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El furor y el delirio de Cuba

Jorge Masetti, periodista y cineasta, nació en 1955 en Argentina. Creció en Cuba. En 1964 falleció su padre, Ricardo Masetti, fundador de Prensa Latina. Diez años después, como miembro del Departamento de América de Cuba, inició sus actividades en América Latina. Antes de emprender misiones en Argentina, Nicaragua, Chile, Angola e Italia había sido guerrillero del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) en su país natal. “Tuve una infancia feliz”, repone desde París en el programa Cuarto de Hora, de CADAL TV, más allá de que le hubiera gustado ser el hijo de Ricardo, no del Comandante Segundo, carne y uña con el Che Guevara. La carrera revolucionaria de Masetti concluyó en forma abrupta en 1989. Su suegro, el coronel Antonio de la Guardia, fue fusilado junto al general Arnaldo Ochoa, héroe de Angola, y otros dos militares cubanos por un dudoso tráfico de drogas y de marfil que involucraba a Fidel y Raúl Castro. En 1990, Masetti se exilió en Francia, donde publicó tres años después el libro El furor y el delirio. No solo (leer más)

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Europa no reconoce la dimensión de la dictadura cubana

Durante una entrevista con el programa Cuarto de Hora, de CADAL TV, Carolina Barrero, historiadora del arte, defensora de los derechos humanos, activista cubana por la libertad y coordinadora de las Américas en World Liberty Congress, reflexiona: “Si Europa no quiere abrir los ojos con la dictadura cubana o no quiere decir la verdad, y más bien se convierte en una propaganda, en una máquina propagandística de la propia narrativa de la dictadura, nosotros, los cubanos, tenemos voz propia para contar nuestra realidad”. La conclusión de Barrera fue posterior a la reciente visita a la isla del alto representante para la Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell. ¿Qué dejó el paso de Borrell por los dominios de Miguel Díaz-Canel, Raúl Castro o viceversa? Diferencias, sobre todo en materia de derechos humanos, y coincidencias, como el rechazo al embargo y la seguridad de las 700 empresas europeas que mantienen sus inversiones en la isla. “Europa no reconoce la dimensión de la dictadura cubana”, dice Barrero desde Madrid, donde se encuentra exiliada. Entre las diferencias (leer más)

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Cuba, un año después

Un año después de las protestas masivas del 11 de julio en Cuba, la dictadura “se fortalece con la represión”, dice Laura Tedesco, vicedecana de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad de Saint Louis en Madrid, en el programa Cuarto de Hora, de CADAL TV. El primer aniversario de las marchas, empañadas por detenciones arbitrarias y condenas severas, coincide con un nuevo paradigma. El de la muerte del general de división Luis Alberto Rodríguez López-Calleja, exyerno del dictador Raúl Castro y presidente del Grupo de Administración Empresarial de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (Gaesa). López-Calleja, asesor del presidente Miguel Díaz-Canel, era el cerebro financiero del castrismo. Lo consideraban el hombre más poderoso de Cuba por su papel de administrador de la fortuna familiar de los Castro desde el mayor conglomerado empresarial y financiero de la isla. Gaesa controla el 80 por ciento de la economía de la isla. “La desaparición física de López-Calleja adelanta un escenario de incertidumbre”, observa Tedesco, codirectora del proyecto Tiempos de cambios y rol de las fuerzas armadas en Cuba. Fue (leer más)

Política

El cortocircuito de Cuba

El señor que llamó a la resistencia de los leales al régimen no había nacido cuando Fidel y Raúl Castro se apoderaron de Cuba. Ese señor, Miguel Díaz-Canel, tercer apéndice de una dictadura tan añeja como la contradicción, convocó a los suyos, “los revolucionarios”, a recuperar algo que creen que les pertenece: la calle. Nada peor para la izquierda que perder ese bastión. La calle, precisamente, estalló en San Antonio de los Baños, cerca de La Habana, por la falta de luz y, cual cortocircuito, hizo detonar la ira que electrizó a toda la isla por la crisis económica y sanitaria y la ausencia de un bien aún más preciado: la libertad. Patria y vida, en desmedro del eslogan oficial Patria o muerte, pasó a ser la consigna de miles de cubanos sometidos no sólo a la oscuridad a raíz de los cortes anunciados desde el 21 de junio por la Unión Eléctrica de La Habana debido el deterioro de las centrales termoeléctricas, sino también a la desprotección frente a la pandemia. La suspensión del (leer más)

