Política

La encerrona entre Ucrania y Gaza

Entre dos fuegos, Joe Biden condena la invasión de Rusia a Ucrania y procura aplacar la represalia de Israel contra la Franja de Gaza después de la masacre cometida por el grupo terrorista Hamas el 7 de octubre. Una es una guerra de convencional y de desgaste de un enemigo de Estados Unidos, Rusia, contra un Estado constituido, Ucrania, con casi 700 días de rutina sin visos de desenlace. La otra está aún en carne viva, con rehenes israelíes en tierra de nadie. O de un brazo de Irán, también enemigo de Estados Unidos, al cual el primer ministro israelí, Benjamin Netayanhu, pretende exterminar. El doble rasero es un juego peligroso, concluye Patrick Wintour en el periódico británico The Guardian. Como dejó dicho Richard Haass, presidente del Council on Foreign Relations, “la coherencia en política exterior es un lujo que los responsables políticos no siempre pueden permitirse”. Solo ocho países, entre ellos Israel, Estados Unidos, Micronesia y Nauru (el más pequeño del mundo después del Vaticano y Mónaco), se opusieron en diciembre al alto el (leer más)

Actualidad

La onda expansiva de Gaza

La onda expansiva de la guerra en la Franja de Gaza sacudió Beirut con el atentado en el cual murió el vicepresidente del buró político de Hamas y fundador de las Brigadas al Qassam, su ala militar, Salah al Arouri. En pocas horas, también sacudió Kermán, 820 kilómetros al sudeste de Teherán, con detonaciones que se cobraron más de un centenar de vidas y otros tantos heridos cerca de la tumba del general Qasem Soleimani, comandante de la fuerza de élite Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán, donde se realizaba una ceremonia por el cuarto aniversario de su asesinato en el aeropuerto de Bagdad bajo el asedio de drones de Estados Unidos. La réplica por la masacre de Hamas en Israel, con rehenes aún en su poder, amenaza con expandirse hacia Medio Oriente. Al menos, hacia Líbano, sin gobierno a pesar de innumerables intentos de formar uno desde la renuncia del presidente Michel Aoun a finales de octubre de 2022, y hacia Irán, cuyo régimen teocrático sufrió el ataque terrorista más mortífero desde su (leer más)

Actualidad

¿Misión cumplida?

Misión cumplida. ¿Misión cumplida? El fracaso fortifica a los fuertes, según Antoine de Saint-Exupéry, autor de El Principito. ¿Quiénes son los fuertes? Los talibanes, más allá de la perorata de Joe Biden sobre el final de la guerra más larga de la historia. El fracaso, como la necesidad, tiene cara de hereje. Palabra que no sólo se atribuye a la persona que niega alguno de los dogmas establecidos por una religión, sino también al descreído. Esa impresión dejó Estados Unidos después de dos décadas de ocupación militar en Afganistán. La de un mundo desconfiado de su autoridad como nación indispensable. ¿Es el final de una era, como pudo serlo para Gran Bretaña la debacle del Canal de Suez, en 1956, o para la Unión Soviética el retiro de Afganistán, en 1989, poco antes de la caída del Muro de Berlín y de su propia desintegración? Biden, a diferencia George W. Bush en Irak, no pudo celebrar una victoria. En aquella guerra tampoco Estados Unidos podía jactarse de haber resuelto el problema con la ejecución de (leer más)

Política

Los muchachos trumpistas

Menudo berrinche montó Donald Trump, obstinado en no concederle la victoria a Joe Biden y en insistir en las denuncias de fraude en las elecciones. La purga en la Casa Blanca empezó con el jefe del Pentágono, Mark Esper, fired (despedido) por no haber enviado tropas para contener los disturbios contra la brutalidad policial tras el asesinado de George Floyd, y continuó con el director de la Agencia de Seguridad de Infraestructura y Ciberseguridad, Christopher Krebs, en el cadalso por haber opinado que las elecciones resultaron ser “las más seguras en la historia de Estados Unidos«. El zafarrancho incluyó la reducción de las fuerzas militares de 4.500 a 2.500 en Afganistán y de 3.000 a 2.500 en Irak a pesar de los reparos de los militares. Una desescalada a la cual se oponía el exsecretario Esper, de modo de preservar la seguridad en ambos países tras las guerras que declaró George W. Bush en respuesta a la voladura de las Torres Gemelas. Si el lema en Argentina era “ni yanquis ni marxistas, peronistas”, en Estados (leer más)

Política

¿Naciones Unidas?

