Política

La excepción mexicana

En un mapa latinoamericano que gradualmente se destiñó de pretendidas izquierdas con capitalistas amigos, Andrés Manuel López Obrador parece desentonar, aunque su discurso diste de emparentarse con el de aquellos que le desearon la victoria, como Cristina Kirchner, Rafael Correa y Ernesto Samper, entre otros. En tiempos de Donald Trump cambió el mundo y cambió México. Y también cambió López Obrador, antes cercano a Hugo Chávez, ahora empecinado en dar vuelta la tortilla en un país sumido en la inseguridad, la impunidad y la corrupción bajo el estigma del narcotráfico. Más de 130 políticos y siete periodistas han sido asesinados este año. Finalmente, los planetas y los mosquitos, como auguró Jesús Silva-Herzog Márquez, profesor del Tecnológico de Monterrey, se alinearon para convertir en presidente de México a López Obrador. La tercera resultó ser la vencida para AMLO, por sus iniciales, o El Peje, apócope de pejelagarto, pez típico de su Tabasco natal. López Obrador era en 2006 el escollo de Felipe Calderón, sucesor de Vicente Fox, ambos del Partido Acción Nacional (PAN). En 2012 ocupó (leer más)

Política

Fuga y misterio

La huida de un penal de alta seguridad de El Chapo Guzmán, cuya extradición a los Estados Unidos había sido denegada por razones soberanas, pone en un aprieto a las autoridades mexicanas Desde que huyó del penal de alta seguridad de Puente Grande, en Jalisco, el 19 de enero de 2001, Joaquín Guzmán Loera, alias El Chapo, gozaba de una libertad rayana en la impunidad. En esos tiempos, los primeros del gobierno de Vicente Fox tras las siete décadas de hegemonía del Partido Revolucionario Institucional (PRI), comenzaron los ajustes de cuentas entre sicarios de los carteles mexicanos por el control de las rutas del tráfico de la droga. El despliegue del ejército no alcanzó a mitigar la ola de violencia, abonada por la extradición de los capos a los Estados Unidos. El Chapo, prófugo durante buena parte del gobierno de Fox y durante el sexenio completo de Felipe Calderón, cayó el 22 de febrero de 2014. Se escapó un año, cuatro meses y diecinueve días después. Esta vez, del penal de alta seguridad de El (leer más)

Cultura

El juguete rabioso

En manos de políticos, Twitter puede ser un arma de doble filo: a diario se comparten millones de mensajes en los que los impulsos y la instantaneidad marcan una tendencia de la cual pueden arrepentirse en el futuro En 2011, cuando aún no sabía que iba a ser concejal por Ahora Madrid, Guillermo Zapata tecleó en Twitter un chiste tan desagradable como ofensivo contra los judíos y otro contra una periodista que había perdido sus piernas en un atentado de la banda terrorista ETA. Las injurias, más que burlas, le costaron cuatro años después el cargo de concejal de Cultura al que iba a ser nombrado por la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, y una catarata de disculpas. Zapata renunció al cargo de concejal de Cultura, no al de concejal del distrito. En el ínterin, amonestado por varios usuarios de la red, se apresuró a borrar los polémicos tuits y, finalmente, cerrar su cuenta. El episodio pudo haber concluido de ese modo, por indecoroso que haya sido, pero otros concejales madrileños se precipitaron a imitar (leer más)

Sociedad

El virus del miedo

Una pandemia viral como el ébola, declarada en África y contagiada a Europa y los Estados Unidos, es como una guerra contra un enemigo invisible cuyo principal aliado resulta ser el pánico colectivo En 2005, diez científicos convocados por el diario británico The Guardian coincidieron en que la mayor amenaza que podía enfrentar la humanidad era una pandemia viral, así como la erupción de un volcán de magnitud inaudita que inyectara gases en la atmósfera y bloqueara los rayos solares o una brutal profusión de atentados terroristas. “La naturaleza es la máxima bioterrorista”, concluyeron. Más que la naturaleza, el hombre pasó a ser un peligro en potencia. La Organización Mundial de la Salud (OMS) describe el actual brote de ébola como «la más severa, grave emergencia sanitaria vista en los tiempos modernos». Desde diciembre de 2013, el ébola mató a más de 4.000 de los 9.000 infectados. Mil personas por semana contraen la enfermedad. En diciembre, según la OMS, serán entre 5.000 y 10.000. Esta vez, apareció en Guinea, se filtró en Liberia, Sierra Leona (leer más)