Política

Zelenski contra las cuerdas

Mientras Estados Unidos y Rusia avanzan en un hipotético tablero geopolítico, Ucrania se encuentra en una encerrona. El plan de paz de 28 puntos propuesto por Donald Trump con el guiño de Vladimir Putin está más cerca de Washington que de Moscú y, acaso por tratarse de una maniobra de distracción, lejísimo de Yalta. En esa compulsa de tres con la participación de dos, Volodimir Zelenski se ve debilitado por una trama de sobornos de contratistas que construían fortificaciones contra las embestidas rusas para el monopolio nuclear Energoatom con la anuencia de su círculo íntimo. Se trata del mayor escándalo de corrupción desde el comienzo de la guerra. El intento de Zelenski de atar de pies y manos a la Oficina Nacional Anticorrupción (NABU) y la Fiscalía Especial Anticorrupción (SAPO) por medio de una ley traslada su vulnerabilidad estratégica al seno de la Unión Europea. Sus líderes, reacios a criticarlo para amortiguar el impacto, procuran arroparlo con una respuesta al plan de paz de Trump posponiendo el debate territorial hasta un cese del fuego. En (leer más)

Política

¿Mamdani esquina Obama?

Tres días antes de la contienda por la alcaldía de Nueva York, Barack Obama llamó a Zohran Mamdani para ofrecerle su apoyo. Tras el triunfo, curiosamente, no lo felicitó. Mamdani, un musulmán de 34 años y ascendencia india nacido en Uganda, no ganó las elecciones por su trayectoria como asambleísta del Estado ni por ofertas tan quiméricas como el transporte y las guarderías gratuitas o los supermercados administrados por la ciudad. El rechazo a la política económica de Donald Trump y las redadas de inmigrantes, cual plebiscito, pudo haber influido en las desnortadas filas demócratas para inclinarse hacia el extremo izquierdo. Hubo algo más: carisma y esperanza. De ambos atributos carecen muchos políticos. Franklin D. Roosevelt prometió “un nuevo acuerdo para el pueblo norteamericano” en medio de la Gran Depresión, John F. Kennedy propuso una “nueva frontera” y Obama coreó el eslogan “Sí, podemos”. Todos eran demócratas, como Mamdani. Entre los republicanos, Abraham Lincoln alentó a los ciudadanos a «votar por sí mismos», más allá de que después estallara la Guerra de Secesión, y Ronald (leer más)

Política

Azul Mamdani, rojo Trump

Las elecciones intermedias celebradas en la ciudad de Nueva York y algunos Estados tiñieron de azul (el color de la oposición demócrata) el mapa de Estados Unidos (mayoritariamente rojo, republicano, desde las presidenciales de 2024). Se trató de un plebiscito anticipado de la gestión de Donald Trump, cuyo gran reto serán las de mitad de mandato, en 2026, para renovar el Congreso, dominado por los suyos. El partido del presidente, sea republicano o demócrata, ha perdido 20 de las últimas 22 elecciones de medio término. Fueron excepcionales las de 2002, después de la voladura de las Torres Gemelas, y las de 1998, cuando los republicanos intentaron destituir a Bill Clinton por el escándalo con Monica Lewinsky. La victoria de Zohran Mamdani, de 34 años, desvió ahora todas las miradas hacia Nueva York. No solo porque será a partir del 1 de enero el alcalde más joven de esa metrópoli desde 1892, sino también por ser el primer musulmán en el cargo; por haber nacido en Kampala, Uganda, y por haber pasado parte de su infancia (leer más)

Economía

La diplomacia electoral

Cuando Donald Trump recibió en el Salón Oval al presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, el vicepresidente norteamericano, JD Vance, lo reprendió por haber hecho campaña a favor de los demócratas durante los comicios de 2024. El reproche tuvo que ver con una visita a una fábrica de municiones de un Estado electoral clave, Pensilvania, en septiembre, y con una reunión con la entonces candidata demócrata, Kamala Harris, en Washington. La guerra de Rusia contra su país quedó en un segundo plano, supeditada, en realidad, a la buena relación personal del anfitrión con Vladimir Putin. En esos términos, más cercanos al interés particular que al nacional, Trump respaldó desde el llano en 2022 al primer ministro de Hungría, Viktor Orban, y, de vuelta en la Casa Blanca, a Karol Nawrocki en las presidenciales de Polonia de 2025. Entre afinidades ideológicas y rencillas políticas, la diplomacia electoral consiste en encasillar gobiernos o candidatos, de modo de alentarlos o denigrarlos. Por esas pasaron el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, acusado sin basa de persecución de blancos, y el canciller de (leer más)