En secreto, como si estuviera en falta, el presidente de Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko, asumió su sexto mandato. Juró «servir al pueblo de la República de Bielorrusia, respetar y proteger los derechos y libertades de las personas y los ciudadanos». Una ironía, casi, después de 26 años en el cargo y de la brutal represión de las protestas tras las elecciones del 9 de agosto. Quizá como el primer golpe de Estado durante la pandemia. El de Mali, apoyado por la población tras dos meses de concentraciones multitudinarias contra el régimen de Ibrahim Bouabakar Keita, alias IBK. ¿Naciones Unidas? Naciones Unidas expresó su “gran preocupación por las denuncias de tortura y otros tratos crueles e inhumanos a las personas detenidas” en Bielorrusia, cuyo gobierno no ha sido reconocido por la Unión Europea, y abogar por la paz en Mali, África. ¿Qué más podía hacer frente al atropello del régimen de Lukashenko después de renovar su mandato en elecciones no supervisadas por ningún organismo internacional bajo el padrinazgo de Rusia, miembro permanente del Consejo de Seguridad con (leer más)

Política

Modelos en pugna

Modelos hay muchos. Certeza, ninguna. Lo dejó entrever el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, cuando avisó que el final del estado de emergencia, previsto para finales de mayo, no implicará volver a la normalidad, sino mantener “un nuevo estilo de vida”. En tanto no haya una vacuna contra el coronavirus más eficaz que la distancia social, la amenaza de una segunda ola de infecciones persistirá durante meses. En ese lapso, las personas deberán usar máscaras, mantenerse a dos metros entre sí, cambiarse la ropa cuando regresen a casa, trabajar en forma remota y evitar el transporte público en las horas pico. La pandemia arrasa especialmente en una franja. La de los adultos mayores. Japón, el país más longevo del planeta, tiene una expectativa de vida de 84 años. ¿Cómo pudo domarla a pesar de su cercanía con China? El modelo japonés dista del aplicado en otros países por una razón cultural: la costumbre de hacerse una reverencia en lugar de estrecharse las manos, el uso habitual de máscaras en caso de enfermedad y la (leer más)

Política

Aplausos y cacerolazos

Las treguas duran poco. En ambientes polarizados, el cabreo previo persiste. Solapado. Llamado a silencio. En clave política, para evitar que caiga la democracia en cuarentena, de modo de no tensar demasiado la cuerda y recrear el nacionalismo que provocó las dos grandes guerras del siglo XX. Algunos gobiernos se envalentonaron con los aplausos para los imprescindibles, que no son ellos, pero también se sorprendieron con los cacerolazos por su mala o morosa gestión de la crisis. Brotaron reacciones encontradas con media humanidad enclaustrada. Amores y resentimientos, como si nada hubiera cambiado. El mentado equilibrio entre la economía y la salud, versión Donald Trump, Jair Bolsonaro o Andrés Manuel López Obrador, dio de bruces con la realidad de sus países, acuciados por la pandemia, y con el declive de las instituciones; las discrepancias dentro de los gobiernos y entre los gobiernos, como entre los de la Unión Europea o entre Estados Unidos y Canadá; los reclamos de los opositores, y los planteos de los indignados que pusieron patas arriba al planeta en 2019. El ministro (leer más)

Sociedad

Primavera Árabe 2.0

GRANADA, España – En 2007 y 2008, el faraón egipcio Hosni Mubarak percibía 808 dólares al mes. Con un salario tan flaco, ¿cuántas vidas invirtió para amasar en tres décadas algo así como 70.000 millones de dólares? Tenía propiedades en Londres y otras ciudades y robustas cuentas bancarias en el exterior. Suiza congeló sus fondos tras ser derrocado poco después de otro vecino codicioso, el dictador tunecino Zine El Abidine Ben Alí, fallecido en 2019. Cuando estalló la rebelión, la esposa de Ben Alí, Leila Trabelsi, huyó con todos los billetes y los lingotes que cupieron en su jet privado, llamado “avión de compras” por su inquebrantable lealtad al duty free. Esas postales de la Primavera Árabe, iniciada a finales de 2010 en Túnez, recobraron vigor con la corrupción como excusa de renovadas revueltas populares. Así como en Sudán cayó otra dictadura de tres décadas, la de Omar al Bashir, a manos de los militares, y en Argelia la de Abdelaziz Buteflika, en el Egipto de Mubarak, bajo arresto domiciliario con una plácida jubilación, estallaron (leer más)

