Economía

El ganador de una guerra ajena

Alfombra roja para Xi Jinping y salvavidas del mismo color para Vladimir Putin. La premisa: terminar con las sanciones unilaterales contra Rusia y respetar la integridad territorial de todos los países. ¿Incluido Ucrania, al cual Rusia le arrebató la mayor parte de la península de Crimea, concretamente la República Autónoma de Crimea y la ciudad de Sebastopol, así como también los territorios del este y del sur de las provincias de Donetsk y de Lugansk? Puntos suspensivos sobre la propuesta de paz china abrazada por Putin el 21 de marzo como la base de supuestas negociaciones en la cuales falta la voz de la otra parte. La de Volodomir Zelenski. En este enjambre de idas y venidas, con una cumbre maquillada por una amistad sin límites en Moscú, predominan los intereses, Xi hizo suyo el papel de gran mediador en la guerra de Ucrania días después de lograr que se reconciliaran enemigos íntimos como Arabia Saudita e Irán por medio del establecimiento de relaciones diplomáticas. De prosperar el plan chino de 12 puntos para terminar (leer más)

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Las cuentas y los cuentos chinos

En una década al frente de China, el presidente Xi Jinping amasó más poder que cualquiera de sus antecesores como secretario general del Partido Comunista y presidente de la Comisión Militar Central, los otros dos baluartes de la dictadura. Xi asumió el cargo el 14 de marzo de 2013 con una impronta personalista, autoritaria y nacionalista con la cual desmanteló el liderazgo colectivo de China. “El mandato autoritario se está convirtiendo en un totalitarismo”, explica el periodista y escritor Juan Pablo Cardenal, editor de Análisis Sínico, en el programa Cuarto de Hora, de CADAL TV. Cardenal, corresponsal en China entre 2003 y 2014 y coautor de los libros La silenciosa conquista china (Crítica, 2011) y La imparable conquista china (Crítica, 2015), traducidos a 12 idiomas, investigó las inversiones, las infraestructuras y los préstamos chinos en 40 países de cuatro continentes. Como apunta en su artículo Una China ideológicamente hostil a Occidente, “Xi Jinping logra afianzar una autoridad omnipresente solo comparada a la que disfrutó Mao Zedong, considerado el padre de la patria china”. China, dice (leer más)

Política

El divorcio de las naciones

Si las fronteras son las cicatrices de la historia sobre los mapas, las separaciones territoriales por cuestiones políticas, económicas o raciales reflejan diferencias irreconciliables. Un camino sin retorno que, en países polarizados, pueden llevar a la estupidez de recrear guerras civiles. En Estados Unidos, la representante republicana Marjorie Taylor Greene, enrolada en la derecha radical alentada por el expresidente Donald Trump, propuso un divorcio nacional, textuales palabras, entre Estados rojos (republicanos) y azules (demócratas). Delirante, pero real. Una cosa es el Brexit, del cual muchos británicos se sienten decepcionados, y otra, muy distinta, es el separatismo dentro de los países, como el que se plantea Cataluña de España o Escocia del Reino Unido. La iniciativa de la representante Taylor Greene tiene poco sentido en un país que, a pesar de sus discrepancias internas, marca el pulso del planeta para bien o para mal. La división coyuntural, latente en las cloacas de las redes sociales de medio mundo con improperios contra aquel que no piensa igual, ¿llevaría a los rojos a mudarse de los Estados azules (leer más)

Sociedad

El apagón anímico

El segundo año de la pandemia fue más difícil que el primero, según el índice anual de Gallup sobre las vivencias positivas y negativas de las personas. En 2021, dice, el mundo se convirtió en un lugar un poco más triste y la gente se mostró más preocupada y estresada que en 2020. Al año siguiente, más allá la liberación de algunas restricciones como los confinamientos, la situación empeoró. El síndrome de burnout (literalmente quemado) no perdona. El 42 por ciento de las personas con empleos de escritorio se sienten agotadas, dice un sondeo de Future Forum realizado en Estados Unidos, el Reino Unido, Japón, Australia, Alemania y Francia. ¿Estamos todos quemados? En Argentina, sin ir más lejos, prospera la insatisfacción. La preocupación, la incertidumbre, el miedo y la desconfianza encabezan la tabla de las perspectivas sobre el futuro en el informe mensual de Taquion. El título no deja lugar a dudas en vísperas de las elecciones primarias y generales: El año de la desconfianza. Va en línea con otras encuestas que también reflejan la (leer más)

