Sombras de la China
Quien gana el combate es fuerte; quien evita el combate, y gana, es poderoso. Sabiduría china. Resumida en una cita de Sun Tzu, autor de El Arte de la Guerra: “Hacer rendir al enemigo sin luchar es la cima de la perfección”. China aún no hizo rendir al enemigo sin luchar ni, muchos menos, alcanzó la cima de la perfección, pero cobró altura de águila con el histórico acuerdo comercial que rubricó con los Estados Unidos. Es algo más que un pacto por el cual se compromete a reducir aranceles y permitir la radicación de empresas de telecomunicaciones y de servicios financieros en sus dominios. Es algo más, también, que el primer peldaño hacia la inscripción del último coloso comunista en el mayor club capitalista, la Organización Mundial de Comercio (OMC). Es un cambio de actitud. Que procura confirmar, a metros de la cima del siglo, el final de una era de absolutismos y de revoluciones. Un reguero de absolutismos (caso Rusia, caso China, principales exportadores) a cambio de otros absolutismos devino en democracias (en (leer más)