Actualidad

“Cuba está en tránsito, no en transición”

Manuel Cuesta Morúa tiene 56 años. Nació bajo las barbas de Fidel Castro y no conoció en su vida otro régimen que no fuera que el impera en Cuba. El comunista. Matizado en ocasiones, disimulado en otras, con elecciones testimoniales que siempre derivaron en un solo resultado: más de lo mismo. En 2015, la isla vivió una suerte de espejismo. El propiciado por la reapertura de la embajada de Estados Unidos, tras el fracaso del embargo comercial, y la visita de Barack Obama, un año después. La primera de un presidente norteamericano desde Calvin Coolidge en 1928. La primera en 88 años. Ese espejismo se disipó con la demolición del legado de Obama encarada por Donald Trump. “El mejor aliado del presidente Miguel Díaz-Canel”, me dice con ironía Cuesta Morúa, historiador cubano y vocero del disidente Partido Arco Progresista.Díaz-Canel, el primer civil en el poder desde 1959, no representa un cambio a los ojos de Cuesta Morúa: “Cuba está en tránsito, no en transición”, agrega. Participó en Buenos Aires de la Conferencia en el Día (leer más)

Política

Cuba cambia de apellido

Que por primera vez desde 1959 no mande un Castro en Cuba no significa que cambie el sistema. Es un acontecimiento histórico, pero la dictadura continúa con otro nombre y apellido: Miguel Díaz-Canel, el primer civil en seis décadas. El trámite, cumplido tras la elección de la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento unicameral) y la votación del Consejo de Estado, tuvo una particularidad: se pospuso del 24 febrero, fecha del comienzo de la última guerra de la independencia contra España en 1895, al 19 de abril, en recuerdo del fracasado intento de cubanos exiliados, apoyados por Estados Unidos, de invadir Bahía de Cochinos en 1961. La sucesión responde a la única batalla en la cual siempre hay vencidos: la edad. Raúl Castro, de 86 años, sigue siendo el primer secretario general del Partido Comunista (PC), padre de la agenda del Estado, y el jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), tutoras de la economía. El coronel Alejandro Castro Espín, su hijo, coordina el Consejo de Defensa y de Seguridad del Ministerio del Interior, encargado (leer más)

Sociedad

Cuba sufre dolores de transición

Por Jorge Elías En la transición, como si fuera un parto, Cuba sufre dolores. O, como deja entrever el informe Conectar a Cuba, del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), parece provocárselos: “Los periodistas cubanos están encontrando mayor espacio para la crítica, pero las restrictivas disposiciones legales, el temor a las represalias y el limitado y costoso acceso a la Internet frenan el avance del país en materia de libertad de prensa”. En coincidencia con la divulgación del informe, y sin vínculo aparente, un despacho de abogados que brinda asistencia legal a blogueros, periodistas independientes y opositores resultó blanco de un brutal atropello de las fuerzas de seguridad cubanas, acaso como un recordatorio de las intimidaciones supuestamente pretéritas. El informe del programa de las Américas del CPJ, dirigido por Carlos Lauría, repara en el llamado del presidente Raúl Castro, en 2010, a favor de las reformas. Desde entonces hubo algunos progresos en la prensa, plasmados en la aparición de sitios digitales de noticias y de medios de comunicación independientes, pero también persisten “el acoso (leer más)

