Catalejo

¿Qué te hace feliz?

La familia, los amigos, la salud, la estabilidad laboral y la tranquilidad económica, entendida como llegar a fin de mes, determinan la satisfacción de las personas. Esos factores hacen que la gente sea feliz. Lo otro, empezando por la política, pasa a ser secundario. Algo que ocurre fuera de casa, como el solazo en el verano o la nieve en el invierno. Un estudio del Pew Research Center, para el cual fueron consultados casi 19.000 adultos de 17 economías avanzadas, revela no sólo eso, sino también la lejanía de aquello que mantiene en vilo a las cúpulas del poder, cada vez más divorciadas de las necesidades de la población. Un sondeo anterior, realizado en 34 países, revelaba que más de la mitad de los ciudadanos en el mundo no está satisfecha con el funcionamiento de la democracia. Los motivos: frustración con la clase política e inestabilidad económica. El monopolio de la virtud consiste en estos tiempos en apartarse de los partidos tradicionales, desangelados en casi todas las latitudes, y transitar por el centro o abrazar (leer más)

Actualidad

La farsa electoral de Nicaragua

Finalmente, el gobierno de Daniel Ortega y de su mujer, la vicepresidenta Rosario Murillo, consumó la farsa electoral en Nicaragua. Una victoria sin atenuantes ni adversarios. No porque no hubiera candidatos opositores, sino porque la mayoría terminó presa e inhibida antes de las presidenciales con el pretexto de “realizar actos que menoscaban la independencia, la soberanía y la autodeterminación”. Argucia hecha ley por la Asamblea Nacional a finales de 2020, de modo de aceitarle el terreno a Ortega para su quinto mandato, el cuarto consecutivo. La oposición quedó bloqueada como en las anteriores, las de 2016. Entonces, por la Corte Suprema. Esta vez, el mejor discípulo de la dinastía Somoza, a la cual derrocó al frente de la Revolución Sandinista de 1979, apeló a otro poder, el Legislativo. En la norma de título pomposo y apenas dos artículos, Ley de Defensa de los Derechos del Pueblo a la Independencia, Soberanía y Autodeterminación para la Paz, estampó su firma la diputada Loria Dixon Brautigam, primera secretaria de la Asamblea Nacional. Una excusa para iniciar la razzia (leer más)

Sociedad

Bla, bla, bla

La crisis sanitaria eclipsó la emergencia climática en 2020. Comprensible. Hasta cierto punto. Un año después, con repetición de incendios, sequías, inundaciones, huracanes y olas de calor sin precedente, la cumbre mundial sobre el cambio climático COP26 o Conferencia de las Partes arroja un resultado provisional magro. “Bla, bla, bla”, a los ojos de la activista sueca Greta Thunberg. Dos contradicciones. La primera: en un par de días aterrizaron en Glasgow, Escocia, unos 400 aviones. Dejaron una huella de 13.000 toneladas de dióxido de carbono entre desplazamientos aéreos y terrestres. La segunda: los faltazos del país más contaminante del planeta, China, y de Rusia. El grito de Greta, “bla, bla, bla”, anticipa el fracaso de dos semanas de sesiones, entre el 31 de octubre y 12 de noviembre, a cinco años y once meses de la firma del Acuerdo de París sobre el cambio climático. La ONU consiguió el 12 de diciembre de 2015 el compromiso de 195 naciones para detener el aumento de la temperatura mundial merced a la eliminación progresiva de los gases (leer más)

Actualidad

Afganistán, punto y aparte

El 911, número de teléfono de emergencias en Estados Unidos, pasó a ser el símbolo de un aniversario doloroso. El de los atentados del 11 de septiembre de 2001. Veinte años y monedas después hubo otra catástrofe: la caída de Afganistán en manos de la supuesta versión edulcorada del régimen talibán. El mundo pasó página rápidamente, como si se tratara de un episodio más de la segunda temporada de una serie de televisión, mientras decenas de personas intentaban huir del tormento de la sharía (ley islámica). Uno de cada tres afganos no sabe “de dónde saldrá su próxima comida”, dice el secretario general de la ONU, António Guterres. La odisea empezó a finales de agosto con la fuga del presidente Ashraf Ghani y el retiro de las tropas norteamericanas después de 20 años de ocupación. La consternación de los afganos, en su afán de huir de la inminente opresión, provocó estupor durante unas semanas en la comunidad internacionales. Un rato, en realidad. Después, punto y aparte. O el repaso del fiasco de cuatro presidentes de (leer más)

