Juego de patriotas
Si el futuro pertenece a los patriotas, no a los globalistas, como dejó dicho Donald Trump ante la Asamblea General de la ONU, tanto él como el primer ministro británico, Boris Johnson, están en problemas. La integración en bloques desde la década del noventa, durante el apogeo de la globalización, permitió a muchos países liberarse del yugo de los golpes y de las revoluciones. No es el caso de Estados Unidos ni el del Reino Unido, sujetos ahora a la evaluación de los excesos de sus mandatarios. Líderes alfa que se ven a sí mismos como fundadores de movimientos, más allá de los partidos a los cuales representan. El juego de patriotas llevó Trump a comprometer al presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, en la investigación de las actividades en su país de Hunter Biden, hijo del exvicepresidente Joe Biden, como ejecutivo de la empresa de gas Burisma Holdings. Novato, Zelensky accedió a su pedido. La Cámara de Representantes de Estados Unidos, de mayoría opositora, impulsa un proceso de destitución o impechament contra Trump por la (leer más)