Política

La verdad desnuda

Por Jorge Elías Entre lágrimas, el representante demócrata Anthony Weiner confesó en 2011 en su ciudad, Nueva York, que le había enviado por Twitter una foto suya en calzoncillos a una estudiante universitaria de Seattle, Estado de Washington, y que había tenido intercambios epistolares “inapropiados” con seis mujeres antes y después de casarse en julio de 2010. La esposa, Huma Abedin, trabajaba como asistente de la secretaria de Estado, Hillary Clinton. Era su mano derecha. En la boda, Weiner contó con un padrino y maestro de lujo: Bill Clinton, experto en eso no de haber tenido relaciones “inapropiadas” con ninguna mujer. Weiner había negado durante varios días que fueran suyas esa foto y otras en paños menores, también remitidas a sus admiradoras por las redes sociales y el correo electrónico. En una aparecía en un sofá con dos gatos. En el mensaje usaba una expresión vulgar para referirse al órgano sexual femenino. ¿Qué placer pudo sentir al tomarse y despachar fotos de sí mismo como vino al mundo, echando músculo como Charles Atlas? En 2013, (leer más)