La excepción mexicana
En un mapa latinoamericano que gradualmente se destiñó de pretendidas izquierdas con capitalistas amigos, Andrés Manuel López Obrador parece desentonar, aunque su discurso diste de emparentarse con el de aquellos que le desearon la victoria, como Cristina Kirchner, Rafael Correa y Ernesto Samper, entre otros. En tiempos de Donald Trump cambió el mundo y cambió México. Y también cambió López Obrador, antes cercano a Hugo Chávez, ahora empecinado en dar vuelta la tortilla en un país sumido en la inseguridad, la impunidad y la corrupción bajo el estigma del narcotráfico. Más de 130 políticos y siete periodistas han sido asesinados este año. Finalmente, los planetas y los mosquitos, como auguró Jesús Silva-Herzog Márquez, profesor del Tecnológico de Monterrey, se alinearon para convertir en presidente de México a López Obrador. La tercera resultó ser la vencida para AMLO, por sus iniciales, o El Peje, apócope de pejelagarto, pez típico de su Tabasco natal. López Obrador era en 2006 el escollo de Felipe Calderón, sucesor de Vicente Fox, ambos del Partido Acción Nacional (PAN). En 2012 ocupó (leer más)