Venezuela refuerza la persecución política
El presunto atentado contra el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se ha convertido en una coartada del régimen para perseguir a los opositores políticos. Tras la detención arbitraria de Juan Requesens, diputado por el partido Primero Justicia, y la petición de cárcel para Julio Borges, expresidente de la Asamblea Nacional, exiliado en Bogotá, la oposición teme un nuevo proceso represivo que le permita al régimen de Maduro afianzarse en el poder. Además Estados Unidos ha reimpuesto un paquete de sanciones contra Irán tras haber levantado en forma unilateral el acuerdo nuclear. Las sanciones golpean la emisión de deuda, el comercio de metales y las transacciones con dólares y riales. El gobierno de Donald Trump, en tándem con el de Israel, confía en que agudizar la asfixia económica forzará a Irán a retirar su apoyo a grupos terroristas y a retroceder en lo que considera injerencias territoriales. Trump también apoya las protestas de ciudadanos molestos con la corrupción y con la debacle financiera en un claro guiño al rival regional de Irán, Arabia Saudita. El nuevo (leer más)