Política

Plegarias atendidas

El mayor rescate financiero de la historia puso a prueba el liderazgo político Sobre su escritorio, en el Salón Oval, Harry Truman tenía un letrero que decía: “The buck stops here! (del slang, ¡la bola se detiene aquí!)”. Era una forma de poner un límite a los debates y, más allá del resultado, asumir la responsabilidad de sus actos. Le pagaban para eso: para tomar decisiones y, con ellas, arriesgar su capital político. Comparte con Richard Nixon el deshonor de haber sido uno de los presidentes más impopulares de la historia. Sólo por un rato: George W. Bush se apresta a batir ambas marcas. El letrero de Truman suponía que siempre quería tener la última palabra. Bush también quiso tenerla, pero debilitó el orgullo nacional con su obsesión en restaurarlo tras la voladura de las Torres Gemelas y, agobiado por el colapso financiero, infundió más miedo que certidumbre en su afán de convencer a los republicanos y los demócratas de la necesidad de votar en primera instancia, en la Cámara de Representantes, el plan de (leer más)

Política

Curados de espanto

Era eso, no más: envidia. En la Argentina, a diferencia de cualquier otro país, las burbujas no se pinchan; se derrumban. Y, si se derrumban, cuidado: pueden provocar avalanchas. Estamos a salvo, sin embargo. Lo aseguró Cristina Kirchner: “El Primer Mundo, que nos habían pintado como la Meca a la que debíamos llegar, se derrumba como una burbuja”. ¿Tiene su merecido, entonces? Ni George W. Bush ni su secretario del Tesoro, Henry Paulson, ni el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, embarcados en tediosas negociaciones en el Congreso antes de tomar decisiones, “igualito a mi Santiago”, mencionaron una palabra de la exitosa fórmula para evitar que la burbuja se derrumbe: vivir aislados. La burbuja se derrumba en los Estados Unidos, no en la Argentina. ¿Cae el Merval? Nada de eso: las acciones acompañan el flaco índice de inflación que refleja el siempre confiable Indec. ¿Crece el riesgo país? Los “loros internacionales y de cabotaje” que “siempre pronostican caos y cataclismos” no pueden reprimir el resentimiento ni saben apreciar que, como insinuó la Presidenta, Walt (leer más)

Política

Con el corazón en la coca

El abrupto corte de la relación con EE.UU. deja a Bolivia a merced de Chávez En la región del Chapare, base operativa de Evo Morales, el eslogan de la campaña de 2005 era casi una excusa que prendía con vigor: coca no es cocaína. Tanto los miembros de la Federación del Trópico de Cochabamba (nombre de fantasía del sindicato de productores de coca) como los militantes del ahora oficialista Movimiento al Socialismo vitoreaban con los puños alto las alabanzas a “la hoja sagrada” y las acechanzas contra “los yanquis”. Todos compartían esa postura, excepto los militares bolivianos. Sus ingresos estaban subordinados a los fondos destinados por los Estados Unidos a la erradicación del cultivo de la materia prima de la cocaína. En casi tres años, esa situación no cambió. Desde su asunción como presidente, en 2006, Morales aceptó, por un lado, el flujo de dinero norteamericano, del orden de los 30 millones de dólares anuales, y rechazó, por el otro, las intromisiones en aquello que los bolivianos consideran intocable por ser parte de su cultura. (leer más)

Política

El cruce de los Andes

En ocasión del referéndum boliviano, Morales recreó el fantasma del imperio Preguntó el secretario de Defensa de los Estados Unidos, Robert Gates: “¿Qué podemos hacer para colaborar con el Consejo de Defensa de América del Sur?”. Respondió su par brasileño, el ministro Nelson Jobim: “Nada, mantenerse a distancia”. La réplica no sacudió con la fuerza de un vendaval los ventanales del Pentágono, donde se desarrollaba la reunión, pero a punto estuvo de darle un soponcio al anfitrión. No era usual que un país latinoamericano, aunque fuera un coloso como Brasil, rechazara con tanta firmeza una oferta norteamericana. Enterado del diálogo, Hugo Chávez no vaciló en celebrarlo como un home run  (ama el béisbol) y en contarlo como si se tratara de una proeza similar al cruce de los Andes: “Es eso: déjennos quietos –exclamó–. Y hay que decirlo en todos los aspectos: en lo político, en lo económico y en lo social”. Lo asoció de inmediato con el plan de Bolívar de crear una alianza militar en la región, como él mismo propuso para el (leer más)

