Catalejo

Las dos caras de Putin

Halagos, bromas sobre deportes y lecciones de historia. Sobre ello versaron las conversaciones de Vladimir Putin en 2000, durante su primer mandato, con Bill Clinton, según documentos desclasificados por el National Security Archive, organismo no gubernamental con sede en la Universidad George Washington. A la luz de la última cumbre de Putin con Donald Trump en Alaska, veinticinco años después del comienzo de su ristra de elecciones y reelecciones y de aquel mano a mano con Clinton, algo ha cambiado, más allá del paso de las presidencias de George W. Bush, Barack Obama y Joe Biden, y de la primera de Trump. Los documentos, escritos por Strobe Talbott, subsecretario de Estado durante el gobierno de Clinton, muestran a Putin en su momento más colaborativo y prooccidental, “esperando la integración plena de Rusia en el sistema de seguridad europeo e inclusive en la OTAN”. Redondea ambos anhelos con una frase sorprendente: “Estoy contento”. El enfoque agresivo de ese momento hacia la guerra en Chechenia, con su respaldo a la fuerza en lugar de la negociación, rima (leer más)

Política

Crimen en Siria y castigo en Rusia

Sin aviso, Donald Trump ordenó un ataque contra el régimen de Siria. Despachó más de medio centenar de misiles Tomahawk en represalia por el bombardeo con armas químicas que segó la vida de 86 civiles, un tercio de los cuales eran niños. La súbita intervención de los Estados Unidos en una guerra que lleva seis años, más de 320.000 muertos y 10 millones de desplazados y refugiados ha sido interpretada por el gobierno de Vladimir Putin, aliado del dictador sirio Bashar al Assad, como una «agresión a un Estado soberano». Putin, considerado el puntal de la victoria electoral de Trump en 2016, debe sopesar ahora hacía qué extremo inclinarse. La arremetida de los Estados Unidos contra Siria, bautismo de fuego de Trump, coincidió con la visita del presidente de China, Xi Jinping, a su mansión y club de golf en Florida, Mar-a-Lago. El mensaje pareció ser en estéreo. No sólo para Assad, sino también para el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un. En la víspera de la reunión de Trump con Xi, Kim disparó (leer más)