Cultura

El hombre que salvó al mundo

Después de algunas vacilaciones, Juan Meyer decide abandonar sus prácticas médicas con el doctor Salvador Mazza, célebre por sus contribuciones contra el Mal de Chagas en el norte de Argentina, y abrazar una causa. La causa contra el avance de las tropas nazis en la órbita soviética durante la Segunda Guerra Mundial. Una cruzada personal, en realidad, en la cual, sin abandonar su profesión, pasa a ser el jefe de una unidad de partisanos en el frente soviético desplegado en Bielorrusia con compañeros de varias nacionalidades. La ficción y la realidad van de la mano en la novela La redención del camarada Petrov, de Eduardo Sguiglia. Sguiglia, rosarino, autor de cuentos, ensayos y seis novelas laureadas, recrea esta vez una negligencia. El teniente coronel Stanislav Petrov, fallecido a los 77 años de edad en 2017, estaba a cargo de las computadoras de un centro de advertencia temprana de la Unión Soviética. Una mañana, la del 26 de septiembre de 1983, recibió una alerta: Estados Unidos había lanzado misiles contra su país. Creyó que era falsa (leer más)

Videos

Perdiendo la religión

Dejó dicho Winston Churchill: “Si no sos liberal a los 25 años, no tenés corazón. Si no sos conservador a los 35, no tenés cerebro”. Esa frase, adaptada según las circunstancias y las latitudes, podría ser en América Latina: “Si no sos revolucionario a los 25 años, no tenés corazón. Si seguís siéndolo a los 35, no tenés cerebro”. La premisa en sí, ser revolucionario a los 25 y dejar de serlo a los 35, representa a una generación que, a la sombra de las dictaduras militares, creyó en la utopía de la izquierda extrema. Lo curioso, en el caso de Argentina, fue haber comprobado el apoyo del Partido Comunista (PC) a la dictadura militar a raíz de los negocios con la Unión Soviética y, a su vez, el rechazo de Fidel Castro a una revisión de la situación de los desaparecidos en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU pedida por Jimmy Carter, entonces presidente de Estados Unidos. “Tuve una vida de clandestinidad y cuando amanece la democracia, se juntan mi crisis personal (leer más)

Actualidad

Sentimientos encontrados con Gorbachov

Poco antes del amanecer del siglo XXI, dos mundos convivían en el mundo. El Muro de Berlín separaba al comunismo del capitalismo. Veinte años después de su caída, en 2009, Mikhail Gorbachov grabó un disco romántico en memoria de Raisa Maximovna, su difunta esposa. Había muerto en 1999 mientras recibía tratamiento contra la leucemia en Alemania, reunificada desde 1989 gracias a su marido y al canciller de la región occidental, Helmut Kohl. Gorbachov, el padre de la glasnost (apertura) y de la perestroika (transformación), interpretó siete de los 10 títulos del álbum Canciones para Raisa con el músico ruso Andréi Makarévich. Eran las favoritas de ella. Eran, en su voz cascada, el tributo a 45 años de matrimonio. Esa prueba de amor conmovió más a la gente que su evolución ideológica o las gestiones secretas con el presidente de los Estados Unidos, George Bush, así como con su antecesor, Ronald Reagan, y el papa Juan Pablo II, entre otros, para tumbar el Muro de Berlín, terminar con la Guerra Fría y aventar los fantasmas de (leer más)

Economía

El bolsillo de los rusos

Rusia está en guerra, por más que sus autoridades insistan en descafeinarla con el mote de operación militar especial. La palabra guerra roza la herejía en los dominios de Vladimir Putin, así como invasión y ofensiva. A poco de comenzar la brutal embestida contra Ucrania, siete de cada 10 rusos estaban de acuerdo con la defensa de la población que habla su idioma en la región del Donbass, independizada por la Duma (Parlamento ruso) como si formara parte de su soberanía. Lo confirman encuestas de dudosa credibilidad en las cuales no se sabe si los consultados responden lo que piensan o lo que suponen que esperan que piensen. La propaganda del Kremlin hizo lo suyo con una suerte de choque de civilizaciones entre Rusia y Occidente. Varias semanas después de los primeros estrépitos, largas filas de rusos pugnan por comprar azúcar, sal y pan. Cada ciudadano puede adquirir seis kilos de azúcar y otros tantos de sal en puntos de reparto establecidos por el régimen. El desabastecimiento y la inflación suben a la velocidad en (leer más)

