Política

¿Daesh, Estado Islámico, ISI, ISIS o ISIL?

Cada vez más gobiernos llaman Daesh al Estado Islámico, ISI, ISIS o ISIL. No es casual. Sus cabecillas detestan el nombre Daesh, acrónimo árabe de al-Dawla al-Islamiya al-Iraq al-Sham (Estado Islámico de Irak y el Levante). ¿Por qué? Porque Daesh, según el contexto, tiene varios significados: desde “algo que aplastar o pisotear”, “intolerante” o «aquel que siembra la discordia». Tal es la aversión de los terroristas a la palabra que, en su afán de erradicarla del vocabulario popular, el autoproclamado califato ha ordenado ejecuciones, latigazos y otros castigos ejemplares contra aquellos que osen pronunciarla en los territorios bajo sus dominios de Irak y Siria. Han llegado al extremo de cortarles la lengua a los apóstatas o infieles. Abu Musab al Zarqawi fundó en Jordania, en 1999, el grupo terrorista Jama’at al-Tawhid wal-Jihad (Organización del Monoteísmo y la Jihad o Guerra Santa). Esa palabra, jihad, también ha sido cuestionada. Según los musulmanes, puede ser traducida como “esfuerzo” en lugar de “guerra santa”, como suele hacerse en Occidente. Aquel reducto jordano de fundamentalistas armados, algunos de los (leer más)

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La libertad es la esclavitud

¿Qué lleva en Occidente a hombres y, sobre todo, a mujeres a incorporarse a las filas del grupo radical Estado Islámico y de Al-Qaeda? Desde el 5 de julio de 2014, cuando Abu Bakr al Bagdadi se autoproclamó el primer califa en varias generaciones desde el gran púlpito de la mezquita de Al Nuri, de Mosul, Irak, el Estado Islámico (EI) no ha dejado de sumar voluntades. La mayoría son jóvenes que, de no ser confiscados sus pasaportes, emigran de Francia, Bélgica, el Reino Unido, Alemania, Holanda, Australia, Indonesia y los Estados Unidos, entre otros países, rumbo a los enclaves conquistados por el grupo sunita en Irak, Siria y Libia. Suelen dar el salto desde Turquía, cuyo gobierno vigila a 12.500 personas, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU). ¿Qué atractivo ejerce el EI, también llamado ISIS y Daesh, sobre los occidentales, especialmente sobre las mujeres, más allá de que sean musulmanes? No sólo el EI, en realidad. De más de la mitad de los países del mundo parten mujahidines (combatientes) para nutrir sus (leer más)

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Pegar donde más duele

El Estado Islámico se vale de las técnicas de comunicación más modernas para amenazar sin escrúpulos a aquellos que no acepten su demencial interpretación del islam El Estado Islámico (EI) martilla donde más duele. La espeluznante decapitación del periodista Steven Sotloff, difundida por las redes sociales con más prudencia y respeto que la de su colega James Foley, retrotrajo a los norteamericanos a 1993. Entonces, la imagen del cadáver desmembrado de un soldado arrastrado por las calles de Mogadiscio, Somalia, llevó a demócratas y republicanos a jurar que nunca más iba a comandar sus tropas “un Boutros Boutros-Ghali”, secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). El helicóptero de los cascos azules había sido derribado por los rebeldes del general Mohamed Farah Aidid, luego presidente. Bill Clinton ordenó la vuelta a casa de los suyos. Somalia, desahuciada por la comunidad internacional, continuó desangrándose por el integrismo, la piratería y los señores de la guerra. Aquella derrota de los Estados Unidos, comparada una y mil veces con la sufrida en Vietnam, impidió que movieran (leer más)