Política

A río revuelto, ganancia de Putin

De haber una Tercera Guerra Mundial “por partes”, como la definió el papa Francisco, ¿cuándo comenzó? De haber una versión remozada de la Guerra Fría, ¿quién está ganándola? Estados Unidos forjó su poder con la victoria en la Segunda Guerra Mundial y la desintegración de la Unión Soviética, pero Donald Trump pateó el legado, en especial el de Barack Obama, y estrenó sus propias guerras. Tanto la comercial y tecnológica contra China como la de mayor impacto contra Irán desde que decidió retirarse del acuerdo nuclear de 2015. La rutina de la provocación de Trump benefició a otro autócrata, acaso más astuto: Vladimir Putin. El asesinato selectivo del general iraní Qasem Soleimani, una flagrante violación de la soberanía de Irak, resultó ser el prólogo de contactos vertiginosos de Putin con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel; de una visita estratégica al dictador sirio Bashar al Assad, ahijado del régimen de los ayatolás, y de un intento fallido de tregua en Libia, forjado en Moscú, entre el mariscal Jalifa Hafter, (leer más)

Política

La pesadilla de Irak

No ajeno a la convulsión global, Irak vive la suya. La peor desde la caída de Saddam Hussein. Estalló en octubre por la destitución del general Abdul Wahab al Saadi, comandante de la fuerza antiterrorista de élite. Un héroe nacional. El artífice de la derrota del Daesh, ISIS o Estado Islámico después de haber dominado parte del territorio durante tres años. Las protestas, reprimidas con dureza como en otras latitudes, se saldaron con cientos de muertos, heridos y detenidos y evolucionaron hacia reclamos por la corrupción, el sectarismo, la economía y el sistema político. En noviembre cayó el primer ministro Adel Abdel Mahdi. Duró menos de un año en el cargo. La pesadilla de Irak, rico en sus entrañas y pobre en la superficie, engarza varios capítulos de violencia: la guerra contra Irán entre 1980 y 1988, la Operación Tormenta del Desierto en 1991, la invasión de Estados Unidos y sus aliados en 2003 y el arribo a Mosul, la segunda ciudad del país, en 2014, de unos hombres de negro que portaban armas, pero, (leer más)

Política

El califato sin califa

Poco antes de su muerte, Abu Bakr al Baghdadi, alias el califa Ibrahim, había reformulado la distribución geográfica del Daesh, ISIS o Estado Islámico en una veintena de países. El divorcio de las huestes del otro difunto más buscado por Estados Unidos, Osama bin Laden, selló las diferencias. El autoproclamado califato supuso algo ajeno al ideario de Al-Qaeda. Un estadio superior: establecerse en regiones bajo el imperio de la sharia (ley islámica), de modo de aprovechar el malhumor social frente al maltrato de las autoridades chiitas, aupadas por Irán y tropas extranjeras, contra la otra rama del islam, la sunita. De pronto, un grupo de hombres vestidos de negro arribó a Mosul, la segunda de Irak. Despuntaba junio de 2014. Portaban armas, pero, a diferencia de los soldados iraquíes, mandones y corruptos, se mostraban respetuosos. Con su presencia, en especial frente a los edificios públicos, cesaron los saqueos. Un día decidieron retirar los bloques de hormigón que afeaban las fachadas. ¿Era el final del caos derivado de la guerra iniciada con la invasión de Estados (leer más)

Política

¿Irán a la guerra?