Política

El chico de la tapa

Un dato de la época: el humorismo influye, en ocasiones, más que el periodismo Obama no simpatiza con su casi tocayo Osama ni reza en memoria de su homónimo Hussein (Saddam para los enemigos), pero lidia desde 2006 con la cruz de una imagen embarazosa. La captó una cámara indiscreta en una visita a Kenya. Lucía como un nacionalista islámico, con túnica y turbante. Creó dudas. Debió disiparlas de inmediato: el típico atuendo somalí, usual en el terruño de su padre, no significa que profese o haya profesado la religión musulmana. La ingrata coincidencia con la tirria hacia sus devotos en los Estados Unidos pudo haber puesto en riesgo su carrera política. En poder del sitio Drudge Report, famoso por haber destapado el romance de Bill Clinton con Monica Lewinsky, la foto galopó a la velocidad de la luz por Internet. Barack Hussein Obama, ahora candidato presidencial demócrata, se vio obligado a confirmar con creces su fe en Jesucristo y a impugnar con énfasis a sus detractores. Entre ellos, el representante republicano Steve King descargó (leer más)

Política

La comezón del octavo año

América latina puede hacer mucho más por sí misma que Obama o McCain En su octavo y último discurso sobre el Estado de la Unión, George W. Bush insinuó un renovado interés en América latina. Pareció resarcirse de una promesa incumplida. En 2001, cual prioridad en su agenda externa, vislumbraba “el siglo de las Américas”. Si era sincero, más allá de su reticencia a involucrarse en crisis ajenas, la voladura de las Torres Gemelas alteró sus planes. Ni algo tan caro para su gobierno como la reforma migratoria pudo concretar. Su legado, desfigurado por Irak y Guantánamo, quedó resumido en un par de gestos de desconfianza: la construcción del muro frente a México y la reposición de la IV Flota del Comando Sur. En casi ocho años, América latina no recobró preeminencia en los Estados Unidos. La perdió aún más. Hasta 2005, Bush insistió en el Area de Libre de Comercio de las Américas (ALCA). Fracasó. Obstinado, el eje de su política se centró en acuerdos bilaterales o regionales de ese tipo. Los demócratas, más (leer más)

Economía

País rico, país pobre

En el mejor momento económico, América latina enfrenta agudas crisis políticas Es un buen momento: la democracia se consolida, la economía crece, la inversión sube, la pobreza baja, la desigualdad no avanza, el precio de los commodities (materias primas) aumenta y los derechos humanos gozan de respeto. Es un buen momento para América latina y, sin embargo, esos progresos, y algunos más, se ven empañados por repentinos conflictos diplomáticos, agudos problemas sociales e inoportunas polarizaciones políticas. En lo externo, si no es por la inaudita crisis entre la Argentina y Uruguay por la pastera de Fray Bentos, estalla el pleito entre Colombia y Ecuador por las FARC o Hugo Chávez prepara, apunta y rompe relaciones con alguno de sus pares. En lo interno, si no es por la derrota no asumida de Andrés Manuel López Obrador en las presidenciales de México, estalla el pleito entre los Kirchner y el campo o Evo Morales prepara, apunta y denuncia un complot para dividir aún más a Bolivia. Curiosamente, en el ánimo de los promotores del referéndum de (leer más)