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Cómo sentar a Rusia en el banquillo

Balance provisional de la guerra en Ucrania: 7.199 civiles muertos y 11.756 heridos, según los datos del 13 de febrero de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH) que recoge Ignacio Hutin en el informe A un año de la invasión rusa a Ucrania: derechos humanos y crímenes de guerra, publicado por CADAL, y comenta en el programa Cuarto de Hora. Un año, que se cumple el 24 de febrero, en el cual más de 14 millones de ucranianos debieron abandonar sus hogares. De ellos, 6,5 millones se desplazaron hacia otras regiones de Ucrania, cinco millones hallaron refugio en países de la Unión Europea y 2,8 millones emigraron a Rusia y Bielorrusia. La guerra continúa y la economía global sufre las consecuencias: la reducción de los suministros de grano, fertilizantes y energía se combina con más inflación e incertidumbre. Dice Hutin, consejero consultivo de CADAL, que los civiles y los no combatientes son intocables según el Derecho Internacional Humanitario, la rama del Derecho Internacional que se aplica únicamente en el (leer más)

Economía

La decepción de los británicos con el Brexit

La salida del Reino Unido de la Unión Europea, conocida como Brexit​, no resultó ser la solución, sino el problema. Al menos para muchos británicos desencantados con aquello que se hizo efectivo hace tres años, el 31 de enero de 2020, después de que el 52 por ciento aprobara el divorcio en el referéndum de 2016. La guerra en Ucrania y la pandemia contribuyeron al malestar, pero muchos le confieren al Brexit la inflación más alta en las últimas cuatro décadas, el aumento del precio de la energía, el sobrante del mes al final del sueldo y las huelgas de los empleados de servicios esenciales, como los conductores de ambulancias y las enfermeras. Piensan que los perjuicios provocados por el laberinto del Brexit exceden los beneficios prometidos por sus promotores. El final de la libre circulación con el continente impactó tanto en el mercado laboral como en la importación de productos. Faltan más de 300.000 personas en la fuerza laboral del país a causa del Brexit, dice el Financial Times. El Reino Unido dejó de (leer más)

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Nostalgia rusa de poder

Aquello que iba a ser una operación militar especial, según la jerga rusa, terminó siendo una guerra en toda regla. Como dice Ignacio Hutin, consejero académico de CADAL, en el programa Cuarto de Hora, “Rusia y, sobre todo, Putin están intentando volver a la mesa grande a la política internacional”, pero “el lugar hegemónico de la Unión Soviética no existe desde hace más de 30 años”. Rusia esperaba el 24 de febrero una victoria relámpago contra la vecina Ucrania, república independiente a la cual le arrebató la península de Crimea en 2014. Pasaron ocho meses en los cuales millones de ucranianos se vieron obligados a abandonar sus hogares mientras se acerca el invierno y crecen los temores nucleares. Hutin, magíster en Relaciones Internacionales y licenciado en Periodismo especializado en Liderazgo en Emergencias Humanitarias, en Europa Oriental, la Eurasia post soviética y los Balcanes, sostiene que perder Ucrania significaría para Rusia un “golpe muy duro para el orgullo nacional”. Las fuerzas de Vladimir Putin utilizan drones para degradar el suministro de energía de Ucrania, sumiendo a (leer más)

Actualidad

La guerra sin fin

Seis meses y unos días después del comienzo de la guerra en Ucrania, Rusia prevé reforzar sus tropas: Vladimir Putin firmó un decreto para aumentar un 10 por ciento el número de efectivos en 2023. Indicio de la duración indefinida de la operación militar especial, como la llama el Kremlin. Iba a ser relámpago y terminó siendo eterna. En la guerra, incorporada en el ideario colectivo como un tsunami fraticida después de la tormenta pandémica, coexisten la violencia en el frente de 2.400 kilómetros y la normalidad en los cafés de Kiev, como observan los corresponsales extranjeros. Lo usual en todo conflicto: la naturalización como si no hubiera un mañana. “Es una guerra que se libra en trincheras y duelos de artillería, pero definida en gran parte por los caprichos políticos de norteamericanos y europeos, cuya disposición a soportar la inflación y la escasez de energía podría determinar la siguiente etapa”, concluye The New York Times. En apenas medio año, Putin logró acallar a la disidencia interna. Su par ucraniano, Volodymyr Zelensky, optó por reforzar (leer más)

