Otras voces

Ciudades y terrorismo: una relación inseparable y brutal

Por Jason Burke | The Guardian y eldiario.es Hace casi 140 años, una oleada de bombas estalló en Londres. Aunque mataron relativamente a pocas personas, llamaron mucho la atención. El trabajo de los extremistas irlandeses que trataban de hacer cambiar a la opinión pública y las ideas políticas sobre el futuro de la nación duró varios años. En octubre de 1883, uno de sus más sangrientos ataques hirió a 40 viajeros de metro que salían de la estación de Paddington. Otros de sus objetivos fueron la redacción del periódico  The Times, la columna de Nelson, la Torre de Londres y Scotland Yard. A lo largo de la década, hubo otros ataques en otros lugares de  Europa perpetrados por varios grupos extremistas. Estos ataques estuvieron dirigidos contra teatros, óperas, el Parlamento francés y cafés. En 1920, Wall Street también fue atacado con una bomba. La oleada de ataques comenzó a suscitar temores en torno a las tecnologías, tales como los temporizadores y la dinamita, de la cual se decía que era «barata como el jabón y común como el azúcar». Suscitó también un debate sobre cómo proteger (leer más)

Política

Crimen en Siria y castigo en Rusia

Sin aviso, Donald Trump ordenó un ataque contra el régimen de Siria. Despachó más de medio centenar de misiles Tomahawk en represalia por el bombardeo con armas químicas que segó la vida de 86 civiles, un tercio de los cuales eran niños. La súbita intervención de los Estados Unidos en una guerra que lleva seis años, más de 320.000 muertos y 10 millones de desplazados y refugiados ha sido interpretada por el gobierno de Vladimir Putin, aliado del dictador sirio Bashar al Assad, como una «agresión a un Estado soberano». Putin, considerado el puntal de la victoria electoral de Trump en 2016, debe sopesar ahora hacía qué extremo inclinarse. La arremetida de los Estados Unidos contra Siria, bautismo de fuego de Trump, coincidió con la visita del presidente de China, Xi Jinping, a su mansión y club de golf en Florida, Mar-a-Lago. El mensaje pareció ser en estéreo. No sólo para Assad, sino también para el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un. En la víspera de la reunión de Trump con Xi, Kim disparó (leer más)

Política

Mucho humano, poca humanidad

Por Jorge Elías ¿En qué se parecen Niza, Francia, y Orlando, Estados Unidos? Son ciudades turísticas. En ambas, con un mes y monedas de diferencia, dos trastornados mataron civiles a mansalva. Lo hicieron, en principio, por cuenta propia, más allá de sus presuntas simpatías o conexiones con grupos jihadistas. Fueron abatidos por las fuerzas de seguridad. Tras los atentados, tanto Barack Obama como François Hollande dejaron entrever que el terrorismo internacional pudo haber estado detrás, quizá con más fundamentos en Francia que en los Estados Unidos. El autor de la masacre de Niza, Mohamed Lahouaiej Bouhlel, tunecino radicado en Francia, había alquilado el camión con el cual embistió contra la multitud en el paseo marítimo. El de Orlando, Omar Mir Seddique Mateen, norteamericano de origen afgano, juró lealtad al Estado Islámico (EI) poco antes de irrumpir a tiros en la discoteca Pulse, concurrida por latinos y gays. Los orígenes y los nombres de ambos, de ascendencia árabe, despertaron todas las sospechas. En Francia, el atentado del 14 de julio, Día de la Bastilla, resultó ser (leer más)