Catalejo

Nobel con cara de mujer

Dos años y dos días después de la masacre terrorista, Israel y Hamas acordaron la primera fase del plan de paz propuesto por Donald Trump para la Franja de Gaza. El anuncio fue en la víspera de otro de gran calibre: la líder de la oposición venezolana, María Corina Machado, ganó el premio Nobel de la Paz «por su incansable labor en la promoción de los derechos democráticos del pueblo venezolano”. Un pueblo en vilo, sometido a las arengas de Nicolás Maduro por el despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe bajo el argumento de combatir a los cárteles de la droga. Un cambio de régimen a la fuerza, teme Maduro. Aquello que pretendía Trump de modo de sombrear el galardón que Barack Obama obtuvo en 2009, terminó en manos de Machado, la mayor beneficiaria de la operación norteamericana en Venezuela si, finalmente, caen Maduro y compañía. El director de Comunicaciones de la Casa Blanca, Steven Cheung, no tardó en expresar su fastidio. El suyo y, presumiblemente, el de su jefe: “El presidente Trump (leer más)

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El mundo según Milei

«Haber salido del Consejo de Derechos Humanos de la ONU es una muestra de ingratitud con María Corina Machado y la oposición venezolana», dice el diplomático argentino Leopoldo Sahores, exsecretario de Relaciones Exteriores del actual gobierno (vicecanciller en la práctica) y exembajador en Pakistán. “¿Quién abrió la embajada a los seis asilados que, si no encontraban refugio, terminaban en el Helicoide y, sobre todo, quién va a defender su posición en ese foro?”, se pregunta en el programa Cuarto de Hora, de CADAL TV. Sahores, candidato a diputado nacional por la lista Potencia, que lidera Ricardo López Murphy, para las elecciones de medio término del 26 de octubre, sostiene que la política exterior del presidente Javier Milei tuvo dos etapas: la primera, más pragmática mientras Diana Mondino era canciller, y la segunda, anclada en la predilección por Estados Unidos e Israel. Un enfoque que, en principio, fortalece la llamada diplomacia privada sobre la tradicional. Eso marca un quiebre por el aislamiento, la ruptura del multilateralismo y la dependencia de las relaciones personales. En especial, de Donald Trump, (leer más)

Actualidad

Hagan lo que digo y lo que hago

Una escalera mecánica que se detuvo a mitad de camino y un teleprompter defectuoso resultaron ser, para Donald Trump, sinónimos de la ineficacia de la ONU. Fue el primer discurso de su segundo mandato ante la Asamblea General. Duró casi cuatro veces más que el tiempo asignado: 55 minutos. Nadie osó tocar el botón rojo para interrumpirlo ni para explicarle que los problemas técnicos del organismo, tanto en Nueva York como en Ginebra, se deben a la crisis de liquidez por los retrasos en los aportes de los donantes. Entre ellos, el principal: Estados Unidos, casualmente. En esa rara carambola de incidentes, Trump halló música y letra para criticar a la ONU dentro de la ONU. Una forma de dinamitarla, cual caballo de Troya. También cargó contra «el engaño del orden global», llamó al cambio climático «la mayor estafa del mundo», defendió «el carbón limpio y bonito» en desmedro de las energías renovables y dejó dicho que «todo lo verde está en bancarrota». Un auditorio atónito hilvanó cada palabra como un latigazo contra el sentido (leer más)

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Taxi al desengaño

Cuba y Estados Unidos restablecieron relaciones diplomáticas el 17 de diciembre de 2014. Fecha histórica, sellada con el apretón de mano entre Raúl Castro y Barack Obama. El deshielo, después de 53 años, prometía una nueva era. Ståle Wig, antropólogo noruego, condensó en 300 páginas los 2.408 días posteriores hasta desembocar en las protestas del 11 de julio de 2021. Su libro Havana Taxi. Life and Lies in the New Cuba (Taxi de La Habana. Vida y mentiras en la nueva Cuba) reúne “los capítulos de la traición a la esperanza que surgió con el deshielo”, cuenta desde Oslo en el programa Cuarto de Hora, de CADAL TV, que conduce Jorge Elías. En 2016 le habían ofrecido un adelanto para escribir un libro sobre Cuba. Con el dinero compró un coche destartalado, lo reparó y, después de mil trámites en un país renuente a facilitar la actividad privada, comenzó a trabajar como taxista. En el transcurso de la investigación, durante la cual intercambió pareceres con sus pasajeros, murió Fidel Castro, rugió el huracán Irma, Donald Trump (leer más)

