Tres cuartos perfil terrorista
Desde el atentado fallido de Navidad, aquel que pretende ir en avión es sospechoso Tras dos guerras mundiales y otros horrores, los europeos están curtidos frente a las agresiones externas. Las internas son más difíciles de asimilar. ¿Es posible que tres de los cuatro suicidas que atentan en 2005 contra la red de trenes subterráneos de Londres sean británicos de segunda generación? Peor aún: “No hay un perfil firme para identificar quién puede ser vulnerable a la radicalización”, concluye la Cámara de los Comunes. Cualquier persona no del todo cuerda puede morir matando por decisión propia o de Al-Qaeda. En el verano siguiente, terroristas con pasaportes británicos pretenden hacer estallar con explosivos líquidos varios aviones en vuelo de Heathrow a los Estados Unidos. Las fuerzas de seguridad, con cooperación internacional, intervienen a tiempo. Tres meses después, en noviembre de 2006, la Unión Europea limita el transporte de líquidos en los aviones. La medida restringe la libertad de millones de pasajeros. Es la reacción anticipada ante ataques que no logran concretarse. Hasta 2001, los Estados Unidos (leer más)