Actualidad

Filtración en el tejado

La red de mensajería Signal, similar a WhatsApp y Telegram, tiene un cifrado de extremo a extremo. Eso significa que solo el remitente y el destinatario pueden leer los mensajes. Son confidenciales. Excepto que alguien, en un descuido, incluya en un grupo a un periodista. Por error, el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Mike Waltz, sumó a Jeffrey Goldberg, editor jefe de The Atlantic Magazine, que, en silencio, recopiló los pormenores de un ataque de Estados Unidos contra los rebeldes hutíes en Saná, la capital de Yemen. No solo eso. Dejó al descubierto la inquina de Trump y compañía hacia Europa. Por el bombardeo hubo una treintena de muertos a mediados de marzo. El primero de varios, agradecidos por el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu. Fue una acción “decisiva” contra “la piratería, la violencia y el terrorismo”, según Donald Trump. De la planificación, vía Signal, participaron el vicepresidente J. D. Vance; el secretario de Defensa, Pete Hegseth; el secretario de Estado, Marco Rubio; la directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard; la (leer más)

Política

Pilotos de tormentas

Entre tanto ismo, el mundo pasó del nacionalismo, causante de las dos guerras mundiales del siglo XX, al globalismo, latente al final de la Guerra Fría, y derrapó en el populismo. Mote ambiguo, frecuente tanto en derechas como en izquierdas. Representa la proyección de líderes cabreados con el sistema que, casualmente, se valen del sistema para monopolizar el poder. Una curiosa alquimia totalitaria, a veces bajo el alero de la democracia. Suelen jugar al límite, como quien tira de la cuerda hasta vulnerar las potestades de los otros poderes. ¿Qué otros poderes, se preguntan, si ellos representan al pueblo? Las órdenes ejecutivas de Donald Trump, mientras barre áreas y programas estatales con la ayuda del hombre más rico del mundo, Elon Musk, son una respuesta a los anhelos de su pueblo. Lo votaron por esa razón y, también por esa razón, le extendieron un cheque en blanco para dominar los otros poderes: el legislativo y el judicial. Como apuntan Steven Levitsky, profesor de Estudios Latinoamericanos y Gobierno en la Universidad de Harvard, y Lucan A. (leer más)

Actualidad

Los dueños de la baraja

El método Trump de política internacional tuvo su primer capítulo el 28 de febrero de 2025. Fecha clave. Pasará a la historia como el estreno de la reprimenda en el Salón Oval del presidente y del vicepresidente de Estados Unidos a un mandatario extranjero en guerra y en inferioridad de condiciones, Volodimir Zelenski. Esas discusiones se daban antes en privado, jamás frente a las cámaras, por respeto al visitante y los anfitriones. Donald Trump y su ladero, J. D. Vance, se faltaron el respeto a sí mismos al humillar con premeditación y alevosía a una víctima de Vladimir Putin. Teóricamente, rival de Trump, así como el dictador chino Xi Jinping. En este mundo al revés, con instituciones en declive y autócratas en alza, Trump demoró apenas cinco semanas en cortar de cuajo las alianzas tradicionales de Estados Unidos con democracias afines y verse en el espejo de Putin, el zar del siglo XXI. El poder de los malos modales significa que cualquier contacto de un mandatario extranjero con el gobierno norteamericano corre el riesgo de (leer más)

Política

El nuevo sheriff de la ciudad

Estados Unidos avanza; Europa atrasa, según el vicepresidente norteamericano, J. D. Vance. Poco cortés cuando lamentó la pérdida de valores de Europa. En especial, la defensa de la libertad de expresión en clara alusión a la restricción de políticas alternativas. «Expresar opiniones no constituye una interferencia electoral, incluso cuando se expresan fuera de tu propio país e incluso cuando estas personas son muy influyentes», taladró. Defendió de ese modo las  arengas de Elon Musk, el hombre más rico del mundo, en un mitin de Alternativa para Alemania (AfD), la ultraderecha alemana, en vísperas de las elecciones anticipadas del 23 de febrero. El nuevo sheriff de la ciudad, como llamó Vance a Donald Trump en la Conferencia de Seguridad de Múnich, no respeta fronteras. Si en su primer mandato apoyó sin medias tintas el Brexit, en esta ocasión pone todas las fichas en aquellos que comparten su unívoca visión del mundo y reparte soluciones solo con una de las partes en conflicto. Por Ucrania, con Vladimir Putin. Sobre Gaza, con Benjamin Netanyahu. Caso aranceles, consigo mismo (leer más)