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Tobilleras políticas

Desde el 10 de junio, tres expresidentes sudamericanos de orientaciones políticas opuestas han sido condenados a prisión domiciliaria por causas diferentes. Dos de ellos, Cristina Kirchner y Jair Bolsonaro, deben usar tobilleras electrónicas. La del tercero, Álvaro Uribe, quedó en suspenso. Bonus track: detuvieron en Italia a una diputada brasileña aliada de Bolsonaro, Carla Zambelli, condenada a diez años de prisión por fraude y piratería informática, y ordenaron la restitución al Estado chileno de una fortuna en poder de los herederos del exdictador Augusto Pinochet.  Todo en tiempo récord, más allá de los añares de los procesos. Cartón lleno después de menos de dos meses de vértigo judicial. Sobre la expresidenta argentina, de 72 años, abanderada del degradado socialismo del siglo XXI, pesa una condena por corrupción, así como sobre el expresidente colombiano, de 73, enrolado en la derecha. En el caso de Bolsonaro, de 70, aún más a la derecha, el Supremo Tribunal Federal resolvió el encierro en su casa antes del juicio por la invasión y los destrozos de los tres poderes de (leer más)