Economía

Temporada europea de divorcios

Cuando el Grupo de Visegrado cumplió 30 años, en febrero, pocos recordaron el compromiso de cooperación y de respeto a los derechos humanos de los mandatarios de Polonia, Lech Walesa; de Hungría, József Antal, y de la extinta Checoslovaquia, Václav Havel. Había caído la Unión Soviética. En 1991 nadie planteaba divorcios. Al contrario. Esa alianza, que debe su nombre a la ciudad húngara, asumió como meta la integración en la Unión Europea y en la OTAN. Los gobiernos de dos de los cuatro miembros actuales, Polonia y Hungría, no parecen estar tan seguros como antes. Otro, Eslovaquia, pasó a ser la excepción. Los partidos de la presidenta Zuzana Čaputová y del primer ministro Igor Matovič adhieren a la continuidad en el bloque de los 27. Si el Brexit resultó ser un golpazo para la Unión Europea, más allá de su inconsistente resultado para el Reino Unido, la deriva autoritaria de Polonia y de Hungría no deja de provocarle migraña al continente, así como las buenas migas de la República Checa, el cuatro miembro, con el (leer más)

Actualidad

La democracia pandémica

¿Es culpa de los representantes o de los representados? En esa encerrona está la democracia latinoamericana. Los síntomas de malestar de 2019, con estallidos sociales en diversas latitudes, se vieron agravados por las erráticas gestiones gubernamentales de la pandemia. Cuando tocan elecciones, la ciudadanía tilda de incompetentes a los políticos. Y los políticos, frente a un eventual resultado adverso, sospechan de algún grado de irracionalidad en la ciudadanía. La excusa de los derrotados: casi todos los gobiernos mordieron el polvo en este larguísimo año y tres cuartos de confinamientos, mascarillas y vacunas. ¿Casi todos? No tantos como parece. La oposición más poderosa convive en el seno de las coaliciones, formadas, a veces, por partidos que no comulgan entre sí. Lo cual complica las cosas. Primero hacia dentro: cómo armonizar el discurso. Después hacia fuera: cómo convencer a un electorado no cautivo, presa de las zozobras económicas y, en términos políticos y psicológicos, quemado. Literalmente, quemado. Las elecciones, postergadas en algunos países por la crisis sanitaria, no despiertan el entusiasmo deseado, sino apenas una tímida esperanza (leer más)

Política

Moneda en el aire en Alemania

Misión cumplida. Angela Merkel vuelve a casa, tiempo completo, después de 16 años como canciller de Alemania. ¿Cuándo? Esa es la cuestión. El ajustado resultado de las elecciones de su país deja la moneda en el aire. La ciudadanía les hizo saber a los partidos políticos que no quieren el gobierno de uno de ellos, sino el de una de coalición. La deberá definir el Bundestag (Parlamento federal), ahora con 735 miembros, antes con 709, entre el socialdemócrata Olaf Scholz, vicecanciller desde 2018 y ministro de Finanzas, y el conservador Armin Laschet, gobernador de Renania del Norte-Westfalia. El cargo de canciller no se elige en forma directa, más allá de que Scholz haya obtenido una ventaja ínfima. Tanto uno como el otro se proponen formar gobierno. El presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, no puede otorgarle mandato a ninguna de las fuerzas en pugna, el Partido Socialdemócrata (SPD) o la Unión Demócrata Cristiana (CDU), hasta que terminen las negociaciones en el Bundestag. Final abierto, entonces, con una única evidencia: la incertidumbre para Alemania y para Europa. (leer más)