Política

Víctima de sí mismo

Desafiante en su papel de víctima, Donald Trump se rehusó a declarar sobre las prácticas empresariales de su compañía en Nueva York poco después de que el FBI emprendiera una redada sin precedente en su mansión con refugio nuclear y club de golf privado de Mar-a-Lago, Palm Beach, Estado de Florida. Lo usual en otras latitudes resulta una rareza en Estados Unidos, no habituado al allanamiento de la propiedad de un expresidente, su domicilio fiscal desde 2019. Trump y los suyos compararon al gobierno de Joe Biden, desmarcado de los procesos judiciales, con el de países rotos del Tercer Mundo. Más precisamente con Nicaragua bajo el régimen de Daniel Ortega. La Ley de Registros Presidenciales de 1934 obliga a los expresidentes de Estados Unidos a entregar todo el material relacionado con su gestión. Trump, acusado dos veces de haberse quedado con registros confidenciales, está involucrado en una extensa serie de pesquisas por su conducta personal y política, así como por su desprecio del Estado de Derecho. Lo pinta de cuerpo entero el asalto del Capitolio (leer más)

Otras voces

¿Qué nos enseñó el COVID-19?

Desde los manglares de Bengala Occidental hasta el vasto archipiélago que conforma Indonesia, y desde la bulliciosa ciudad portuaria de Guayaquil, Ecuador, hasta las costas tropicales del sur de Togo, los riesgos sistémicos de la pandemia de COVID-19 han quedado expuestos en términos humanos muy crudos. Millones de personas que ya tenían dificultades para llegar a fin de mes, que a menudo trabajaban en la economía informal del sector agrícola y que sobrevivían por debajo del umbral de pobreza, tuvieron que hacer frente a una serie de nuevos riesgos que no podrían haber previsto. Entre ellos, la falta de empleo, el endeudamiento, la violencia civil y doméstica, el descarrilamiento de la educación de los hijos y menores oportunidades. Las mujeres sufrieron de forma desproporcionada debido a los prejuicios de género existentes en la sociedad. Estas experiencias humanas no son sólo un catálogo de sufrimiento en lugares del mundo que a menudo no aparecen en los titulares. En realidad, ponen de manifiesto un desafío muy real: cómo comprender y gestionar mejor los riesgos sistémicos en cascada (leer más)

Cultura

Una ambigüedad inquietante

La decisión de Vladimir Putin de reconocer la independencia de las provincias ucranianas de Donetsk y Luhansk y de lanzar al rato su mentada operación militar especial contra Ucrania siguió un patrón. El de “desnazificar” a un país con un presidente judío. Absurdo, pero real, excusa de la propaganda de guerra. El descalabro no comenzó en 2022, sino en 2014, cuando Putin ordenó a los suyos ocupar y anexar la península de Crimea. O mucho antes, en realidad, cual réplica de la táctica de Rusia en las últimas dos décadas para mantener su influencia en los dominios de la antigua Unión Soviética. El resentimiento de Putin encuentra un eje en la “ampliación de la OTAN hacia el sur de Europa central”, de modo de rodear a Rusia y uno de sus aliados, Serbia, como expone Alberto Hutschenreuter, doctor en Relaciones Internacionales, en el libro Ni guerra ni paz, publicado por la Editorial Almaluz. Se trata de una “anomalía estratégica” y de “un factor de inestabilidad continental”, señala Hutschenreuter “La expansión, agrega Hutschenreuter, conferenciante de la (leer más)

