Política

Crimen en Siria y castigo en Rusia

Sin aviso, Donald Trump ordenó un ataque contra el régimen de Siria. Despachó más de medio centenar de misiles Tomahawk en represalia por el bombardeo con armas químicas que segó la vida de 86 civiles, un tercio de los cuales eran niños. La súbita intervención de los Estados Unidos en una guerra que lleva seis años, más de 320.000 muertos y 10 millones de desplazados y refugiados ha sido interpretada por el gobierno de Vladimir Putin, aliado del dictador sirio Bashar al Assad, como una «agresión a un Estado soberano». Putin, considerado el puntal de la victoria electoral de Trump en 2016, debe sopesar ahora hacía qué extremo inclinarse. La arremetida de los Estados Unidos contra Siria, bautismo de fuego de Trump, coincidió con la visita del presidente de China, Xi Jinping, a su mansión y club de golf en Florida, Mar-a-Lago. El mensaje pareció ser en estéreo. No sólo para Assad, sino también para el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un. En la víspera de la reunión de Trump con Xi, Kim disparó (leer más)

Política

Nuevo mundo, viejos hábitos

La caída del precio del petróleo y de las materias primas coincide con vertiginosos movimientos geopolíticos en un mundo signado por la desesperación de los refugiados Por Jorge Elías RIAD, Arabia Saudita.– En la IV Cumbre América del Sur-Países Árabes (ASPA), celebrada en este oasis en el desierto en noviembre de 2015, confluyeron dos realidades distantes y diferentes, aunque rigurosamente emparentadas: el parón económico sudamericano, con materias primas a precios en picada y escasas perspectivas de crecimiento, y el enfriamiento de las economías petroleras, desalentadas por la depreciación de su principal fuente de recursos. La caída del precio del barril, de más de 100 dólares en 2014 a menos de 40 en 2015, provoca grandes movimientos en el tablero geopolítico del planeta y supone, a su vez, una fenomenal transición en el modelo económico. El precio no se recuperará hasta 2020, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE). Entre 2005 y 2014, con el crudo en alza, la riqueza se trasladó a Estados poco democráticos como los de Medio Oriente, donde no por casualidad estalló (leer más)

Política

El juego del miedo

Los vanos esfuerzos para detener las atrocidades del grupo Estado Islámico en Medio Oriente ponen en un aprieto a las potencias occidentales En 2014 murieron en Afganistán 3.699 civiles, un 25 por ciento más que en el año anterior, según la Misión de Asistencia de la Organización de las Naciones Unidas en ese país (Unama, en inglés). Resultaron heridos 6.849 civiles, un 21 por ciento más que en 2013. En promedio, el número de víctimas civiles aumentó en un año un 22 por ciento. Por primera vez, los combates mataron y lesionaron a más gente que las bombas en las carreteras y los atentados suicidas. Desde 2009, cuando comenzaron a contarse las bajas y los daños de la guerra contra el régimen talibán, iniciada en 2001, murieron 17.774 civiles y resultaron heridos 29.971. Frente a esos pavorosos guarismos, ¿cómo debe responder Occidente a las masacres rituales del grupo sunita Estado Islámico (EI) en Medio Oriente? En Afganistán, el despliegue de tropas de la Organización del Atlántico Norte (OTAN) tras la voladura de las Torres Gemelas (leer más)