Actualidad

Cuba debe abrirse a su propio pueblo

Personalidades latinoamericanas convocadas por el Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (Cadal) se manifiestan a favor de la normalización de relaciones entre Estados Unidos y Cuba y reclaman al gobierno de Raúl Castro que emprenda un verdadero proceso de apertura política y social De El País, España Los abajo firmantes, latinoamericanos y diversos en nuestras adhesiones, profesiones e intereses, pero unidos por una aspiración común de libertad, democracia, equidad y bienestar en todo el hemisferio, nos dirigimos a nuestros conciudadanos y gobiernos, especialmente a los de Cuba, para expresar lo siguiente: Celebramos el creciente proceso de normalización en las relaciones cubano-estadounidense y la disposición de otros estados democráticos para incrementar su interacción con las autoridades de La Habana. Vemos en este proceso una oportunidad para estimular una mayor inserción de Cuba en el mundo y mejorar las condiciones de vida de sus ciudadanos. A la vez, condenamos la sistemática y continuada violación de los derechos humanos en la isla; la persistencia de un modelo político centrado en el control de un partido (leer más)

Actualidad

Carta tardía de un líder pretérito

Fidel Castro se ha pronunciado por primera vez desde la visita de Obama a Cuba, marcando un fuerte contrapunto con su hermano Raúl En vísperas de la histórica visita a Cuba de Barack Obama, después de 88 años de la última que había realizado un presidente de los Estados Unidos, el líder pretérito de la revolución, Fidel Castro, se mostró en fotos con el mandatario de Venezuela, Nicolás Maduro. Procuró de ese modo transmitirle un mensaje a su hermano Raúl: “No necesitamos que el imperio nos regale nada”, escribió en el periódico Granma, órgano oficial del Comité Central del Partido Comunista. Fidel Castro ha rechazado de ese modo el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con los Estados Unidos, así como la prédica de Obama sobre la democracia, la libertad y los derechos humanos. “Ha llegado el momento de que dejemos atrás el pasado”, dijo Obama en la isla. Le replicó Fidel Castro en su artículo, titulado El hermano Obama, fechado el 27 de marzo y publicado un día después: “Nadie se haga la ilusión de (leer más)

Política

La otra grieta

La promesa de Obama de desclasificar archivos que reflejan la complicidad de los Estados Unidos con la dictadura militar argentina, después de haber ido a Cuba, contribuye a la reconciliación de su país con América latina Por Jorge Elías Era una incógnita la reunión de Barack Obama con los disidentes cubanos. La mantuvo finalmente. De no haberlo hecho, la otra carta era participar el 24 de marzo del 40º aniversario del último golpe militar en Argentina. También lo hizo. De ese modo, como si se tratara de una pulseada con la efervescente oposición republicana en este año electoral, cumplió con uno de los requisitos para emprender el viaje: transmitir el respeto de los Estados Unidos a los derechos humanos. El otro, cual contrapeso, era equilibrar la reunión con un dictador, Raúl Castro, y con otra con un presidente democrático del signo político opuesto, Mauricio Macri. Con su gira por Cuba y Argentina, Obama procuró cerrar la grieta entre los Estados Unidos y América latina. Esa grieta, afianzada por la polarización en varios países, se nutre (leer más)

Política

La trama secreta del deshielo

La histórica reapertura de la embajada de los Estados Unidos en Cuba selló un proceso silencioso de negociaciones que comenzó en 2013 Seis segundos duró el primer contacto en público entre Barack Obama y Raúl Castro. Fue en diciembre de 2013, en Johannesburgo, Sudáfrica, durante el funeral de Nelson Mandela. El efímero saludo, no exento de cordialidad, era otro paso hacia la meta que se habían propuesto en secreto: el deshielo de la relación bilateral tras más de medio siglo de desencuentros. Un año después, ambos iban a anunciar en forma simultánea y sin aviso la novedad que dejó de piedra al mundo. Algunos presidentes, en especial latinoamericanos, se ofendieron por no haberse enterado antes y por no haber sido partícipes. La mezquindad no tiene límite. En la víspera del anuncio, en diciembre de 2014, Obama y Castro hablaron durante 45 minutos por teléfono, según un documento confidencial de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de los Estados Unidos al que tuve acceso. Era el broche de un año y medio de negociaciones. Obama se (leer más)