Actualidad

Las otras erupciones

En el mundo hay alrededor de 70 erupciones por año de los 1500 volcanes que permanecen activos. El Cumbre Vieja, de la isla de La Palma, en las Canarias, España, destruyó en un santiamén más de un centenar de viviendas y forzó la evacuación de miles de personas. La catástrofe coincide con otras plasmadas en la inauguración de un nuevo período de sesiones de la Asamblea General de la ONU. En ese ámbito, los mandatarios pasaron revista de la desapareja distribución de las vacunas contra el COVID-19 y de los leves avances en otra batalla crucial. La del cambio climático. Si el coronavirus desnudó la enorme desigualdad de un planeta en erupción por razones políticas, económicas y sociales, el inequitativo reparto de las vacunas ensancha aún más la rendija entre los países ricos y pobres y, dentro de sus fronteras, la puja entre los vacunados y los no vacunados o entre los partidarios del uso de mascarillas y los que sienten que atenta contra la libertad individual. En un contexto plagado de erupciones, inundaciones, sequías, (leer más)

Economía

¿Dónde hay un mango, viejo Gómez?

El billete de mayor denominación de Argentina, el de mil pesos, equivale al de menor valor y tamaño del euro, el de cinco. El de más ceros de Venezuela, de un millón de bolívares, apenas araña un cuarto de dólar norteamericano. En el ranking de Currency Watchlist (Observatorio de Divisas) que elabora Steve Hanke, economista de la Universidad John Hopkins, la moneda argentina figura sexta después del bolívar venezolano, la libra libanesa, el dólar zimbabuense y las libras sudanesa y siria. Una caída en picada por la cual Argentina alcanzó en 2020 el deshonroso séptimo lugar en el Índice de Miseria, que también confecciona Hanke. La condición humana, explica, zigzaguea “entre ser miserable y ser feliz. En la esfera económica, la miseria deriva de la alta inflación, los costos elevados de los préstamos bancarios y el alza del desempleo”. Variables que requieren una vacuna de una sola dosis. La del crecimiento. En igualdad de condiciones, agrega Hanke, “la felicidad tiende a florecer cuando el crecimiento es fuerte, la inflación y las tasas de interés son (leer más)

Política

Candidato ruso por triplicado

Cuando los ciudadanos de San Petersburgo acudan a las urnas el domingo 19 de septiembre para renovar el parlamento regional deberán estar muy atentos. Tres boletas tendrán el mismo nombre y fotos de una persona con el mismo aspecto. El problema es que no corresponden al mismo candidato por el Partido Liberal Yabloko, el diputado Boris Vishnevsky, opositor al presidente de Rusia, Vladimir Putin. Corresponden a Vishnevsky, el original, y a dos dobles que se pusieron su nombre, se raparon para parecer calvos y se dejaron crecer la barba encanecida, de modo de confundir a los electores. Insólito. Vishnevsky, de 65 años, compite consigo mismo por triplicado. Los dos fantasmas aparecieron en las boletas. Uno que antes se llamaba Viktor Bykov, tenía bastante pelo, no usaba bigote y barba ni exhibía credenciales políticas, excepto su adhesión al partido de Putin, pasó a ser Boris Vishnevsky. El otro, antes Alexei Shmelev, también ajeno a la política, era el  director de ventas en una empresa de San Petersburgo. ¿Es legal? Sí, según la Comisión Electoral, pero no (leer más)

Catalejo

Hablar a gritos

Una docente increpó con vehemencia a un alumno. Fue un arranque de ira a favor de la vicepresidenta Cristina Kirchner y en contra del expresidente Mauricio Macri en una escuela secundaria de Ciudad Evita, partido bonaerense de La Matanza. La sancionaron. El presidente Alberto Fernández creyó oportuno defenderla en su condición de profesor de la Universidad de Buenos Aires: “Que haya tenido el debate es formidable, porque invita a pensar». ¿A pensar o a taladrar el cerebro de aquel que piensa diferente, como si hablar a gritos fuera una fórmula eficaz para hacerlo cambiar de parecer? A pensar, en todo caso, invita el libro Hablar con los demás, de Máximo Paz, publicado por La Crujía. En el aula no hubo un debate, sino una arenga. En tiempos de efervescencia política en Argentina, con una campaña mediocre para las elecciones de medio término, no pocos candidatos suponen que resulta efectivo alzar la voz y tener la última palabra. Los políticos no viven en una burbuja. Son el reflejo de una sociedad polarizada que antes de los (leer más)

Actualidad

¿Misión cumplida?

