Actualidad

Estados golpeados

En octubre de 2021 hubo un golpe de Estado en un Estado golpeado: Sudán. Cayó el primer ministro, Abdalla Hamdok. Quedó bajo arresto domiciliario. Lo repusieron al mes siguiente frente a un dilema: la suspensión de millones de dólares de ayuda internacional. Hamdok renunció el segundo día de 2022. No pudo formar gobierno. Habían pasado 42 días después del acuerdo que alcanzó con la junta militar mientras disfrutaba de una apacible jubilación. Las calles estallaron con una consigna que no respeta fronteras: que se vayan todos. Civiles, militares y afines. La hoja de ruta de la transición consistía en democratizar un país sometido durante tres décadas a la dictadura de Omar al Bashir, depuesto durante el año de las protestas a cuatro bandas, 2019. La de Sudán resultó ser la sexta asonada militar de 2021 después del ciclo iniciado el 1 de febrero en Myanmar, antes Birmania, en el sudeste asiático. Le siguieron otras en Mali, Guinea-Conakry y Chad mientras en Níger hubo un intento fallido al igual que en Sudán un mes antes de (leer más)

Política

Moros contra cristianos

Seis años y monedas después de la Primavera Árabe, Egipto restauró el estado de emergencia. La medida, en vigor durante 83 de los últimos 103 años, aumenta los poderes de la policía e restringe la libertad de movimiento. El presidente Abdel Fatah al Sisi echó mano de ella, con la venia del Parlamento, después de los atentados contra la Catedral de San Marcos, en Alejandría, y la Iglesia de San Jorge, en Tanta. Ambos coincidieron en forma intencional con el Domingo de Ramos, puntal de las evocaciones de la pasión, la muerte y la resurrección de Cristo. También coincidieron con los preparativos para la visita a Egipto del papa Francisco, prevista para el 28 y el 29 de abril. Nada es casual: el Daesh, ISIS o Estado Islámico midió el impacto de las masacres contra los coptos. La palabra copto deriva del término griego aigyptos, razón por la cual copto y egipcio son casi sinónimos. Esa rama cristiana, blanco de ataques durante la Navidad de 2016, compone una minoría en la población egipcia, de mayoría (leer más)

Otras voces

Cinco años después de la Revolución, Egipto vive su peor dictadura

De CIDOB, España Por Ricard González Cinco años después del primer brote de la Primavera Árabe, el panorama en la región es desolador. Siria, Iraq y Yemen, desgarrados por la violencia y los odios sectarios. Libia, sumida en el caos. Y la amenazante sombra del Daesh proyectándose ya sobre toda la región. Ahora bien, en ningún país la brecha entre las esperanzas suscitadas durante los primeros meses de 2011 y la triste realidad actual es mayor que en el Egipto del mariscal Abdelfattah al-Sisi, el régimen más represivo en la historia contemporánea del gigante árabe. Tan solo Túnez, cuna de aquella revuelta transnacional, se ha salvado de la quema. El Gobierno liderado por Al-Sisi ha hecho retroceder el país varias décadas, instaurando una reproducción aproximada del denostado régimen de Hosni Mubarak -con sus abusos policiales, sus elecciones fraudulentas, la demonización de los Hermanos Musulmanes y la aplicación de políticas neoliberales-. Sin embargo, ni el Egipto ni el Oriente Medio de 2016 son los mismos que los de los años ochenta. Para imponerse y asegurar su continuidad, la (leer más)

Política

La libertad es la esclavitud

¿Qué lleva en Occidente a hombres y, sobre todo, a mujeres a incorporarse a las filas del grupo radical Estado Islámico y de Al-Qaeda? Desde el 5 de julio de 2014, cuando Abu Bakr al Bagdadi se autoproclamó el primer califa en varias generaciones desde el gran púlpito de la mezquita de Al Nuri, de Mosul, Irak, el Estado Islámico (EI) no ha dejado de sumar voluntades. La mayoría son jóvenes que, de no ser confiscados sus pasaportes, emigran de Francia, Bélgica, el Reino Unido, Alemania, Holanda, Australia, Indonesia y los Estados Unidos, entre otros países, rumbo a los enclaves conquistados por el grupo sunita en Irak, Siria y Libia. Suelen dar el salto desde Turquía, cuyo gobierno vigila a 12.500 personas, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU). ¿Qué atractivo ejerce el EI, también llamado ISIS y Daesh, sobre los occidentales, especialmente sobre las mujeres, más allá de que sean musulmanes? No sólo el EI, en realidad. De más de la mitad de los países del mundo parten mujahidines (combatientes) para nutrir sus (leer más)