Actualidad

El experimento de Italia

Después de 67 gobiernos en 76 años y de 11 en las últimas dos décadas, Italia se apresta a renovar la estantería con un nuevo gobierno centrado en una figura en ascenso de la ultraderecha, Giorgia Meloni, la primera mujer en la historia al frente del gobierno. La secundan Matteo Salvini, líder de la Liga, formación que aspira controlar la inmigración irregular y no apoya las sanciones contra Rusia, y el inoxidable Silvio Berlusconi, de 85 años, cabeza de Forza Italia, socio menor del bloque que apuró la caída del primer ministro anterior, Mario Draghi, expresidente del Banco Central Europeo. El hombre que salvó el euro no pudo salvar a su propio país del marasmo político. ¿Es un mal endémico o un cambio de época? El euroescepticismo, aplacado por la crisis derivada de la guerra en Ucrania, alteró su libreto. Aborrece a la Unión Europea, pero no quiere sacar los pies del plato. Prefiere modificar el decorado con la recuperación de la soberanía. Esa postura edulcorada le dio crédito electoral a Marine Le Pen, codo (leer más)

Economía

Kriptonita para Super Mario

Trepida Europa. El derrumbe del gobierno del primer ministro de Italia, Mario Draghi, supone mayor tensión en un continente vapuleado por la guerra en Ucrania, la nueva ola de la pandemia, la inminente crisis energética por la dependencia de gas ruso, la mayor suba de tasas de interés en los últimos 22 años, una inflación galopante del orden del 7,6 por ciento en la zona euro, un calor infernal e innumerables focos de incendio a raíz de la sequía por la falta prolongada de lluvias. Italia, miembro del G7, se encamina hacia elecciones anticipadas el 25 de septiembre a pesar de los reparos de la mayoría de sus ciudadanos, hartos de estar atados a un juego de suma cero que crea y quema políticos como si fueran muñecos de cera. Sus vecinos europeos temen que surja de ese juego un gobierno afín a la extrema derecha, tradicionalmente cercana al presidente de Rusia, Vladimir Putin. El incendio político de Italia añade incertidumbre. La diputada Giorgia Meloni, lideresa de Fratelli d’Italia (Hermanos de Italia), partido romano como (leer más)

Política

Del codo al codazo

En dos meses y monedas de confinamientos y desescaladas sólo hubo consenso en la distancia social y el uso de máscaras, no siempre respetado por los líderes. También hubo otro consenso: afloraron las disputas previas como si la nueva normalidad fuera apenas un cambio de hábito. En España, el primer gobierno de coalición desde el retorno de la democracia debió acudir cada dos semanas al Congreso de los Diputados para extender el estado de alarma bajo el asedio de la oposición. En Francia, el partido de Emmanuel Macron, La República en Marcha, perdió la mayoría en la Asamblea Nacional después de haber ganado las últimas legislativas. Una crisis fenomenal, para cual nadie estaba preparado, resultó ser el preludio del saludo con el codo y, al menor descuido, del codazo en las costillas entre gobiernos y partidos de oposición. Ocurrió en Argentina, con el presidente Alberto Fernández y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, en una foto impensable antes de la pandemia con el opositor jefe de gobierno de la ciudad de (leer más)

Política

La crisis del mojito italiano

Cuando Matteo Salvini dinamitó el gobierno italiano, el primer ministro Giuseppe Conte pidió pista en el Senado. Salvini, senador, vicepresidente del Consejo de Ministros y ministro del Interior, presentó una moción de censura contra Conte con el fin de tumbarlo, forzar elecciones anticipadas y sepultar la coalición entre su partido, la Liga, de ultraderecha, y el Movimiento 5 Estrellas, definido a sí mismo como una asociación de ciudadanos. Logró neutralizar a Salvini su socio gubernamental Luigi Di Maio, diputado, con un cargo parejo en la cúpula gubernamental y ministro de Desarrollo Económico, Trabajo y Políticas Sociales. Conte renunció en medio de una crisis. La crisis del mojito, el trago favorito en las playas durante el tórrido agosto italiano. La mezcla cubana de ron blanco seco, jugo de lima, soda, azúcar, hojas de hierbabuena y hielo picado no atenuó su impacto. El del final de un maridaje forzado entre dos vertientes disímiles que se habían propuesto “devolver Italia a los italianos” y “cambiar las cosas de los partidos de siempre”. Si el cóctel batido desde el (leer más)