Misión cumplida. ¿Misión cumplida? El fracaso fortifica a los fuertes, según Antoine de Saint-Exupéry, autor de El Principito. ¿Quiénes son los fuertes? Los talibanes, más allá de la perorata de Joe Biden sobre el final de la guerra más larga de la historia. El fracaso, como la necesidad, tiene cara de hereje. Palabra que no sólo se atribuye a la persona que niega alguno de los dogmas establecidos por una religión, sino también al descreído. Esa impresión dejó Estados Unidos después de dos décadas de ocupación militar en Afganistán. La de un mundo desconfiado de su autoridad como nación indispensable. ¿Es el final de una era, como pudo serlo para Gran Bretaña la debacle del Canal de Suez, en 1956, o para la Unión Soviética el retiro de Afganistán, en 1989, poco antes de la caída del Muro de Berlín y de su propia desintegración? Biden, a diferencia George W. Bush en Irak, no pudo celebrar una victoria. En aquella guerra tampoco Estados Unidos podía jactarse de haber resuelto el problema con la ejecución de (leer más)

Política

La versión edulcorada de los talibanes

Contada en primera persona por Malala Yousafzai, la chica que sobrevivió al intento de asesinato de los talibanes en Pakistán y resultó ser la ganadora más joven de la historia del Premio Nobel de la Paz, la versión edulcorada de los nuevos patrones de Afganistán se diluye de inmediato. Malala recuerda su infancia: “Cuando los talibanes tomaron mi ciudad natal en el valle de Swat en 2007 y poco después prohibieron que las niñas recibieran educación, escondí mis libros bajo mi largo y grueso chaúl y caminé a la escuela con miedo. Cinco años después, cuando tenía 15 años, los talibanes intentaron matarme por alzar la voz sobre mi derecho a ir a la escuela”. Un derecho vedado a las mujeres por la sharía (ley islámica), así como trabajar fuera de casa y salir a la calle sin el burka y en compañía de un hombre de la familia. Malala, de 24 años, víctima del régimen talibán, recibió tres balazos en 2012. Iba en un autobús escolar. Rumbo al hospital militar en Peshawar, su padre, (leer más)

Actualidad

El embrión de otra teocracia

Pocos países adoptaron la teocracia como forma de gobierno: Irán, Mauritania, Arabia Saudita, Sudán y Yemen con la sharía (ley islámica) y el Vaticano con una monarquía cristiana encarnada en el Papa. ¿Está Afganistán, bajo las barbas del régimen talibán, en vías de convertirse en un emirato en el cual su eventual presidente o líder ejerza el poder político en calidad de ministro de Dios? La debacle de las instituciones democráticas, más allá de la corrupción, el narcotráfico el fraude y otros lícitos frecuentes, descarriló en el embrión de un gobierno de facto de dudosa credibilidad puertas adentro y de peligrosa caladura en la comunidad internacional. No se trata de un fenómeno aislado. Joe Biden subestimó al régimen talibán. En público, al menos, confió en que el retiro de las tropas norteamericanas acordado por su antecesor, Donald Trump, no iba a envalentonar a los creadores de Al-Qaeda. Estados Unidos invirtió o despilfarró 83.000 millones de dólares desde 2001 en entrenar y equipar a los militares afganos en el refugio de Osama bin Laden, ejecutado 10 (leer más)

Sociedad

¿Debe ser obligatoria la vacunación?

Que la vacuna tal, que la vacuna cual, el mundo avanza a diferentes velocidades en el afán, supuestamente generalizado, de frenar la ola de contagios y de muertes por el coronavirus. En algunos países, con exceso de dosis. En otros, con escasez de la segunda. Y en otros, sin la primera ni la siguiente ni, menos aún, el potencial refuerzo de una tercera. La carrera contra la variante Delta, con mayor carga viral que las anteriores, tiene varios obstáculos. Desde el acierto hasta la impericia de los gobiernos y, cartón lleno, la resistencia de aquellos que desconfían de la vacuna o rezongan contra el autoritarismo de sus autoridades. Todo confluye en la madre de todas las dudas: ¿libertad individual o compromiso colectivo? Sólo el 14,7 por ciento de la población mundial recibió las dos dosis de la vacuna tal o cual, según Our World in Data. El 28,5 recibió una. Si en Europa se vacunaron con una dosis 85 de cada 100 personas, en Oceanía la proporción disminuye a 34. En Argentina, poco más de (leer más)