Trump aviva rencores en Europa
Donald Trump demostró una vez más que no distingue entre aliados y contendientes. O peor aún: desautoriza a supuestos aliados como la canciller Angela Merkel, acusando de Alemania de ser “cautiva de Rusia” por su dependencia energética, y se deshace en alabanzas a contendientes declarados como el líder norcoreano Kim Jong-un, envalentonado con sus ensayos nucleares. Trump se siente más identificado con ese estilo, el autoritario, también representado por Vladimir Putin y Recep Tayip Erdogan, o, en virtud de su experiencia en el mercado inmobiliario, prefiere perjudicar al vecino en lugar de favorecerlo. En Bruselas, durante la cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Trump fustigó a sus supuestos aliados con una exigencia: que dupliquen su gasto en defensa. Que eleven el aporte del dos por ciento del PBI, inalcanzable para muchos, al cuatro por ciento. Sólo ocho de los 29 países miembros contribuyen con el dos por ciento mientras Estados Unidos destina el 3,6 por ciento. La coyuntura no ayuda: algunos gobiernos tienen más asuntos internos que resolver que guerras por (leer más)