Sociedad

Anatomía de un fracaso

Casi dos años después de las atrocidades cometidas por Hamas en Israel, todos los esfuerzos de la comunidad internacional para detener el brutal embate de ese país contra la Franja de Gaza con el guiño de Estados Unidos caen en saco roto. Hasta la añeja solución de los dos Estados, ahora alentada por Francia y Arabia Saudita y votada por la mayoría de los 193 Estados miembros de la Asamblea General de la ONU, choca con la repulsa de algunos gobiernos, incluido el de Argentina, como si la guerra respondiera a un viejo dogma: la conquista de territorios al estilo de Rusia en Ucrania. Estados Unidos fue el único de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad que rechazó una resolución para el alto el fuego. Los otros, Rusia, China, Francia y Reino Unido, así como los 10 miembros no permanentes, votaron a favor mientras Israel se prepara para la ofensiva final y bloquea a cal y canto las salidas. En algunos casos, el aviso llega una hora antes del siguiente ataque. «Gaza arde», (leer más)

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El drama de los inmigrantes

La cancelación del Estatus de Protección Temporal (TPS) para migrantes de Nicaragua, Honduras y otros países; la construcción en tiempo récord del centro de detención Alligator Alcatraz para expulsarlos; los acuerdos con terceros países para acogerlos; el fin del parole humanitario; las nuevas tarifas para pedir asilo, y una aplicación oficial que promueve la autodeportación, entre otras medidas arbitrarias, forman parte de las políticas de exclusión del gobierno de Donald Trump. Algo que aún sorprende a Maureen Meyer, vicepresidenta de Programas de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), organización clave en el análisis de la política migratoria y los derechos humanos en Estados Unidos y América Latina. Sobre todo, porque “la historia de Estados Unidos es la de migrantes de todos los países del mundo», dice en el programa Cuarto de Hora, de CADAL TV. Durante el actual gobierno, al menos 180 mil personas han sido deportadas por la Oficina de Detención y Deportación (ICE). A este ritmo, la agencia está en camino de deportar a más de 400 mil personas en un año. Solo (leer más)

Actualidad

A-1, hundido

Con un ataque en aguas internacionales contra una lancha que supuestamente transportaba drogas, Donald Trump dio el pistoletazo de salida (starting shot, en su léxico) contra el régimen de Nicolás Maduro. La nave había partido de Venezuela. Iba a Estados Unidos. Murieron 11 personas. Pertenecían, según Trump, al cártel Tren de Aragua, nacido hace más de una década en una prisión del Estado homónimo del centro de Venezuela. La pandilla en cuestión operaría al mando de Maduro, según el gobierno norteamericano, a pesar de una evaluación rebatida por su propia inteligencia. Maduro, mientras tanto, estaba dándose un baño de masas o de “amor patriótico”, como señaló un meloso presentador de la televisión de su país. Caminaba con su mujer, Cilia Flores, por las calles del barrio de su infancia. El envío de buques norteamericanos a aguas de Venezuela para frenar el narcotráfico se vio ahora coronado por la primera acción concreta. La acusación de Trump iba contra el Cártel de los Soles, presuntamente dirigido por Maduro y respaldado por «individuos venezolanos de alto rango». Lo (leer más)

Otras voces

Putin hoy, Thatcher ayer

Por Santos Goñi Marenco (*) La diplomacia es un arte que tiene sus reglas, algunas ya escritas, otras que se van escribiendo a medida que avanza hacia sus objetivos. Actuando discretamente y sin descanso, busca la paz proponiendo a los estados modos de superar el impasse negociador en que suelen hallarse. Hoy destaca el que separa a Volodimir Zelenski de Vladimir Putin, mientras los Estados Unidos intenta convencerlos de poner fin a la guerra en Ucrania. En juego está nada menos que la defensa de lo que cada uno considera su soberanía e integridad territorial. A mediados de 1982 nuestro país y el Reino Unido venían saliendo de una situación bélica en el Atlántico Sur. Desde entonces, nuestra diplomacia contó con la ayuda de la de los Estados Unidos para ir superando animadversiones de la contraparte británica. Esto duró hasta que fue posible iniciar conversaciones directas entre ambas partes, cuyo modus operandi y “savoir faire diplomatique” no se alejaron demasiado de los que hoy, con conocimiento de Ucrania, utilizan la diplomacia estadounidense y europea ante (leer más)

Política

¿Alto el fuego a tres bandas?

