Pandemia «controlada»

En las “democraduras”, entre las cuales el autor incluye al gobierno de México, la intolerancia y el hostigamiento hacia los periodistas son un sello




Andrés Manuel López Obrador insiste: la pandemia está controlada
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En la mayor parte de Europa, a excepción de Reino Unido y Suecia cuyos líderes se distinguen por su negacionismo, la pandemia del coronavirus ha menguado.

Las cifras de infectados y fallecidos bajaron drásticamente al grado de que el reporte necrológico diario no rebasa los 100 casos y ha habido algunos días sin decesos, lo que no es otra cosa que el resultado del encierro colectivo para atajar el contagio vírico.

También la mayor parte de las naciones europeas están en las fases I y II del desconfinamiento y en esta semana algunas, entre ellas España e Italia, iniciarán la Fase III con la reapertura de fronteras, la libre circulación de personas entre provincias y la reapertura total de bares, restaurantes y hoteles.

Francia sigue en la Fase II, aunque ayer se reportó que durante el viernes y sábado se registraron solo 13 muertes por la gripa del Covid-19 y 343 nuevos enfermos. A la fecha, la suma de decesos es de 29 mil 200.

Desde el viernes pasado, el Consejo Científico de Francia declaró a la pandemia “bajo control” pues si bien “el virus sigue circulando entre la población, ha tenido una degradación crítica, se ha desacelerado”, según el presidente del organismo, Jean-François Delfraissy.

Sin embargo, el mismo Consejo Científico estableció alertó que ese “control” no significa aniquilación ni que haya sido superado el peligro.

Una prueba de ello se dio en Israel donde el Ministerio de Defensa comenzó a fabricar, a marcha forzada mascarillas, para alcanzar una producción de 2 millones de unidades por mes para que la población las use pues se ve inminente una segunda oleada de contagios.

Además, el gobierno israelí puso en cuarentena a cien escuelas y 17 mil personas, entre alumnos, padres de familia y profesores, por un brote gripal suscitado la semana pasada. El parlamento también suspendió actividades luego de que cuatro diputados dieron positivos al Covid-19.

La deducción es que en Europa y muchas partes del mundo se dice tímidamente que la pandemia está controlada, se dan pasos a la desescalada para reactivar la economía y que la gente recupere parte de su cotidianeidad, pero todo es con la precaución pues el virus letal ahí sigue, acechando y listo para una segunda siega.

Y todavía no hay vacuna ni medicamento eficaz que lo detenga. En Latinoamérica, el jinete mortífero apenas acelera su cabalgata.

Periodismo en «democradura»

Ayer domingo fue el “Día de la Libertad de Expresión”, fecha un poco anodina en este año pandémico pues no se pudieron realizar los tradicionales festejos y porque en la llamada “cuarta transformación” se ha incrementado en un 65 por ciento el acoso y las agresiones contra los trabajadores de la información y los medios de comunicación, de acuerdo con la organización Artículo 19.

Lo peor es que desde el poder se ha estigmatizado a la prensa crítica como estrategia institucional.

Esto hace recordar el libro Maten al cartero, del periodista y escritor argentino Jorge Elías, que es lectura obligada para todos los que estudian periodismo

El tabasqueño Andrés Manuel López Obrador prácticamente ha declarado a medios informativos y periodistas como enemigos de su proyecto. A diario vapulea desde sus “Mañaneras” a todos los que no lo alaben.

Además, ha desplegado ejércitos de “haters”, la palabra de moda para denominar a los “odiadores”, personas que atacan desde las redes sociales a reporteros y empresas periodísticas.

Desde la Presidencia se costean campañas de odio contra los críticos del régimen morenista.

Por supuesto que no es algo desconocido ni que tampoco se haya experimentado. Vaya, es lo mismo que se vivió en la larga hegemonía priista y en los dos sexenios panistas. El lopezobradorismo sigue aquella vieja premisa de arremeter contra el mensajero por transmitir el mensaje.

Esto hace recordar el libro Maten al cartero, del periodista y escritor argentino Jorge Elías, que es lectura obligada para todos los que estudian periodismo y las consecuencias de ejercerlo en tiempos de absolutismos.

Lo que documentó Elías entre la Argentina sometida al terror de la Junta Miliar no es algo diferente a las prácticas que hoy persisten en toda América.

La variante es, quizás, que no hay dictadura formal sino una mezcla que los estudiosos llaman “Democradura” -un neologismo de democracia y dictadura-, es decir un gobierno o gobernante que está legitimado por la vía democrática, pero que ejerce el poder despóticamente.

En las “democraduras” la intolerancia y el hostigamiento hacia los periodistas son un sello. Lo autócratas pintados de demócratas tienden a convertir a la prensa incómoda en enemiga del pueblo.

Pero nadie se espante, lo que hace López Obrador ya sucedió en Venezuela, Ecuador, Nicaragua y otros tantos países donde gobernó la “izquierda” y sucede también en naciones bajo mandato de la derecha como Brasil y Estados Unidos.

Por eso son indispensables los contrapesos y la prensa es uno de ellos. Su quehacer no es adular al poder sino reporterarlo, documentarlo y analizarlo para informarlo a la sociedad.

Por lo pronto, desde acá una felicitación a los colegas de México y Veracruz que resisten en este quehacer a pesar de los intolerantes con sus zalameros e impostores.

La mentira mil veces

En al menos una decena de ocasiones el presidente López Obrador ha declarado que el gobernante en turno de Veracruz, Cuitláhuac García es un hombre honesto y con ideales democráticos.

Lo que documentó Elías entre la Argentina sometida al terror de la Junta Miliar no es algo diferente a las prácticas que hoy persisten en toda América

Es más, ha llamado a los veracruzanos compartir su júbilo porque esté al frente del gobierno estatal. Lo repitió el fin de semana en su gira por el sur de la entidad.

Al principio funcionaban esos piropos presidenciales ya que azuzaban las expectativas de la población y políticamente eran el tradicional “espaldarazo” del poder central al funcionario, pero con el paso del tiempo y sin que ese halago vaya nivelado con los resultados aceptables, suenan a burla.

Ahora la percepción es que el tabasqueño se mofa de los veracruzanos por tener a ese gobernante, se lo restriega burlonamente en la cara.

El decreto presidencial sobre la honradez de jalapeño ya no convence, aunque el presidente eche mano de la vieja estrategia de Joseph Goebbels, el jefe de propaganda de Adolfo Hitler, quien sostenía que una mentira repetida mil veces termina por convertirse en verdad.

No es así. El presidente habla al vacío pues los veracruzanos ya no se tragan los halagos sobre Cuitláhuac García y se lo harán saber el año venidero.

*Envoyé depuis Paris, France.

Andrés Timoteo

Fuente: Texto irreverente, Notiver, México



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