Política

Del codo al codazo

En dos meses y monedas de confinamientos y desescaladas sólo hubo consenso en la distancia social y el uso de máscaras, no siempre respetado por los líderes. También hubo otro consenso: afloraron las disputas previas como si la nueva normalidad fuera apenas un cambio de hábito. En España, el primer gobierno de coalición desde el retorno de la democracia debió acudir cada dos semanas al Congreso de los Diputados para extender el estado de alarma bajo el asedio de la oposición. En Francia, el partido de Emmanuel Macron, La República en Marcha, perdió la mayoría en la Asamblea Nacional después de haber ganado las últimas legislativas. Una crisis fenomenal, para cual nadie estaba preparado, resultó ser el preludio del saludo con el codo y, al menor descuido, del codazo en las costillas entre gobiernos y partidos de oposición. Ocurrió en Argentina, con el presidente Alberto Fernández y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, en una foto impensable antes de la pandemia con el opositor jefe de gobierno de la ciudad de (leer más)

Sociedad

Más divorcios que bodas

La separación de la gobernadora de la principal provincia argentina, casi en forma simultánea con la de su antecesor, refleja una realidad insoslayable: el matrimonio no se lleva bien con la política Por Jorge Elías En Argentina, una de cada tres parejas se separa. No es raro entonces que la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, anunciara tres meses después de asumir el cargo su decisión de separarse del intendente de Morón, Ramiro Tagliaferro. Llevaban dos décadas juntos. Poco antes, su antecesor, Daniel Scioli, confirmó que no seguía con su segunda mujer, Karina Rabolini. Otro gobernador bonaerense, Felipe Solá, también soltó amarras. En su caso, en 2003, un año después de asumir, se separó de su segunda esposa, Teresa González Fernández. La política, al parecer, se lleva mal con el matrimonio. ¿Sólo la política? En Europa, dos de cada tres parejas se deshacen. En España bajó el número de divorcios. No por un súbito florecimiento del amor, sino por la aguda profundización de la crisis. La duplicidad de gastos lleva a la (leer más)