Política

La bronca peruana no afloja

La marcha de la bronca continúa en el Perú. La destitución de la anterior presidenta, Dina Boluarte, y la inmediata investidura de José Jerí, lejos estuvieron de calmar los ánimos. En apenas cinco días, las calles volvieron a arder con protestas que dejaron un muerto, y 88 policías y 32 civiles heridos. El fallecido por un disparo de la policía durante los disturbios en Lima resultó ser el cantante de hip hop Eduardo Ruiz, de 32 años, conocido como Truko. La crisis, después de apilar siete presidentes en siete años, no tiene fin aparente con elecciones en abril de 2026 y la asunción de un nuevo mandatario tres meses después. Una eternidad en medio del caos. La generación Z (nacidos entre 1997 y 2012) encendió la mecha de los reclamos hace un mes contra una ley que obligaba a los jóvenes a hacer mayores aportes para las pensiones, lo cual reducía sus magros ingresos. El Congreso derogó la norma en cuestión, pero, como en otras latitudes, el descontento contra los políticos, con la bandera pirata (leer más)

Sociedad

Prohibido prohibir

El caldo social de las protestas masivas en Nepal, Indonesia, Filipinas, Bangladesh, Madagascar, Marruecos, Perú y otras comarcas, más allá de la distancia geográfica y cultural, coincide en un reclamo: la falta de oportunidades y la corrupción endémica. Un lastre intolerable. Especialmente, para los nacidos entre 1997 y 2012. Se trata de la generación Z, la primera de nativos ciento por ciento digitales. Tienen entre 13 y 28 años. A diferencia de la generación X, esa franja no vive la transición desde lo analógico. Le resultan familiares tanto el streaming (Spotify, Netflix) como las redes sociales (Instagram, TikTok, YouTube). Cada rebelión tiene sus características. Cuando estalló la Primavera Árabe, en los albores de 2011, todo el mundo pensó que aquellas protestas laicas y políticas, no religiosas, apuntaban al establecimiento de democracias más o menos firmes, con alternancia en el poder e instituciones capaces de terciar entre el legado oprobioso de las tiranías y los dictados radicales del islam en Medio Oriente. Las protestas propiciaron cambios de regímenes en Túnez, Egipto y Libia que no mejoraron (leer más)

Sociedad

Anatomía de un fracaso

Casi dos años después de las atrocidades cometidas por Hamas en Israel, todos los esfuerzos de la comunidad internacional para detener el brutal embate de ese país contra la Franja de Gaza con el guiño de Estados Unidos caen en saco roto. Hasta la añeja solución de los dos Estados, ahora alentada por Francia y Arabia Saudita y votada por la mayoría de los 193 Estados miembros de la Asamblea General de la ONU, choca con la repulsa de algunos gobiernos, incluido el de Argentina, como si la guerra respondiera a un viejo dogma: la conquista de territorios al estilo de Rusia en Ucrania. Estados Unidos fue el único de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad que rechazó una resolución para el alto el fuego. Los otros, Rusia, China, Francia y Reino Unido, así como los 10 miembros no permanentes, votaron a favor mientras Israel se prepara para la ofensiva final y bloquea a cal y canto las salidas. En algunos casos, el aviso llega una hora antes del siguiente ataque. «Gaza arde», (leer más)

Política

¿Alto el fuego a tres bandas?

