Y tiro porque me toca
La enorme desproporción entre las víctimas de Israel y Gaza durante la Operación Margen Protector guarda relación con la efectividad militar de un lado y la densidad poblacional del otro Esta vez, un muchacho palestino fue baleado en aparente represalia por el secuestro y el asesinato de tres adolescentes israelíes en Cisjordania. El atroz crimen de los muchachos judíos pudo haber sido cometido por el clan Qawasmeh de Hebrón, especialista en arruinar ceses de fuego. Sin evaluarlo, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, culpó al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas), gobernante en la Franja de Gaza, y puso en marcha la demoledora Operación Margen Protector, a cargo de las implacables Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Rara vez varía esta dinámica: unos prometen erradicar al terrorismo y los otros juran resistencia. Hubo otras operaciones de este tipo que también tuvieron nombres de fantasía, como Lluvia de Verano, Plomo Fundido y Pilar Defensivo. Siempre ha prevalecido la superioridad militar de Israel sobre la densidad poblacional de la lonja dominada por Hamas. En 360 kilómetros cuadrados (leer más)