Política

La última cena

¿Por qué los mandatarios extranjeros omiten el país cuando recorren la región? Cada año, en todo el planeta, 60 millones de personas se radican en zonas urbanas; es una multitud equivalente a las poblaciones íntegras de la Argentina, Uruguay y Chile. En las ciudades reside desde 2008, por primera vez en la historia, más de la mitad de la población mundial, 3300 millones de personas. Y esto apenas empieza: en 2030 serán 5000 millones. El fenómeno es proporcional a la necesidad: el éxodo de las zonas apartadas crece por falta de oportunidades, sobre todo en los países en desarrollo. Y establece, por imprevisión de los gobiernos, apremiantes bolsones de pobreza. En los residentes urbanos menos favorecidos, dispersos en barriadas distantes y diferentes del planeta, impacta con más saña que en otros sectores el alza global del precio de los alimentos, de más del 80 por ciento en tres años. El tsunami silencioso, como acertó en definirlo Josette Sheeran, directora ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, amenaza con crear de golpe y (leer más)

Política

La Argentina puede esperar

¿Por qué los mandatarios extranjeros omiten el país cuando recorren la región? En la década del treinta, Nina Lee Weisinger y Marjorie Johnston concibieron un libro de lectura en castellano para estudiantes norteamericanos. Los otros americanos lleva por título. Uno de los protagonistas, Alberto, dice: “Buenos Aires se llama el París sudamericano. Para su tamaño tiene más millonarios que ninguna otra ciudad, y todo el mundo parece tener dinero. Como Nueva York, es una ciudad cosmopolita y se ve en sus calles gente de muchas nacionalidades que habla varias lenguas. Hoy día esta capital dista de Nueva York siete días por aeroplano”. Eran otros tiempos. Sin naves espaciales capaces de ir “en una hora y media a Japón, Corea y, por supuesto, a otro planeta el día en que se detecte que allí hay vida”, como presagió Carlos Menem, ni trenes de alta velocidad a Mar del Plata, Córdoba y Rosario, como prometió Cristina Kirchner. En coincidencia con la edición del libro, en 1934, aquellos porteños de fino pelaje no sólo miraban al cielo cuando (leer más)

Economía

Campo travieso

El Estado, visto como la solución tras los noventa, volvió a ser parte del problema A un campesino mexicano se le atribuye haber vaticinado, tras la declaración de la independencia de su país, que poco y nada iba a cambiar. La independencia de México era, para él, “otro cura en una mula diferente”. El cura representaba a la clase dirigente; la mula, al sistema de gobierno. La defensa del sistema de gobierno, si de la democracia se trataba, requería sustituir al cura. Esa aspiración se centra dos siglos después en sustituir a la clase dirigente. “Que se vayan todos es un lema que vale para la región completa”, concluye la versión 2007 del informe Latinobarómetro. La efervescencia social en América latina, traducida en reclamos sectoriales por promesas no cumplidas o por plegarias no atendidas, refleja una profunda debilidad de los partidos políticos. E incluso, como sucedió en la Argentina durante las protestas del campo por la imposición de retenciones móviles a la soja, en la autonomía de las bases respecto de los líderes. Esto coincide, (leer más)

Política

Setenta veces siete

Kosovo independiente es una buena carta electoral para Putin Cuando terminó la guerra de Kosovo, los soldados rusos arribaron a la provincia serbia antes que los tanques de la alianza atlántica (OTAN). Era lógico: los militares norteamericanos y europeos no habían puesto un pie en el terreno durante la represalia aérea contra el régimen de Slobodan Milosevic. Era lógico y era, también, una demostración de poder. Los bombardeos duraron 78 días. Entre el 24 de marzo y el 9 de junio de 1999 hubo 5000 víctimas de un solo lado, el serbio, y ninguna del otro. Con la ayuda de Boris Yeltsin, entonces presidente de Rusia, Milosevic sorteó la regla Galtieri: no cayó de inmediato por la derrota, sino un año y medio después. En ese lapso, los serbios no recibieron de su gobierno una admisión sobre el desenlace de la guerra. Sólo supieron que Kosovo, ocupada por 16.000 efectivos de la fuerza multinacional de paz (KFOR), adquiría el estatus de protectorado. En él, el Ejército de Liberación de Kosovo (UCK), considerado terrorista, narcotraficante y (leer más)