De ser por Donald Trump, Volodimir Zelenski debe ceder la región del Donbás y renunciar a su aspiración de recuperar la península de Crimea, arrebatada en forma ilegal en 2014, y de incorporarse a la OTAN para alcanzar un principio de acuerdo con Rusia. La oferta no es del presidente de Estados Unidos, sino de su alter ego ruso, Vladimir Putin. Sin las garantías de seguridad que reclaman los siete aliados europeos que arroparon al mandatario ucraniano en la Casa Blanca, donde el 28 de febrero había sido humillado, el virtual alto el fuego a tres bandas podría patinar en la primera curva. En medio de las negociaciones, Trump mantuvo un diálogo telefónico de unos 40 minutos con Putin. Algo inusual en esas cumbres, quizá tanto como la camaradería en la reunión bilateral que mantuvieron unos días antes en Alaska, territorio ruso comprado por Estados Unidos en 1867. Putin, imputado por crímenes de guerra por la Corte Penal Internacional en 2023, fue recibido con alfombra roja en la Base Conjunta Elmendorf-Richardson y paseó en La (leer más)

Catalejo

El eco de una primicia histórica

Murió Henry Raymont, colega que, entre otros logros, dio la primicia de la fracasada invasión de exiliados cubanos a Bahía de Cochinos para derrocar a Fidel Castro en 1961. Un gran periodista, una gran persona, recordado por esos motivos y por su extensa carrera por The New York Times. Onkel Henry (tío Henry) firmaba en su alemán natal los correos que me enviaba menudo. Nos habíamos conocido en Washington. Éramos vecinos. Falleció el 15 de julio de 2025 en Tepoztlán, México, a los 98 años, después de haber dado varias vueltas al mundo. Tuvo tres hijos con Wendy, su mujer, y, a su vez, cuatro nietos. Lo recuerda con una anécdota Hernán Iglesias Illa, editor general de Seúl, en el artículo Dos besos de Amalita: “Una tarde de principios de los 80, a Henry Raymont lo invitaron a tomar el té con el secretario general de la ONU, el peruano Javier Pérez de Cuellar, y con Amalia Lacroze de Fortabat. Cuando llegó (estoy casi seguro de que esto ocurrió en Nueva York), le preguntaron si (leer más)

Política

Paz a plazo fijo

Si la OTAN nació para joder a Estados Unidos, como soltó Donald Trump en su primera reunión formal de gabinete, Vladimir Putin tiene aún más méritos. En el festival de  aranceles que reparte a diestra y siniestra, el presidente norteamericano amenaza a Rusia y sus socios bélicos con un 100% de aranceles adicionales si no termina la guerra contra Ucrania en 50 días y, contradictorio al fin, le promete ayuda militar a Volodimir Zelenski, después de haberlo avergonzado en el Salón Oval, vía OTAN, a la que puso entre la espada y la pared si no aumenta del 2% al 5% sus gastos de defensa. En medio de la crisis del atlantismo con la OTAN, Trump se bambolea en sus críticas contra Putin y contra Zelenski. Con uno está enfadado por no haber cesado la agresión contra Ucrania: “Mis conversaciones con él son muy agradables, y luego los misiles estallan por la noche”. Con el otro también está que arde porque le parece poco dispuesto a comprometerse en un tratado de paz. Pacto que, aclaremos, (leer más)