Economía

Guerra de desgaste

En los primeros 23 días de la invasión a Ucrania, iniciada el 24 de febrero, Rusia gastó algo así como 19.900 millones de dólares, según economistas y asesores del gobierno ucraniano enrolados en el Center for Economic Recovery. Un dineral. La ofensiva relámpago, como pretendía Vladimir Putin que fuera la mentada operación militar especial, pasó a ser una guerra de desgaste contra el gobierno de Volodymyr Zelensky, privándolo de suministros, bloqueando su acceso al Mar Negro y provocando una estampida de millones de refugiados. Una campaña de largo aliento. La única artillería disponible de Estados Unidos, Europa y sus aliados para frenar las ínfulas de Putin, ante el impedimento de una respuesta militar por no verse agredido ningún país miembro de la OTAN, se concentró en las sanciones contra Rusia y la ayuda a Ucrania. Parte significativa de las reservas rusas, más de 600.000 millones de dólares, quedó bloqueada por el paquete de restricciones comerciales y financieras. El costo económico creció en forma considerable, así como el más importante, el humano, con miles de muertos, (leer más)

Política

Macron, segunda temporada

La victoria de Emmanuel Macron sobre Marine Le Pen tiene varias aristas y un solo significado: la preservación de la democracia y del europeísmo. Francia es el único país nuclear de la Unión Europea, ocupa una banca permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU y, a diferencia de Alemania, dispone de independencia energética. Esas tres características le permiten a Macron plantarse de igual a igual frente a Vladimir Putin, más allá del fracaso en impedir la invasión rusa a Ucrania. Desde la Revolución Francesa de 1789, el país de Macron marca tendencias que no siempre impactan en sus vecinos, pero, en caso de haber ganado Le Pen, podrían haber paralizado el proceso de integración de la Unión Europea. En un quinquenio signado por las revueltas de los chalecos amarillos, cual síntoma de disconformidad con su gestión, Macron recibió un testigo. El de la excanciller alemana Angela Merkel para tomar las riendas de la Unión Europea. El resultado de la segunda vuelta de las presidenciales contra Le Pen pudo ser más exiguo que en (leer más)

Actualidad

El apoyo dispar a Ucrania

Vladimir Putin lleva una rama de olivo en un bolsillo. La exhibe frente a los rusos. En el otro bolsillo asoma un nuevo misil balístico intercontinental con capacidad para portar hasta 15 cabezas nucleares. Puede destrozar un territorio equivalente a más del doble de la superficie de la provincia de Buenos Aires o el Estado de Texas completo a 17.000 kilómetros de distancia. Tiene un nombre poco amable: Satán II. Lo exhibe frente al mundo después de haberlo probado al mejor estilo del líder norcoreano Kim Jong-un cual aviso a los detractores de su presunta patriada en Ucrania. El lanzamiento coincidió con los bombardeos en la región del Donbass, limítrofe con Rusia. Frente a los rusos y el mundo, Putin procura reparar dos humillaciones: el fracaso en tomar la capital de Ucrania, Kiev, madre de todas las ciudades rusas, y el hundimiento del Moskva, barco insignia de su flota en el Mar Negro desde el año 2000. También hubo un teléfono descompuesto. En medio del asedio, el Kremlin anunció que había entregado al gobierno de (leer más)

Economía

El bolsillo de los rusos

Rusia está en guerra, por más que sus autoridades insistan en descafeinarla con el mote de operación militar especial. La palabra guerra roza la herejía en los dominios de Vladimir Putin, así como invasión y ofensiva. A poco de comenzar la brutal embestida contra Ucrania, siete de cada 10 rusos estaban de acuerdo con la defensa de la población que habla su idioma en la región del Donbass, independizada por la Duma (Parlamento ruso) como si formara parte de su soberanía. Lo confirman encuestas de dudosa credibilidad en las cuales no se sabe si los consultados responden lo que piensan o lo que suponen que esperan que piensen. La propaganda del Kremlin hizo lo suyo con una suerte de choque de civilizaciones entre Rusia y Occidente. Varias semanas después de los primeros estrépitos, largas filas de rusos pugnan por comprar azúcar, sal y pan. Cada ciudadano puede adquirir seis kilos de azúcar y otros tantos de sal en puntos de reparto establecidos por el régimen. El desabastecimiento y la inflación suben a la velocidad en (leer más)