De ser por Donald Trump, Volodimir Zelenski debe ceder la región del Donbás y renunciar a su aspiración de recuperar la península de Crimea, arrebatada en forma ilegal en 2014, y de incorporarse a la OTAN para alcanzar un principio de acuerdo con Rusia. La oferta no es del presidente de Estados Unidos, sino de su alter ego ruso, Vladimir Putin. Sin las garantías de seguridad que reclaman los siete aliados europeos que arroparon al mandatario ucraniano en la Casa Blanca, donde el 28 de febrero había sido humillado, el virtual alto el fuego a tres bandas podría patinar en la primera curva. En medio de las negociaciones, Trump mantuvo un diálogo telefónico de unos 40 minutos con Putin. Algo inusual en esas cumbres, quizá tanto como la camaradería en la reunión bilateral que mantuvieron unos días antes en Alaska, territorio ruso comprado por Estados Unidos en 1867. Putin, imputado por crímenes de guerra por la Corte Penal Internacional en 2023, fue recibido con alfombra roja en la Base Conjunta Elmendorf-Richardson y paseó en La (leer más)

Política

Paz a plazo fijo

Si la OTAN nació para joder a Estados Unidos, como soltó Donald Trump en su primera reunión formal de gabinete, Vladimir Putin tiene aún más méritos. En el festival de  aranceles que reparte a diestra y siniestra, el presidente norteamericano amenaza a Rusia y sus socios bélicos con un 100% de aranceles adicionales si no termina la guerra contra Ucrania en 50 días y, contradictorio al fin, le promete ayuda militar a Volodimir Zelenski, después de haberlo avergonzado en el Salón Oval, vía OTAN, a la que puso entre la espada y la pared si no aumenta del 2% al 5% sus gastos de defensa. En medio de la crisis del atlantismo con la OTAN, Trump se bambolea en sus críticas contra Putin y contra Zelenski. Con uno está enfadado por no haber cesado la agresión contra Ucrania: “Mis conversaciones con él son muy agradables, y luego los misiles estallan por la noche”. Con el otro también está que arde porque le parece poco dispuesto a comprometerse en un tratado de paz. Pacto que, aclaremos, (leer más)

Economía

El nuevo realismo, versión Trump

Lo llaman nuevo realismo. Se trata de una forma elegante de explicar la política exterior de Estados Unidos. Algo así como un reconocimiento de las esferas de influencia sin incurrir en el intervencionismo del pasado con el fin de evitar conflictos con grandes potencias, como China, más allá del zarandeo mutuo de porcentajes y sanciones. La guerra comercial transita ahora por otra vía: Donald Trump amenazó con imponerles aranceles desproporcionados a las importaciones de 14 países. Entre ellos, aliados como Japón, Corea del Sur, Tailandia y Bangladesh. ¿Cómo lo comunica? Por carta. A la antigua. Por esa razón, el secretario de Estado, Marco Rubio, canceló sus visitas a Tokio y Seúl. Una señal de las renovadas tensiones. En respuesta, el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, sometido a acusaciones sin fundamento de persecución de blancos en su país cuando estuvo en el Salón Oval con la ingrata compañía de su compatriota Elon Musk, luego separado del gobierno norteamericano, sostuvo que el arancel del 30% que Trump pretendía imponerle lejos estaba de ser acertado. El presidente en (leer más)

Sociedad

See you later, alligator

En tiempo récord, apenas ocho días, Donald Trump concretó su último gran proyecto inmobiliario. Se trata de un enorme complejo construido en una pista aérea abandonada dentro de la Reserva Nacional Big Cypress, cerca del Parque Nacional de los Everglades, en Florida. Tiene capacidad para 3.000 personas. Está rodeado de 8.500 metros de alambre de púas. Cuenta con 200 cámaras de seguridad. Lo vigilan 400 guardias. Pronto, si todo marcha según sus planes, podrá albergar a 2.000 personas más. Nada que envidiarle a Guantánamo, en Cuba, o al Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), de su amigo Nayib Bukele. En los humedales que rodean el Alligator Alcatraz, construido gracias a los buenos oficios del gobernador de Florida, Ron DeSantis, caimanes de hasta cuatro metros de longitud conviven en los pantanos con serpientes, mosquitos y otras alimañas. Trump bromeó durante la inauguración: “Les vamos a enseñar cómo huir de un caimán si escapan de la prisión. No corran en línea recta. Corran así –dijo, moviendo la cadera–. ¿Y saben qué? Sus posibilidades aumentan alrededor de un uno (leer más)

