La piedra en el zapato
Los periodistas no son fiscales ni ejecutores de los sujetos que la mayoría rechaza Lo llamó “perro” y probó puntería. Cual lanzador de las Grandes Ligas de Béisbol, Muntadar al-Zeidi procuró hacer justicia por mano propia. Con los tiros malogrados de sus zapatos contra George W. Bush quiso expresar, en un rapto de ira, la impotencia de su pueblo por la ocupación de Irak. Lo arrestaron de inmediato. Abogados de toda laya se ofrecieron para defenderlo. Lo molieron a palos en una celda del palacio de la presidencia. Lo procesaron por “insultar públicamente al presidente de los Estados Unidos”. Le pidió disculpas al primer ministro de su país, Nuri al-Maliki, de modo de rebajar la pena. Ya había cobrado notoriedad: de reportero ignoto del canal satelital Al Baghdadia pasó a ser estrella de CNN y YouTube. ¿Era su objetivo ser hasta el inspirador de un videojuego de hechura británica llamado “sock and awe (calcetín y sobrecogimiento)”, ironía de la consigna “shock and awe (conmoción y sobrecogimiento)” empleada por los Estados Unidos para tumbar a Saddam (leer más)