Política

Final de ciclo

En la VII Cumbre de las Américas quedó claro que los Estados Unidos no aplican la misma vara con todos los países de la región, sino una política bilateral con cada uno de ellos ¿Qué quedó de la VII Cumbre de las Américas, realizada en Panamá, al margen del histórico apretón de manos entre Barack Obama y Raúl Castro después de 55 años de enfrentamiento entre los Estados Unidos y Cuba? ¿Qué quedó, a su vez, de la desatinada decisión de los Estados Unidos de tildar de peligrosa para su seguridad nacional a Venezuela, más allá del discurso errático de su presidente, Nicolás Maduro? Quedó poco espacio para insistir en la retórica contra el “imperialismo yanqui”, bandera de algunos líderes para cargar las tintas contra las maldades ajenas, que abundan, sin reparar en los errores propios, que también abundan. Esa retórica agotada dio paso al recelo por la decisión de Obama y de Castro de anunciar en forma simultánea y sin aviso, 17 de diciembre de 2014, el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre sus (leer más)

Política

Y, sin embargo, te quiero

Hillary Clinton, empresarios que sirvieron como funcionarios de distintos gobiernos norteamericanos y The New York Times parecieron dictarle a Obama la histórica decisión de descongelar la relación con Cuba En julio, los presidentes de China, Xi Jinping, y de Rusia, Vladimir Putin, viajaron a Cuba con miras a ampliar sus vínculos. Poco después, seis editoriales consecutivos de The New York Times sobre la necesidad de “darle un giro sustancial” a la política de los Estados Unidos respecto de la isla, raros en sí mismos, parecieron guiar la impactante decisión de Barack Obama de restablecer la relación bilateral. Uno de ellos, “Tiempo de acabar con el embargo”, publicado el 11 de octubre en inglés y castellano como los otros, enhebra los fundamentos para “que sea políticamente viable reanudar relaciones diplomáticas y acabar con un embargo insensato”. En su histórico discurso del 17 de diciembre, Obama siguió a pies juntillas sus lineamientos, aunque tuviera presente, como también expresa el Times, que “el régimen de los Castro ha usado el embargo para excusar sus fallas y mantener a (leer más)

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Política

Chavismo, segunda parte

Una victoria electoral no siempre es una victoria política. Para las elecciones del domingo en Venezuela, las primeras sin Hugo Chávez desde 1998, una avalancha de sondeos predice la victoria del presidente encargado, Nicolás Maduro. Serán las terceras elecciones en apenas seis meses. Tanto las presidenciales del 7 de octubre como las regionales del 16 de diciembre de 2012 se saldaron con sendas victorias del chavismo. Esta vez, el chavismo sin Chávez se mide a sí mismo, más que a la oposición. La oposición, a su vez, insiste en apuntalar a su candidato, Henrique Capriles, ganador en el Estado de Miranda tras ser derrotado en las presidenciales. En Venezuela, como en la Cuba de Fidel Castro, no hubo ni hay día desde hace 14 años en que Chávez, aunque haya fallecido, no fije la agenda. Esa rutina no ha instaurado una revolución, con un cambio de régimen, sino una enorme concentración del poder y una polarización latente en la sociedad. El súbito deceso pone a prueba al delfín de Chávez, Maduro. De ser elegido, ¿tendrá (leer más)

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Política

Después de Chávez

En enero de 1999, el presidente de la Argentina, Carlos Menem, medió ante su entonces par de los Estados Unidos, Bill Clinton, para blanquear la imagen de Hugo Chávez, “un joven emprendedor” que merecía una oportunidad a pesar de su pasado golpista. Era rara la gestión, tratándose de uno de los campeones del neoliberalismo y de un acérrimo rival de Fidel Castro. Tres años y monedas después, en 2002, Chávez radicalizó su discurso tras el conato de golpe de Estado por el cual quedó fuera de juego durante 47 horas. Acusó a George W. Bush, sinónimo del imperialismo “pitiyanqui”. En 2006, la revolución bolivariana derrapó en el socialismo del siglo XXI. En Venezuela, como en la Cuba de Fidel Castro, no hubo ni hay día desde hace 14 años en que Chávez no fije la agenda y revele por dónde van los tiros. Esa rutina no ha instaurado una revolución, con un cambio de régimen, sino una excesiva concentración del poder y una polarización latente ante la ausencia de partidos de oposición sensatos. ¿Sobrevivirá el (leer más)