Tanto Irán como Estados Unidos niegan la contingencia de una guerra, pero uno se prepara para lo peor y el otro refuerza su flota en el Golfo Pérsico. La comanda el portaaviones USS Abraham Lincoln. El del cartel de “misión cumplida” en Irak, con la presencia de George W. Bush, en 2003. Por si fuera poco, el Pentágono dejó trascender que alistaría 120.000 efectivos si el régimen teocrático efectúa un ataque o avanza en sus planes nucleares con fines bélicos. Irán abre el paraguas. Dice que no estuvo involucrado en el embate con drones de la insurgencia chiita de Yemen, que apadrina, contra uno de los mayores oleoductos de Arabia Saudita tras el sabotaje contra cuatro barcos, dos de los cuales eran petroleros sauditas, frente a las costas de Emiratos Árabes Unidos. En Yemen, la coalición de Arabia Saudita, principal exportador de crudo del planeta, está en guerra desde 2015 contra los huthis, apoyados por Irán. Esa guerra por delegación, o proxy war, puede definir tanto el poder del reino sunita como el destino de (leer más)

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La cruz de los cristianos

A mediados de la década del cincuenta, el líder independentista argelino Abane Ramdane se preguntó si era mejor matar a una decena de enemigos en un barranco remoto, «cuando nadie hablará de ello», o «a un solo hombre en Argel, del cual se harán eco al día siguiente». La cadena de explosiones del Domingo de Pascua en iglesias y hoteles de Colombo, Sri Lanka,respondió a ese patrón. No por una causa concreta, como la independencia de Argelia en el caso de Ramdane, “arquitecto de la revolución”, sino por la necesidad de transmitir un mensaje: el Daesh, ISIS o Estado Islámico sigue vivo tras ser derrotado en Siria y en Irak e insiste en perseguir a los cristianos. La masacre de Sri Lanka, con más de 350 muertos y un tendal de heridos, pretendió ser en respuesta a la escabechina en dos mezquitas de Christchurch, Nueva Zelanda, el 15 de marzo. Ese día, en nombre de la supremacía blanca, Brenton Tarrant, australiano de 28 años, mató a medio centenar de musulmanes con una cámara en el (leer más)

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Trump aviva rencores en Europa

Donald Trump demostró una vez más que no distingue entre aliados y contendientes. O peor aún: desautoriza a supuestos aliados como la canciller Angela Merkel, acusando de Alemania de ser “cautiva de Rusia” por su dependencia energética, y se deshace en alabanzas a contendientes declarados como el líder norcoreano Kim Jong-un, envalentonado con sus ensayos nucleares. Trump se siente más identificado con ese estilo, el autoritario, también representado por Vladimir Putin y Recep Tayip Erdogan, o, en virtud de su experiencia en el mercado inmobiliario, prefiere perjudicar al vecino en lugar de favorecerlo. En Bruselas, durante la cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Trump fustigó a sus supuestos aliados con una exigencia: que dupliquen su gasto en defensa. Que eleven el aporte del dos por ciento del PBI, inalcanzable para muchos, al cuatro por ciento. Sólo ocho de los 29 países miembros contribuyen con el dos por ciento mientras Estados Unidos destina el 3,6 por ciento. La coyuntura no ayuda: algunos gobiernos tienen más asuntos internos que resolver que guerras por (leer más)

Política

Trump alborota el avispero

Después de mucho cabildeo, la decisión de Donald Trump de dinamitar el acuerdo con Irán ensalzó los temores de una confrontación en gran escala en Medio Oriente, la región más convulsionada del planeta. La decisión de Trump, tan previsible como el frío en invierno, disparó el precio del petróleo por la promesa de sancionar a Irán. Eso complicaría el abastecimiento de combustible en Europa, China, India, Corea del Sur y Japón, clientes de Irán. El riesgo no radica en su afán nuclear, supuestamente neutralizado desde 2015, sino en la expansión de una guerra en curso desde 2011, la de Siria, y el uso de su territorio para dirimir diferencias entre terceros, como Irán e Israel. Francia, partícipe tardío de la guerra siria tras el último ataque con armas químicas del régimen de Bashar al Assad, quiere su porción del pastel. No por casualidad el presidente Emmanuel Macron hizo público su intento de persuadir a Trump sobre las consecuencias de la ruptura del acuerdo. Tampoco por casualidad su visita a Washington cobró más relevancia que la de la (leer más)