Sociedad

La guerra interna de Irán

«Estimados ciudadanos de Irán: Comprendemos su difícil situación bajo las duras condiciones impuestas por el régimen. En los últimos días, hemos recibido numerosos mensajes de personas preocupadas por el incierto futuro actual. Incluso quienes se identifican como miembros de las instituciones de seguridad del régimen nos han expresado su temor, desesperación e ira por lo que está sucediendo en Irán y nos han pedido que contactemos con las autoridades israelíes para que Irán no corra la misma suerte que Líbano y Gaza«. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) emitieron este escueto y curioso comunicado en idioma farsi o persa. Instan a los civiles iraníes, en medio del pánico por el fuego cruzado, a tomar contacto con el Mossad, la agencia de inteligencia de Israel. Si bien aclaran que “no somos la autoridad competente para tales solicitudes, lo mínimo que podemos hacer es remitirlos a través de este enlace (el de las FDI) al sitio web del Mosad«, continúa. Esto ocurre después de la ejecución de un iraní condenado por espiar para el Mossad, precisamente, (leer más)

Política

Duelo de titanes

Para tiempos de monarcas con matrícula democrática, Nicolás Maquiavelo dejó escrito: “El príncipe de nuestros días debe predicar la paz y la lealtad, pero por dentro debe ser enemigo de una y de la otra”. Con fingida mano de seda, el hombre más poderoso del mundo siguió ese consejo. Le entregó una novedosa llave dorada de la Casa Blanca al hombre más rico del mundo. Un desenlace histórico y envenenado resultó ser el despido del empleado especial más fulgurante del gobierno de Estados Unidos. La luna, o Marte, les dijo que había llegado el final después de más de 130 días de armoniosa convivencia. El adiós, con un discurso de Donald Trump cargado de elogios, desató mil demonios en Elon Musk. Minutos antes, sin necesidad de cobrar viáticos en su afán de podar gastos federales desde el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), Musk volaba en sus aviones, pernoctaba en sus residencias y se relacionaba con sus hijos. La piedra de toque fue el Proyecto de Ley Grande y Hermoso (One Big, Beautiful Bill Act) que (leer más)

Cultura

Disciplina a la carta

“La geopolítica no sólo está muy vigente, sino que se ha pluralizado en su componente esencial, es decir, el territorio”, señala Alberto Hutschenreuter, doctor en Relaciones Internacionales, en su nuevo libro, La geopolítica nunca se fue, Los grandes acontecimientos mundiales en clave política, territorial y de poder, publicado por Editorial Almaluz. La premisa es clara: “En breve, la geopolítica se halla por todas partes y hasta resulta una ironía que, a más de tres décadas de haberse decretado el final de la geopolítica, sea la geopolítica el mayor desafío a la globalización”. Se trata, como dice Hutschenreuter, de “una disciplina que nació hace poco más de un siglo, pero su práctica, que implica centralmente intereses políticos volcados o proyectados sobre territorios o espacios geográficos con fines (corrientemente) asociados a lograr ganancias de poder, es protohistórica”. Hutschenreuter, autor de  El descenso de la política mundial en el siglo XXI, Ni guerra ni paz y  Horizonte incierto, reflexiones sobre el presente de la política mundial, reflexiona ahora sobre la resignificación de la geopolítica “no solamente quitando del (leer más)

Sociedad

El legado de Francisco

Francisco habló de “un cambio de época, no de una época de cambio”. Su sucesor, León XIV, empuña ahora el timón de la barca de la Iglesia. Una barca que navega en un mar encrespado por profundas desigualdades sociales entre olas de migrantes, refugiados y desplazados mientras acechan los nubarrones de la mayor cantidad de conflictos armados desde el final de la Segunda Guerra Mundial. A 80 años de su desenlace, la humanidad enfrenta aquello que el papa argentino o “del fin del mundo”, como se hizo llamar en su primera aparición en la Basílica de San Pedro, denominó “Tercera Guerra Mundial por partes”. León XIV, nacido en Chicago, coincide con Donald Trump en la nacionalidad. Nada más. Robert Francis Prevost, como su antecesor, aboga por la paz. “Una paz desarmada, desarmante” por la cual abogó desde el balcón. Trump insiste en terminar la guerra de su alter ego Vladimir Putin a cambio de la cesión a Rusia del territorio usurpado en Ucrania y de obtener un beneficio económico merced al acceso a los minerales (leer más)