Trump tiene quien le escriba
Un colapso financiero de escala planetaria. Lo armó Donald Trump con un tuit. Un simple tuit: «Acabo de autorizar una duplicación de aranceles sobre acero y aluminio con respecto a Turquía, ya que su moneda, la lira turca, se desliza rápidamente contra nuestro fuerte dólar. El aluminio ahora estará en el 20% y el acero en el 50%. ¡Nuestras relaciones con Turquía no son buenas en este momento!». No son buenas. Cierto. Son peores, así como las relaciones con Irán, en tándem con Israel, y con supuetos aliados, como la Unión Europea. El tuit de Trump contra su par turco, Recep Tayyip Erdogan, despedazó la moneda local, la lira, y provocó una crisis cambiaria en Asia, Europa y América latina. Todo por un tuit, resumen improcedente de una decisión política. La guerra comercial no pasó esta vez por China, sino por los arrabales de Europa y de Asia, sembrando desconfianza en los inversores. ¿La excusa? Un pastor evangélico norteamericano, Andrew Brunson, se encuentra detenido en Turquía bajo cargos de terrorismo y de espionaje. Trump pidió (leer más)