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La geografía del hambre

Juliana Gargiulo plantea en su libro Energía sin Hambre en América Latina, premiado por Equilibrium Global, que el mundo produce lo suficiente para alimentar a toda su población, de más de 7.000 millones de personas, pero una de cada ocho come mal y salteado En 2000, cuando se establecieron los Objetivos de Desarrollo del Milenio, 1.000 millones de personas, de una población mundial de 6.000 millones, vivían con menos de un dólar por día. Buena parte de esa legión padecía hambre crónica. Esa cifra creció en forma drástica en los años siguientes. “En otras palabras, tomando en cuenta el incremento de la población mundial, se puede observar que, proporcionalmente, el hambre se redujo en forma poco significativa entre 2000 y 2010”, dice Juliana Gargiulo en su libro Energía sin Hambre en América Latina (La Imprenta Ya, 2016). En la actualidad, según el Programa Mundial de Alimentos, el mundo produce lo suficiente para alimentar a toda su población, de más de 7.000 millones de personas, pero uno de cada ocho come mal y salteado. En algunos (leer más)