de plomo también empuñaron las armas el ex presidente uruguayo José Mujica y Gustavo Petro, alcalde de Bogotá. En Brasil y Chile, Dilma Rousseff y Michelle Bachelet militaban en la clandestinidad contra las dictaduras militares de sus países. La metamorfosis, según Villalobos, despeja (leer más)

Política

Al rescate del Mercosur

Por Jorge Elías El Mercosur está lejos de coronar los sueños de sus fundadores, pero, según la canciller argentina, Susana Malcorra, “sería absurdo tirar por la borda el esfuerzo que ha demandado su construcción”. Se trata, dijo, de la prioridad de la política exterior del país; seguida por América latina, “desideologizando las relaciones”; los Estados Unidos, “eje fundamental desde el punto de vista político y económico”; la Unión Europea (UE), convulsionada por el “sobredimensionado” impacto en los mercados de la salida del Reino Unido, y Asia, “más allá de los vínculos con China y Rusia”, cobijados por el gobierno anterior, así como Medio Oriente y los países del Golfo Pérsico. De profesión ingeniera electrónica, Malcorra prefiere “que los vectores estén alineados” dentro de esos círculos, como explicó durante una reunión de trabajo con miembros del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI). “No podemos negar el sol”, agregó. Los vectores están desalineados en el Mercosur, debilitado por las crisis de Brasil y de Venezuela y por las diferencias entre sus miembros. En julio, la presidencia (leer más)

Política

El corte inglés

Por Jorge Elías A comienzos de 2013, David Cameron anunció que, de ganar las elecciones, iba a plantearles a los suyos si el Reino Unido debía seguir siendo un miembro de la Unión Europea (UE). Pretendía apaciguar el airado reclamo de soberanía de buena parte de su partido, el conservador, y del Partido por la Independencia del Reino Unido (UKIP), liderado por Nigel Farage. ¿Quién iba a imaginar que, aceptado el reto, la diputada laborista Jo Cox iba a ser cruelmente asesinada por un desquiciado de ultraderecha después de defender en un acto político la permanencia del reino en la UE y que esa muerte inútil no iba a serenar los ánimos secesionistas de más de la mitad de la población? La salida del Reino Unido de la UE, la primera de un Estado miembro, ahonda la crisis de un continente en apuros frente a una economía débil, problemas de deuda, legiones de inmigrantes e inestabilidad geopolítica al sur y al este de sus fronteras. Se trata de un reproche al consenso de posguerra, aquel (leer más)

Política

Y un día estalló la paz

Por Jorge Elías No fue el 23 de marzo, como estaba previsto, sino el 23 de junio de 2016. Fecha histórica. La del desenlace del conflicto más longevo de América latina. Más de 1.300 días de negociaciones, iniciadas en Oslo, demandó el apretón de manos en La Habana del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y el líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Rodrigo Londoño Echeverri, alias Timoleón Jiménez, alias Timochenko. Detrás quedaron seis millones de desplazados, más de 200.000 muertos y 45.000 desaparecidos. El país asiste al principio del fin de la guerra o al fin de la guerra como principio tras cinco décadas de violencia que marcaron a generaciones. El cese el fuego bilateral y definitivo, antesala de la paz, figura en un borrador que, en algún momento, será sometido a un referéndum. Mientras tanto, las FARC se concentrarán en 23 zonas bien delimitadas y entregarán las armas, que serán fundidas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para erigir tres monumentos. Tanta rutina de guerra, después de varios (leer más)

Catalejo

Me falta algo: ¡mi hija!

Errar es humano y ser primer ministro británico es divino, aunque David Cameron haya olvidado a su pequeña hija de ocho años en un pub Por Jorge Elías Nadie es perfecto. Menos aún en el difícil arte u oficio de ser padre. David Cameron olvidó a su hija de ocho años de edad en un pub. Lo advirtió apenas arribó con su mujer, Samantha, a la residencia de Chequers. Estaban Arthur, de seis años, y Florence, de casi dos. Faltaba Nancy. Los Cameron se miraron en silencio, perplejos. Como suelen viajar en dos vehículos por razones de seguridad, el primer ministro británico creyó que la pequeña estaba con su madre y viceversa. Ocurrió en 2012. Era domingo. Habían ido a almorzar con otras dos familias y sus custodios habituales al pub The Plough Inn, en Cadsden, Buckinghamshire, cerca de la casa de campo de los primeros ministros. Me consuela la distracción de Cameron después de haber dejado de propina en un restaurante a mi propia hija, Macarena, cuando tenía cinco años de edad. Me di (leer más)

Sociedad

¿Por qué nos duelen unas víctimas más que otras?

En coincidencia con los atentados de noviembre de 2015 en París, donde murieron 130 personas, en Beirut, Líbano, perecían más de 40 personas en una masacre también atribuida al Daesh, Estado Islámico o ISIS. Lejos de apiadarse de ambas tragedias, el mundo occidental se tiñó de rojo, azul y blanco en memoria de las víctimas francesas. Esta vez, el duelo colectivo adquirió el color de la bandera de barras y estrellas de los Estados Unidos por el medio centenar de muertos que dejó la masacre de Orlando, perpetrada por un desquiciado que simpatizaba con grupos radicales islámicos contra una discoteca frecuentada por la comunidad gay, mientras el Daesh liquidaba a 20 personas en un doble atentado suicida perpetrado en las afueras de Damasco. ¿Por qué sentimos más empatía por las víctimas francesas, norteamericanas o belgas, también blanco de atentados recientes, que por las de Medio Oriente y de otros confines? En una conferencia hecha libro con el título Nuestro mal viene de más lejos (Capital Intelectual, 2016), el filósofo, novelista y dramaturgo francés Alain Badiu (leer más)

Sociedad

Ausentes con aviso

Por Jorge Elías En Londres comienza el tortuoso derrotero de Lily, una niña británica de once años de edad que huye de la guerra. De una guerra ficticia. Va hacia Alemania, donde buscará asilo en un campo de refugiados. Debe cruzar el continente a pie, en barco, en autobús y en tren. En el tortuoso trayecto, plagado de bombas y disparos, se cruza con hombres armados y depredadores sexuales. El video de la organización no gubernamental Save the Children refleja el drama de los refugiados de Siria y de otros países al revés. El mensaje: ¿qué haríamos si nos pasara a nosotros? Es una forma de ponerse en los zapatos del otro, de entenderlo. Desde 2014 murieron 10.000 personas en el vano intento de cruzar el Mediterráneo. Entre octubre de 2015 y febrero de 2016, al menos 340 niños perecieron ahogados, dice el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur). Muchos viajaban solos, como Lily. En 2015, 96.000 menores arribaron sin compañía a Europa, según el Pew Research Center. En Alemania, 5.835 (leer más)