No Picture
Política

El reformatorio

En un suspiro, el huracán Katrina demandó más dinero que la guerra contra Irak. En un suspiro, también, el huracán Bush arrasó con la mayoría de las reformas en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que pretendía su secretario general, Kofi Annan. En un suspiro, a su vez, el huracán Al-Qaeda cometió la peor masacre en Irak desde que estalló la guerra. En un suspiro, pues, tres huracanes chocaron entre sí. Por ellos, la fiesta inolvidable no pudo ser más que la siesta olvidable. Y las reformas en la mole de Manhattan, cuyo fin suelen ignorar sus vecinos norteamericanos, terminaron siendo, a seis décadas de su fundación, apenas un intento fallido. Un capricho de los países de recursos escasos, quizá. Bush, acosado por el huracán Katrina, se cobró de ese modo el vano afán de legitimar la guerra en el Consejo de Seguridad. Más no pudo hacer Annan, acorralado por el resultado desprolijo del programa Petróleo por Alimentos, diseñado por la ONU para Irak. Lapidarias habían sido las conclusiones del comité independiente de investigaciones, (leer más)

No Picture
Política

Bush y, más allá, la inundación

Cuatro años después de los atentados terroristas, EE.UU. recibió un huracán de solidaridad a pesar de sus evasivas No, gracias. En boca de George W. Bush, la respuesta a la oferta espontánea de ayuda externa parecía definitiva. Era peligroso aceptarla, como si de Uganda se tratara. Era peligroso por la amenaza terrorista nunca acallada y, a la vez, algo así como un deshonor. La necesidad, empero, tuvo cara de hereje. El país más poderoso del planeta, al cual recurren todos en casos de urgencia, no pudo preservar su cerrazón. O, acaso, su orgullo. No pudo por un indicio concreto: el vicepresidente Dick Cheney, enviado a la zona del desastre, advirtió que era más popular en Bagdad que en Nueva Orleáns. Sólo recibió insultos para él y recuerdos para Bush. Enterado de ello, Bush cambió de opinión: delegó en terceros, como la alianza atlántica (OTAN), la Cruz Roja y el Ejército de Salvación, así como en soldados y en expertos extranjeros, aquello que, según él, no pudo hacer su gobierno por culpa de la burocracia. La (leer más)

No Picture
Política

Armas de destrucción más IVA

La reacción tardía tras el paso del huracán y el dolor de la madre de un soldado han acentuado las críticas contra Bush En agosto, las fuerzas norteamericanas desplegadas en Irak sufrieron 74 bajas. Fue el tercer índice más alto desde abril y noviembre de 2004; murieron entonces 126 y 125 soldados, respectivamente. Entre ellos, Casey Sheehan, voluntario de 24 años procedente de una familia de clase media de Vacaville, a mitad de camino entre Sacramento y San Francisco, California. Su madre, Cindy Sheehan, de 48 años, quiso reunirse con George W. Bush. La razón: mi hijo ha muerto por una causa justa, adujo, quiero saber cuál es esa causa justa. No obtuvo respuesta. En vano montó guardia durante más de una semana, bajo los rayos de un sol implacable, a la vera del rancho de Crawford, Texas, en donde el presidente de los Estados Unidos, de vacaciones, recibió en mangas de camisa a los secretarios de Defensa, Donald Rumsfeld, y de Estado, Condoleezza Rice, entre otros. No a ella. Por un derrame cerebral de (leer más)