
El eco de una primicia histórica
Murió Henry Raymont, colega que, entre otros logros, dio la primicia de la fracasada invasión de exiliados cubanos a Bahía de Cochinos para derrocar a Fidel Castro en 1961. Un gran periodista, una gran persona, recordado por esos motivos y por su extensa carrera por The New York Times. Onkel Henry (tío Henry) firmaba en su alemán natal los correos que me enviaba menudo. Nos habíamos conocido en Washington. Éramos vecinos. Falleció el 15 de julio de 2025 en Tepoztlán, México, a los 98 años, después de haber dado varias vueltas al mundo. Tuvo tres hijos con Wendy, su mujer, y, a su vez, cuatro nietos. Lo recuerda con una anécdota Hernán Iglesias Illa, editor general de Seúl, en el artículo Dos besos de Amalita: “Una tarde de principios de los 80, a Henry Raymont lo invitaron a tomar el té con el secretario general de la ONU, el peruano Javier Pérez de Cuellar, y con Amalia Lacroze de Fortabat. Cuando llegó (estoy casi seguro de que esto ocurrió en Nueva York), le preguntaron si (leer más)