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Siete presidentes en siete años

La sombra de males endémicos como la inseguridad y la corrupción golpeó nuevamente al Perú. Dina Boluarte, la primera mujer en ocupar la presidencia, corrió la misma suerte que todos sus predecesores desde 2018: fue destituida en un proceso exprés por el Congreso, pero la bronca peruana no afloja. La sustituyó José Jerí, el séptimo presidente en solo siete años, blanco como su antecesora de las protestas de la generación Z, nacidos en la era digital que se rebelaron contra el sistema político y económico en enclaves tan distantes como Madagascar, Nepal, Bangladesh, Sri Lanka, Indonesia, Filipinas y Marruecos, entre otros. El Perú vive una crisis política sin fin, explica la periodista Adriana León, directora del Área de Libertades Informativas del Instituto Prensa y Sociedad (IPYS), del Perú, en Cuarto de Hora, programa de CADAL TV. “La generación Z tiene sectores radicales, pero es una juventud que está despertando y yo tengo algo de esperanza de que por lo menos se escuche la protesta social”, dice León, también miembro del comité organizador de la Conferencia Latinoamericana de (leer más)

Política

La bronca peruana no afloja

La marcha de la bronca continúa en el Perú. La destitución de la anterior presidenta, Dina Boluarte, y la inmediata investidura de José Jerí, lejos estuvieron de calmar los ánimos. En apenas cinco días, las calles volvieron a arder con protestas que dejaron un muerto, y 88 policías y 32 civiles heridos. El fallecido por un disparo de la policía durante los disturbios en Lima resultó ser el cantante de hip hop Eduardo Ruiz, de 32 años, conocido como Truko. La crisis, después de apilar siete presidentes en siete años, no tiene fin aparente con elecciones en abril de 2026 y la asunción de un nuevo mandatario tres meses después. Una eternidad en medio del caos. La generación Z (nacidos entre 1997 y 2012) encendió la mecha de los reclamos hace un mes contra una ley que obligaba a los jóvenes a hacer mayores aportes para las pensiones, lo cual reducía sus magros ingresos. El Congreso derogó la norma en cuestión, pero, como en otras latitudes, el descontento contra los políticos, con la bandera pirata (leer más)

Sociedad

Prohibido prohibir

El caldo social de las protestas masivas en Nepal, Indonesia, Filipinas, Bangladesh, Madagascar, Marruecos, Perú y otras comarcas, más allá de la distancia geográfica y cultural, coincide en un reclamo: la falta de oportunidades y la corrupción endémica. Un lastre intolerable. Especialmente, para los nacidos entre 1997 y 2012. Se trata de la generación Z, la primera de nativos ciento por ciento digitales. Tienen entre 13 y 28 años. A diferencia de la generación X, esa franja no vive la transición desde lo analógico. Le resultan familiares tanto el streaming (Spotify, Netflix) como las redes sociales (Instagram, TikTok, YouTube). Cada rebelión tiene sus características. Cuando estalló la Primavera Árabe, en los albores de 2011, todo el mundo pensó que aquellas protestas laicas y políticas, no religiosas, apuntaban al establecimiento de democracias más o menos firmes, con alternancia en el poder e instituciones capaces de terciar entre el legado oprobioso de las tiranías y los dictados radicales del islam en Medio Oriente. Las protestas propiciaron cambios de regímenes en Túnez, Egipto y Libia que no mejoraron (leer más)

Sociedad

Generaciones en duda

Le adjudican a Winston Churchill una frase que, al parecer, nunca pronunció: “Si no eres liberal a los 25 años, no tienes corazón. Si no eres conservador a los 35, no tienes cerebro”. Churchill era conservador a los 15 y liberal a los 35, según Paul Addison, profesor de la Universidad de Edimburgo. Esa frase, en términos latinoamericanos y europeos, pasó a ser: “Si no eres de izquierda a los 20 años, no tienes corazón. Si no eres de derechas a los 40, no tienes cerebro”. O eres “un imbécil” y cosas peores. Síntesis de otra época. Lo demuestra la preferencia de los jóvenes por candidatos disruptivos en lugar de abrevar en los de siempre. La victoria de Javier Milei en las presidenciales de Argentina confirma la regla. Lo exhibía el diario español El Mundo después del balotaje: “Un gran nicho de las personas que eligió al ultraliberal en las urnas son los jóvenes, algunos de ellos los famosos millennials. Esta generación ha visto en primera persona cómo su país se fue derrumbando económica y (leer más)

Sociedad

La política de los centennials

Que no les incumba la política ni se identifiquen con los políticos no significa que vivan en la Nube de Oort. Los centennials, franja de entre 16 y 24 años de edad, están más preocupados por cuestiones concretas como el cambio climático o los derechos de los animales que por las roscas del poder o el canto de sirena de las campañas. Apoyan la democracia, pero se sienten insatisfechos. No están solos. Zigzaguean entonces entre la apatía (escepticismo sobre las instituciones y baja participación e interés en la política) y la antipatía (apoyo activo a movimientos liberales hostiles a las instituciones pluralistas). Esa tendencia creció en los últimos años merced al surgimiento de una ola populista global de expresiones de izquierda y de derecha, según el informe Juventudes y Democracia en América Latina, de la organización filantrópica Luminate. Continúa en ascenso en Argentina, Brasil, Colombia y México. La apatía pasa a ser antipatía en sociedades en las cuales prima la exclusión social como sistema. Más en varones que en mujeres. El remedio: transmitirles el aporte (leer más)