Política

La pesadilla de Irak

No ajeno a la convulsión global, Irak vive la suya. La peor desde la caída de Saddam Hussein. Estalló en octubre por la destitución del general Abdul Wahab al Saadi, comandante de la fuerza antiterrorista de élite. Un héroe nacional. El artífice de la derrota del Daesh, ISIS o Estado Islámico después de haber dominado parte del territorio durante tres años. Las protestas, reprimidas con dureza como en otras latitudes, se saldaron con cientos de muertos, heridos y detenidos y evolucionaron hacia reclamos por la corrupción, el sectarismo, la economía y el sistema político. En noviembre cayó el primer ministro Adel Abdel Mahdi. Duró menos de un año en el cargo. La pesadilla de Irak, rico en sus entrañas y pobre en la superficie, engarza varios capítulos de violencia: la guerra contra Irán entre 1980 y 1988, la Operación Tormenta del Desierto en 1991, la invasión de Estados Unidos y sus aliados en 2003 y el arribo a Mosul, la segunda ciudad del país, en 2014, de unos hombres de negro que portaban armas, pero, (leer más)

Política

La otra guerra de Irak

Más allá de los atentados que comete el Estado Islámico, la población quiere terminar con una corrupción rampante que corroe a buena parte de su dirigencia política Por Jorge Elías De ser por los Estados Unidos y sus aliados occidentales, la prioridad en Irak debería ser derrotar al Daesh o Estado Islámico (EI), grupo sunita que domina parte del territorio y que, en los últimos días, ha cometido atentados atroces. La población, de mayoría chiita, piensa otra cosa. Prefiere presionar al denostado gobierno del primer ministro Haider al Abadi para terminar con la corrupción que corroe a su dirigencia política e impide crear fuentes de trabajo y mejorar los servicios públicos. Son las dos caras de un país que, tras su segunda guerra en poco más de una década y varios experimentos gubernamentales fallidos, no logra levantar cabeza. En esta otra guerra de Irak, la doméstica, el clérigo chiita Muqtada al Sadr ha capitalizado la decepción popular con multitudinarias protestas callejeras que superaron las vallas de la antes inexpugnable Zona Verde de Bagdad, construida por (leer más)