Videos

El nuevo tablero de Europa

Las elecciones del Parlamento Europeo, celebradas entre el 23 y el 26 de mayo, no se han traducido en un avance sin precedente de la ultraderecha, como algunos vaticinaban. Dieron como resultado una Eurocámara más fragmentada de lo habitual en la que, por primera vez, los conservadores y los socialdemócratas no suman una mayoría absoluta. Parte de la derecha euroescéptica intenta atraer a su órbita al Partido Popular Europeo (PPE) mientras socialdemócratas, liberales y verdes consideran su propia propuesta para presidir la Comisión Europea. El plan de la ultraderecha era regalarle a Europa un Caballo de Troya, de modo de asaltarla y, una vez dentro, dinamitarla El torbellino desatado por la dimisión de la primera ministra británica, Theresa May, a raíz de su insolvencia para concretar el Brexit, llevó a muchos a pensar dos veces el voto en las elecciones. El plan de la ultraderecha era regalarle a Europa un Caballo de Troya, de modo de asaltarla y, una vez dentro, dinamitarla. No prosperó. Excepto la Liga de Matteo Salvini en Italia, con su prédica (leer más)

Política

Europa: recalculando

El torbellino desatado por la dimisión de la primera ministra británica, Theresa May, a raíz de su insolvencia para concretar el Brexit, llevó a muchos a recalcular el voto en las elecciones del Parlamento Europeo. El plan de la ultraderecha era regalarle a Europa un Caballo de Troya, de modo de asaltarla y, una vez dentro, dinamitarla. No prosperó. Excepto la Liga de Matteo Salvini en Italia, con su prédica contra los inmigrantes y las minorías, pocos pudieron cantar victoria. Incluida Marie Le Pen, más allá del triunfo por la mínima en la Francia de los chalecos amarillos frente al partido del presidente Emmanuel Macron. Los conservadores y los socialdemócratas perdieron por primera vez la mayoría absoluta, no el control de la Unión Europea. Un experimento histórico, creado después de dos guerras mundiales para desalentar los nacionalismos, que se ve abrumado por tiranteces internas y externas. Las reflejadas en la eurofobia de Donald Trump y de Vladimir Putin. En estos comicios, celebrados en los 28 Estados, los ejes fueron la inmigración y el ambiente. Retos (leer más)

Sociedad

Gitanos en la mira de Italia

MADRID – Todo apunta a desalentar la inmigración. Si el gobierno de Donald Trump no tiene empacho en separar a padres e hijos cuando cruzan ilegalmente la frontera de México a Estados Unidos, el de Italia no distingue entre italianos y gitanos. Como si los gitanos, en su mayoría rumanos, no fueran europeos. ¿Qué se propone el vicepresidente Matteo Salvini, también ministro del Interior? Hacer un censo de los gitanos de la etnia sinti y echar a aquellos que sean irregulares. «A los que sean italianos, por desgracia, nos los tendremos que quedar», se excusó, resignado, como si fuera el dueño del país. Xenofobia, segunda parte, después de la odisea de las 629 personas que iban a bordo del barco Aquarius. Entre ellos, 11 niños pequeños, 123 no acompañados, más de 80 mujeres y siete embarazadas. Huían de la violencia extrema en Libia. El nuevo gobierno de Italia, regido por la xenófoba Liga de Salvini y por el Movimiento 5 Estrellas, sentó un precedente vergonzoso. Les cerró sus puertos, al igual que el de Malta. (leer más)

Otras voces

Cataclismo en la Unión Europea

Por Raquel Pozzi | La Capital de Mar del Plata Mientras la República Federal de Alemania lograba formar la coalición luego de un gran desgaste en las negociaciones entre la Unión Demócrata Cristiana (CDU) con el Partido Social Demócrata (SPD) otorgando el cuarto mandato consecutivo a Ángela Merkel, la República parlamentaria y presidencialista de Italia estrenaba la nueva ley electoral “Rosatellum bis” gestionada con vehemencia por Silvio Berlusconi y Matteo Renzi para favorecer a las coaliciones centro derecha y centro izquierda proponiendo una fórmula electoral enrevesada: el 36 % de los escaños de ambas cámaras serían asignados con un sistema mayoritario basado en circunscripciones uninominales y el 64% de forma proporcional, situación que tramitaría importantes inconvenientes para los nuevos partidos como “M5E” (Movimientos 5 estrellas) y “Liga” propugnándoles una situación incómoda a la hora de aglutinar electores. Habida cuenta que Italia requería de urgente reforma electoral ya que desde el año 1948 la república italiana tuvo 65 gobiernos diferentes en 70 años, lo cierto es que el desenlace de la flamante ley generó el estupor (leer más)