Economía

El nuevo realismo, versión Trump

Lo llaman nuevo realismo. Se trata de una forma elegante de explicar la política exterior de Estados Unidos. Algo así como un reconocimiento de las esferas de influencia sin incurrir en el intervencionismo del pasado con el fin de evitar conflictos con grandes potencias, como China, más allá del zarandeo mutuo de porcentajes y sanciones. La guerra comercial transita ahora por otra vía: Donald Trump amenazó con imponerles aranceles desproporcionados a las importaciones de 14 países. Entre ellos, aliados como Japón, Corea del Sur, Tailandia y Bangladesh. ¿Cómo lo comunica? Por carta. A la antigua. Por esa razón, el secretario de Estado, Marco Rubio, canceló sus visitas a Tokio y Seúl. Una señal de las renovadas tensiones. En respuesta, el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, sometido a acusaciones sin fundamento de persecución de blancos en su país cuando estuvo en el Salón Oval con la ingrata compañía de su compatriota Elon Musk, luego separado del gobierno norteamericano, sostuvo que el arancel del 30% que Trump pretendía imponerle lejos estaba de ser acertado. El presidente en (leer más)

Sociedad

Fe de erratas machistas

Durante un coloquio realizado en Alberta, Canadá, una muchacha le planteó al primer ministro Justin Trudeau un cambio en la regulación de las asociaciones religiosas de caridad. Nada extraordinario si no hubiera mencionado la palabra mankind (humanidad). Atento a la ola feminista que parece encontrar en cada expresión masculina una suerte de negación de la mujer, Trudeau replicó como si hubiera recibido una descarga eléctrica: “¿Podrías decir peoplekind (que se traduciría como gentidad) en lugar de mankind?”. Quiso marcarle la connotación sexista de la palabra mankind (por man, hombre) y la necesidad de sustituirla por peoplekind (por people, gente). No tardaron en brotar las burlas en las redes sociales por la corrección o el oportunismo de Trudeau. Ese tipo de observación lingüística, habitual en Canadá por ser uno de los principales impulsores de la ideología de género, se ha hecho frecuente desde que estallaron los escándalos de abuso, acoso y violencia sexual del magnate Harvey Weinstein en Hollywood. La ola de denuncias ha dejado al descubierto un deplorable secreto a voces. El de la resignación (leer más)