Pence, el bueno; Trump, el malo
Mike Pence mostró más cintura política que espalda ancha. En Argentina, una de las paradas de su gira por América latina, el vicepresidente de Estados Unidos zafó como pudo de una pregunta tan incómoda como recurrente. La pregunta giró sobre la verosimilitud de “la opción militar” contra Venezuela, lanzada en forma sorpresiva por Donald Trump. Tan inesperada fue la amenaza de Trump que Pence, con un pie en el avión, debió prepararse para descafeinarla y convenir con sus anfitriones en la necesidad de “una solución pacífica”, más allá de las sanciones políticas, jurídicas y económicas contra los jerarcas bolivarianos. El ultimátum de Trump contra Nicolás Maduro resultó ser más vago, pero no menos contundente, que la promesa de “una furia y un fuego jamás vistos en el mundo” contra Corea del Norte si su líder, Kim Jong-un, insiste en realizar pruebas nucleares. El presidente de China, Xi Jinping, alarmado, le pidió por teléfono a Trump que se ahorrara “palabras y actos” que pudieran “exacerbar” los ánimos en la península coreana. También lo llamó el presidente (leer más)