Política

Hasta siempre, comandante

Entre líneas, la renuncia de Fidel deja entrever que, en realidad, no se va del todo En las vísperas, Fidel reveló algo que, aunque fuera público y notorio, nunca había salido de su boca ni de su puño y letra: su “crítico” y “precario” estado de salud. Con esas palabras, el diagnóstico no pudo ser más preciso: la fragilidad del cuerpo doblegó, finalmente, la vitalidad del poder. En la posdata de su recado dejó dicho, sin embargo, que las dolencias intestinales por la cuales delegó en su hermano Raúl el mando, o parte de él, no lograron apartarlo por completo de la rutina en la que invirtió 49 de sus 81 años: ser Cuba. En los 568 días que transcurrieron entre el 31 de julio de 2006 y el 19 de febrero de 2008, el más pragmático y menos ideológico de los Castro esbozó con cierta timidez aquello que el otro, postrado sin retorno, jamás se hubiera atrevido a emprender: una virtual apertura. Tras la desintegración de la Unión Soviética, más solo que la una (leer más)

Política

Tan lejos de Dios, tan cerca de los Estados Unidos

Más allá de la coyuntura, el éxito o el fracaso de América latina está íntimamente ligado a la suerte de su vecino del Norte Un ciego estaba sentado en la vereda. Sobre sus rodillas tenía una gorra. A un costado, un cartel escrito con tiza decía: “Ayúdeme, por favor, soy ciego”. Daba pena. Un publicista se acercó a él, escribió algo en el cartel y, sin mediar palabra, se marchó. Horas después, la gorra rebosaba en dinero. El publicista regresó. Lo reconoció el ciego por sus pasos. Le preguntó qué había escrito en el cartel. “El mismo mensaje, pero con otras palabras”, respondió el publicista. El cartel decía ahora: “Estamos en primavera y no puedo verla”. La modificación del mensaje, cual moraleja, supone la necesidad de cambiar de estrategia si algo no sale como uno se lo propone. Desde que declararon la guerra contra Irak, los Estados Unidos perdieron la visión de ese país y del mundo: pudo disminuir la violencia entre chiítas y sunnitas gracias al incremento del contingente militar, pero lejos quedaron las (leer más)

Política

En casa manda él, pero ella toma las decisiones

Si bien la imagen del líder masculino está intacta, se supone que las mujeres no son propensas a caer en la corrupción Le pregunté a Mary McAleese, presidenta de Irlanda, por qué no llevaba cartera como la mayoría de las mujeres: “Siempre llevo a mi marido –respondió con naturalidad–. Martin lleva el dinero, las llaves y todo eso que una suele cargar en la cartera. Yo prefiero llevar solamente a mi marido”. Era broma, pero hablaba en serio. Martin estaba sentado a su lado, impertérrito, sonriente, orgulloso de su papel de primer caballero (o cónyuge de la primera mandataria). En su país, desangrado durante años por la ira del IRA, que una mujer fuera presidenta no era novedoso: Mary Robinson, su antecesora, había sido la primera. Lo del género es relativo, en realidad. No era extraño que Martin llevara en sus bolsillos los artículos de primera necesidad de su mujer. Poder y dinero nunca dejaron de ser asuntos masculinos. En España, con una vicepresidenta primera del gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y un (leer más)

Política

Nosotros, que nos queremos tanto

Nunca hubo mejores condiciones para la integración regional y, a la vez, nunca hubo tantos enconos capaces de trabarla Dos amigos observan a una mujer. Dice uno: “Tú la ves descansando sobre el brazo de aquel hombre. Sólo que ayer descansaba así sobre el mío”. Replica el otro: “Y mañana se posará sobre el mío”. Dice uno: “Mírala sentada junto a él. Fue sólo ayer que se sentaba junto a mí”. Replica el otro: “Mañana se sentará a mi lado”. Y así, mientras la mujer bebe de la copa de su pareja, contempla su rostro y susurra a sus oídos, uno memora el pasado y el otro vislumbra el futuro con ella. Hasta que uno concluye que esa mujer es extraña. Replica entonces el otro: “Ella es como la vida, poseída por todos los hombres; y como la muerte, conquista a todos los hombres; y como la eternidad, envuelve a todos los hombres”. ¿Es América latina como la mujer descripta por Gibrán Jalil Gibrán en el cuento Ayer, hoy y mañana? Es, al menos, como (leer más)