Economía

El nuevo realismo, versión Trump

Lo llaman nuevo realismo. Se trata de una forma elegante de explicar la política exterior de Estados Unidos. Algo así como un reconocimiento de las esferas de influencia sin incurrir en el intervencionismo del pasado con el fin de evitar conflictos con grandes potencias, como China, más allá del zarandeo mutuo de porcentajes y sanciones. La guerra comercial transita ahora por otra vía: Donald Trump amenazó con imponerles aranceles desproporcionados a las importaciones de 14 países. Entre ellos, aliados como Japón, Corea del Sur, Tailandia y Bangladesh. ¿Cómo lo comunica? Por carta. A la antigua. Por esa razón, el secretario de Estado, Marco Rubio, canceló sus visitas a Tokio y Seúl. Una señal de las renovadas tensiones. En respuesta, el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, sometido a acusaciones sin fundamento de persecución de blancos en su país cuando estuvo en el Salón Oval con la ingrata compañía de su compatriota Elon Musk, luego separado del gobierno norteamericano, sostuvo que el arancel del 30% que Trump pretendía imponerle lejos estaba de ser acertado. El presidente en (leer más)

Sociedad

See you later, alligator

En tiempo récord, apenas ocho días, Donald Trump concretó su último gran proyecto inmobiliario. Se trata de un enorme complejo construido en una pista aérea abandonada dentro de la Reserva Nacional Big Cypress, cerca del Parque Nacional de los Everglades, en Florida. Tiene capacidad para 3.000 personas. Está rodeado de 8.500 metros de alambre de púas. Cuenta con 200 cámaras de seguridad. Lo vigilan 400 guardias. Pronto, si todo marcha según sus planes, podrá albergar a 2.000 personas más. Nada que envidiarle a Guantánamo, en Cuba, o al Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), de su amigo Nayib Bukele. En los humedales que rodean el Alligator Alcatraz, construido gracias a los buenos oficios del gobernador de Florida, Ron DeSantis, caimanes de hasta cuatro metros de longitud conviven en los pantanos con serpientes, mosquitos y otras alimañas. Trump bromeó durante la inauguración: “Les vamos a enseñar cómo huir de un caimán si escapan de la prisión. No corran en línea recta. Corran así –dijo, moviendo la cadera–. ¿Y saben qué? Sus posibilidades aumentan alrededor de un uno (leer más)

Actualidad

Doce días en doce horas

Cada uno reclamó la victoria después de los 12 días de fuego cruzado. Un resultado incierto, en realidad. El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, se declaró ganador, así como el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mediador a bombazos. Su par de Irán, Masud Pezeshkian, arropado por el ayatolá Alí Khamenei, se dio un baño de masas en la Plaza de la Revolución, de Teherán, con un coro convocado por el Consejo de Coordinación de Propaganda que gritaba: “Sin concesiones, sin rendición en la batalla contra Estados Unidos”, “Muerte a Estados Unidos” y “Muerte al Israel, asesino de niños”. La guerra quedó en pausa. Estados Unidos había atacado las plantas nucleares de Fordo, Natanz e Isfahán con bombas capaces de penetrar 18 metros de hormigón o 61 metros de tierra antes de explotar. Irán replicó con una descarga de misiles contra la mayor base norteamericana en Medio Oriente, ubicada en Qatar. Una respuesta simbólica. Les avisó en forma previa a Trump, agradecido por el gesto, y a la monarquía de los Al Thani. El (leer más)

Actualidad

Teléfono para los iraníes

Israel e Irán se encuentran en uno de los momentos más álgidos de su historia. ¿Siempre fue así? No. La Operación León Ascendente, lanzada por el primer ministro Benjamin Netanyahu, obtuvo como respuesta la orden del ayatolá Alí Khamenei de izar la bandera roja en la mezquita Jamkaran, de la ciudad sagrada de Qom. Un símbolo chiita. Implica entereza y venganza por la sangre derramada en forma injusta. La réplica contra el territorio israelí recreó la escalada entre ambos países de abril y octubre de 2024. Una lucha sin fin por la preeminencia en el eternamente caldeado Medio Oriente. ¿La excusa de Israel? El enriquecimiento de uranio, simiente de la bomba atómica. Especialmente, en Natanz e Isfahán, entre otras ciudades. Distante primero de Netanyahu, conciliador después, Donald Trump instó a Irán a negociar “antes de que no quede nada”. En su primer mandato abandonó el acuerdo firmado en 2015 por Estados Unidos durante la presidencia de Barack Obama y otras seis potencias que limitaba el programa nuclear iraní. Un golpazo, en 2018, tanto para la (leer más)