Economía

No mires arriba ni abajo

El aumento del precio del combustible derivó en Francia en la aparición de los chalecos amarillos, contrarios a las políticas de Emmanuel Macron. Idéntica medida, con la excusa de racionalizar el consumo, desató protestas en Irán, Ecuador y Haití. Países distantes, aguijoneados por problemas estructurales recurrentes. Otro pueblo, el de Kazajistán, encerrado entre Rusia y China en Asia Central, estalló el 2 de enero por una decisión similar de su impopular presidente, Kasim-Yomart Tokáyev. La abortó al rato. Tarde. La gota desbordó el vaso y causó, en una refriega brutal, 164 muertos, más de 1.300 heridos y casi 8.000 detenidos. Las protestas, reprimidas a sangre y fuego por las fuerzas de seguridad de Tokáyev, provocaron la intervención militar de Rusia vía Vladimir Putin, siempre atento a preservar alfiles autócratas como los de Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko, y de Azerbaiyán, Ilham Aliyev. Kazajistán, gobernado por el mismo partido desde que se independizó de la extinta Unión Soviética en 1991, Nur Otan, se refugió bajo el alero de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), de la (leer más)

Política

El muro que no cayó

STEPANAKERT, Nagorno Karabaj – En la Línea de Control, la última frontera, la guerra continúa. No pasa un día sin una denuncia de violación del alto el fuego, dicen por separado en latitudes diferentes un militar armenio y un diplomático azerí. De las ruinas de los bombardeos entre ambos bandos de 1991 a 1994 brota musgo y desolación. Un cuarto de siglo después, 14 familias de agricultores se animan a retirar los escombros para aprovechar la tierra. Tierra de Armenia, la República de Artsaj, no reconocida por la comunidad internacional, y tierra de Azerbaiyán, que denuncia su usurpación. Rémora irresuelta de la desintegración de la Unión Soviética tras la caída del Muro de Berlín, el 9 de noviembre de 1989. La peor catástrofe geopolítica del siglo XX, como llama Vladimir Putin al final de la era soviética, derivó en más de 30.000 muertos y casi 700.000 desplazados durante los tres años de combates en Nagorno Karabaj y los siete distritos adyacentes que reclama Azerbaiyán. Los armenios de esta región montañosa, con el apoyo del ejército (leer más)

Política

¿Mejor que en 1968, peor que en 2068?

Pudo ser un año de inflexión. Un año, 1968, bisagra entre la muerte del Che Guevara en 1967 y la conquista de la Luna en 1969. El año de “prohibido prohibir” y de “la imaginación al poder”, entre otras consignas del mayo francés. El del “socialismo con rostro humano”, aplastado por la Unión Soviética en la Primavera de Praga. El del triunfo y el fracaso de la revolución cultural china. El de la ofensiva de la guerrilla vietnamita contra las tropas norteamericanas y el de las protestas contra la guerra en Estados Unidos. El año del movimiento hippie. El de la matanza de estudiantes en la Plaza de Tlatelolco, México. El año del primer asesinato de la banda terrorista vasca ETA: un guardia civil en un control de carretera. El de los crímenes de Martin Luther King y de Robert Kennedy, hermano de JFK. Un año después de la Guerra de los Seis Días, disparadora del conflicto de Medio Oriente. El año de la victoria ajustada del presidente Rafael Caldera y del comienzo del bipartidismo (leer más)

Política

Trump aprovecha la banda negativa

Por Jorge Elías NUEVA YORK. – Durante la proclamación de su victoria en las presidenciales de los Estados Unidos, Donald Trump dejó entrever un sesgo infrecuente en estas latitudes: la arrogancia. Trump soslayó a la estructura de su partido, el republicano, y habló de la creación de un movimiento propio, personal, conformado por una legión de desencantados con los políticos tradicionales, de los cuales tomó distancia durante una campaña plagada de agravios contra su rival, Hillary Clinton, y contra determinados segmentos de la población, como los mexicanos, tildados de violadores, y los musulmanes, sospechosos de terrorismo. La fórmula de Trump, políticamente incorrecta, terminó dándole frutos inesperados como outsider (ajeno a la política) u hombre de negocios, su mote favorito, frente a encuestas que, como en las primarias republicanas, el Brexit (la salida del Reino Unido de la Unión Europea), el rechazo de los colombianos al acuerdo de paz con las FARC y otros acontecimientos, presagiaban el resultado contrario. Esa fórmula, sazonada con un discurso radical, caló hondo en la clase blanca trabajadora y rural de (leer más)