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El hijo del dictador y la hija del presidente

El clan Marcos volvió al poder en Filipinas en compañía del clan Duterte. Tal para cual. Ferdinand Marcos, alias Bongbong, hijo y homónimo del difunto dictador pretérito, y Sara Duterte-Carpio, hija del controvertido presidente Rodrigo Duterte, aceitan la consolidación de una autocracia de mano dura y de la impunidad en un archipiélago de casi 70 millones de habitantes. Se trata de la persistencia de la política autoritaria aplicada por Duterte desde 2016 con el pretexto de la mentada guerra contra las drogas. Murieron entre 12.000 y 30.000 personas, según la Corte Penal Internacional (CPI). En ejecuciones sumarias, la mayoría. El regreso del clan Marcos supone una reivindicación después de que el patriarca fuera expulsado en 1986 por la insurrección del Poder Popular. El régimen, de 21 años, dejó 3.257 personas ejecutadas, miles de torturados y unos 10.000 millones de dólares expoliados del erario público. En anécdota quedaron los zapatos de la primera dama, Imelda Marcos, que “no eran 3.000 pares, sino 1600”, aclaró. No tuvo suerte como candidata presidencial en dos ocasiones. Bongbong, condenado en (leer más)